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Hay algo que a México le gusta mucho de su novio USA, muchos podrían decir que talvez es su altura, su cabello o sus ojos azules, pero no. A él le encantan los cariños que le da.
Siempre acariciando su cabello, tomando con delicadeza sus mejillas acariciandolas con sus pulgares o frotar su nariz contra la suya en un dulce beso esquimal. Pero la mejor, era la que últimamente hacia el rubio, juntar ambas frentes y quedarse abrazados, donde sus brazos iban a sus caderas y lo apresaba con amor.
Usualmente lo hacía a la hora de dormir, después de haber compartido una linda charla, bajo la oscuridad de la habitación y la tenue luz que se colaba por la ventana.
México no podría explicar todo lo que siente cada que era abrazado de esa manera por USA, era de una manera reconfortante, se sentía seguro y cálido.
Y ahora se encontraba de esa forma.
Habían apagado la televisión del cuarto, pero seguía encendida una de las lámparas, el estadounidense lo tenía preso entre sus brazos mientras que recargaba su frente con la contraria. Mirándose ambos a los ojos con cariño, pero el moreno no pudo evitar soltar una risita.
— ¿Qué pasa?
— Es que, si nos miramos así, parecemos cíclopes.
Por primera vez, Estados Unidos se dio cuenta de aquello y río junto a su pareja.
— Es cierto.
Se separó para darle un beso en la frente, recostandose de nuevo en la posición anterior.
Ambos siguieron viéndose a los ojos hasta que uno fue quedándose dormido con el tiempo.
El mayor le dio un suave beso en la punta de su nariz para después seguir al mexicano en el sueño.
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No es mucho pero es trabajo humilde Lo público hoy por que ya quiero dormir :D
