Prólogo

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Jungkook siempre fue... diferente.

Siempre se había conocido como alguien demasiado divergente en comparación del resto y era evidente incluso en sus primeros años de vida, porque incluso desde entonces, ya era todo un revoltoso y un terco sin remedio.

Jungkook que siempre fue el más joven en sus grupo de amigos, y visiblemente con menos fuerza también, nunca se dejó ver hacia abajo o ser tratado de tal manera, sin importar las circunstancias o el causante. Si algo no le parecía, tenía que decirlo y no había nada ni nadie que le sacara de ahí. De hecho, hasta la fecha así se mantenía.

Si Jungkook no conocía algo, lo exploraba. Si Jungkook no sabía hacer algo, lo aprendía.

De esa manera había crecido y nadie tenía la intención de oponerse o intentar cambiarlo, porque fue precisamente por ese carácter tan fuerte y altanero, que la mayoría de personas que le conocieron se lo atribuían a su instinto alfa interno, aún si todavía no se la había declarado como tal.

Porque alguien como Jungkook tenía que ser un alfa, no había otra opción lógica.

Era obvio.

Además, la principal razón de esa creencia fue que cuando sus hermanas menores nacieron, su personalidad se volvió incluso mucho más protectora y reacia que antes, a tal punto que si alguien siquiera insinuaba hacer algo contra ellas, o las molestaba, él de inmediato daba la cara en su lugar, y si era necesario, se enfrentaría a quien fuera por defenderlas.

Por eso mismo fue una verdadera sorpresa para todos cuando Jungkook se presentó como omega.

Y lo peor de todo eso, es que la decepción de sus conocidos no se debía solamente a la casta de su lobo, sino porque también la posibilidad de que un varón se presentara como omega era casi imposible.

Una en un millón.

Fue hasta que Jungkook creció un poco, y tras unas cuantas experiencias más, que notó que la gente lo veía y trataba diferente una vez se supo la naturaleza de su lobo.

Poco a poco y cada vez más

Y creyó que quizás algo podría cambiar cuando llegó a su mayoría de edad, porque los cortejos de alfas comenzaron de una forma sutil hacia su persona, pero estaban ahí.

Aunque así como llegaban, también se iban, hasta el punto en se detuvieron casi por completo en alguna parte de su adultez. Simplemente ya no era una sorpresa.

La simple idea de unirse permanentemente con un omega varón era impensable, casi una aberración.

Eso no cumplía con la figura de familia tradicional y ya se lo habían dejado más que claro.

"¿Estás seguro?" En una ocasión había oído "Piénsalo bien, porque si esto llegara a más... ¿No has pensado en lo difícil que será que te dé hijos? No es como un verdadero omega... No por completo, sin ofender al chico... Tú sabes a lo que me refiero"

"No seas tonto, solo observa cómo lo miran tus amigos. Es una novedad y ya, pero ellos tampoco quieren nada serio con él porque no puede darles algo serio... Si entiendes a lo que me refiero. Solo déjalo. Es lo mejor"

Diferente, muy diferente. Eso es lo que decían.

Y a Jungkook no podía importarle menos.

Between Us | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora