Capítulo 17

606 84 113
                                    

Jungkook no volvió a ver a Taehyung durante los días posteriores.

En un principio no se preocupó por el alfa porque pensó que quizá estaba ocupado con algo importante y por eso no había podido ir a verlo. Taehyung también tenía un trabajo y una vida aparte de él y lo tenía muy en claro, pero eso no evitaba que se sintiera decepcionado cada vez que salía del taller y lo buscaba con la mirada solo para darse cuenta de que iba a pasar otro día sin él, quería verlo.

—¿Crees que esté bien? —preguntó mientras lavaba los platos que habían usado para el desayuno. Sus padres habían salido para visitar a la hermana de su madre y se habían llevado a sus hermanas menores, por lo que no tenía nada más que hacer que limpiar, lo hacía para mantenerse ocupado.

—Sí, Jungkook —Saeun dijo desde la sala de estar, leyendo con mucha concentración una novela que su amiga le había prestado.

—¿Entonces por qué no ha ido a verme? —dijo con el ceño fruncido, no obstante, Saeun no contestó—. No quiero sonar desesperado porque sé que debe haber una razón por la que no puede ir a la tienda, pero ya han pasado muchos días. ¿Y si le pasó algo? Taehyung no vive cerca de su familia, si tuviera un accidente, ellos no lo ayudarían. Ni siquiera sé dónde vive —sus manos se detuvieron cuando se dio cuenta de ese pequeño detalle.

Entonces empezó a preocuparse.

—No puedo concentrarme —Saeun dejó el libro a un lado y miró al omega que siguió lavando en silencio, suspiró por el sutil aroma a fresas que se volvió agrio—. Jungkookie, si tanto te preocupa, ve a buscarlo. Fuiste a su estudio una vez, quizá esté ahí —su hermano la miró sobre el hombro—. No tienes nada que hacer y las niñas no están. Ponte algo lindo y sal a verlo, no creas que no me di cuenta que atrasaste tus descansos por si llegaba. Si él no viene, no veo por qué no hacerlo tú.

Jungkook boqueó y al instante siguiente cerró la boca porque Saeun tenía razón, sus palabras le hicieron darse cuenta de que Taehyung siempre era el que lo invitaba a salir aunque tuviera que inventar pretextos absurdos, el alfa se encargaba de que se vieran regularmente, se ajustaba a sus horas de trabajo, le daba obsequios y soportaba situaciones incómodas con su familia solo para verlo. Taehyung lo hacía para pasar tiempo con él sin segundas intenciones, pero Jungkook se paralizó al caer en cuenta que él no había hecho más que ceder, aunque él también podía tomar la iniciativa.

Oh.

Las manos de Jungkook sudaban en la bolsa de papel que balanceaba como una clara señal de nerviosismo, había tocado la puerta del estudio con fuerza porque al ver por la ventana se percató de que la sala estaba vacía, no se escuchaba nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las manos de Jungkook sudaban en la bolsa de papel que balanceaba como una clara señal de nerviosismo, había tocado la puerta del estudio con fuerza porque al ver por la ventana se percató de que la sala estaba vacía, no se escuchaba nada.

—¿Dónde estás? —preguntó bajito, suspirando resignado mientras retrocedía con las cejas arqueadas y un pequeño nudo en la garganta, sentía una opresión en el pecho desde que llegó al estudio por culpa de su lobo que estaba inquieto al igual que él, preocupado por el alfa que no respondía.

Between Us | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora