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Brasil ama la música, ama los conciertos, pero lo que más ama es a su mejor amigo México y no puede evitarlo.
Cada que lo ve siente como se derrite, como se le va el aliento cuando le habla y como sus piernas tiemblan cuando el de cabello negro tiene el más mínimo contacto con el, además de que cuando escucha música junto a el, se siente en el cielo.
Y ahora, sabe que su banda favorita va a estar en la ciudad, en cuanto se enteró no dudó en comprar dos boletos para el concierto.
Llego a su casa con ellos en mano y una enorme sonrisa que llamó la atención de su madre.
- Hey, ¿Qué tienes ahí?
- Hombres G viene a la ciudad, voy a ir con México
- ¡Que bien! Pero, ¿Cómo irá con nosotros si solo tienes dos boletos?
- Mamá... iré con él.
- De acuerdo, ya entendí
Dijo simple llendose a su habitación para comprar uno por su cuenta dejando a su hijo en la sala quien rodó los ojos mientras se sentaba en uno de los sillones, sacando su celular para mandarle un mensaje a su "amigo"
Hey! Tengo boletos para un concierto, ¡Ven conmigo! 11:11 a.m.
¡Si! 11:14 a.m.
Si conversación siguio con los detalles de su salida hasta que tuvieron que terminarla por tener que hacer otras cosas.
Y al terminar el día Brasil no dejaba de sonreír mientras pensaba en el concierto al que iría con México, se recostó en su cama mientras ponía de fondo una de sus canciones favoritas del grupo al que ansiaba ver, para después poco a poco quedarse dormido.
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Era viernes en la mañana, el día del concierto, Brasil se levantó después muy temprano para alistarse y preparar las cosas que llevaría, incluso comida y bebidas. Le mandó mensajes a México quien le aseguraba que ya estaba listo.
El chico con rastas fue a la casa del mexicano para irse de una vez y en cuanto se encontró con el sonrio embobado al verlo incluso con una camiseta con el nombre del grupo.
— ¡Vamos!
México lo tomo de la mano iniciando con el trayecto hacia el lugar del concierto.
Durante el camino México le contaba cualquier cosa que se le venía a la mente sacándole pequeñas risas al más alto, quien no dejaba de encantarse con lo que el contrario decía, por que aunque para el más pequeño fuera algo trivial, para el brasileño era increíble saber todo lo que hacia, lo que comio, si durmió, si se peleó con alguien y por poco pierde. Sin duda, algo hermoso para él.
Llegaron a su destino y fueron de inmediato a los puestos donde habían recuerdos del evento que Brasil no dudó en comprar al ser un gran fan, mientras que México curioseaba con los diseños de las cosas.
Cuando llegó la hora de entrar, Brasil tomo a México de la mano entrelazando sus dedos con la excusa de que era para no alejarse y perderse.
Admiro como México asintia apenado y se apegaba más a su brazo y se quedaba a su lado.
Fueron a la parte más cercana al escenario y esperaron hasta que comenzara de manera oficial el concierto.
Después de unas horas el grupo se presentó tocando varias canciones las cuales eran bastantes conocidas y cantadas por todo el público, incluso México cantaba una que otra canción que llegaba a reconocer.
Pero entonces llegó El momento, la canción favorita del brasileño "Te quiero". La batería, la guitarra y de más instrumentos empezaron a sonar emocionando al público.
La voz del cantante se hizo escuchar por el micrófono y fue lo unico que todos necesitaron para empezar a cantar a gritos.
Claramente Brasil no fue la excepción, cantaba lo más fuerte que sus pulmones y voz le permitían, tan ensimismado estaba que ni siquiera se dio cuenta de que había abrazado al mexicano y este correspondía avergonzado.
Solo fue hasta que miro al mexicano y lo encontró recargado en su pecho. Y no pudo evitarlo, siguió cantando, pero ahora en voz baja, llamando la atención del menor.
— "Necesito verte dondequiera que estés"
— "Te quiero, te quiero, te quiero"
A la par que cantaba, podía ver como incrementaba un brillo en los ojos del moreno menor y siguio abrazandolo con fuerza mientras se balanceaban lentamente.
— "Y no hago otra cosa"
— "Que pensar en ti"
— "Solo vivo y respiro... para ti"
Hubiera continuado con el coro de "te quiero" de no ser por que México lo tomo de ambas mejillas plantandole un beso en los labios, que fue correspondido hasta que el brasileño reaccionó de su pequeño ataque de nervios.
Continuaron el beso solo unos segundos más para después seguir con ese cálido y perfecto abrazo mientras seguían escuchando el concierto.
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