"¿Estás seguro?" En una ocasión había oído "Piénsalo bien, porque si esto llegara a más... ¿No has pensado en lo difícil que será que te dé hijos? No es como un verdadero omega... No por completo, sin ofender al chico... Tú sabes a lo que me refiero...
—Estoy tan cansada —Saeun suspiró exageradamente mientras se recostaba en el sillón que estaba en el taller por su petición, cerrando los ojos con fuerza y suspirando sonoramente porque sabía que Jungkook la estaba observando mientras se removía para encontrar una posición cómoda—. Tal vez debería renunciar de una vez y para siempre. Este trabajo es demasiado cansado para alguien tan delicada como yo.
El omega se rió.
—Papá, tu hija se está muriendo porque no la dejas descansar lo suficiente —Jungkook miró al alfa que se había mantenido ajeno a las quejas de la omega desde el otro lado del taller y este le miró con una alzada, receloso por apoyar el comportamiento malcriado de su hermana que miró a su progenitor con un pronunciado puchero.
Jeon Junghoon frunció el ceño y siguió girando la manivela de la horma para ajustar el par de zapatos que estaba fabricando, apartando la mirada de los omegas para no estropear el calzado.
—Cuando Jungkookie no estaba aquí hace dos días, no te sentías tan cansada —bufó bajito cuando la omega se quejó de nuevo y esta le dio la espalda al girarse en el sillón, ofendida por su falta de compasión—. Al menos vigila que no venga nadie, no puedo perder una empleada y además mercancía.
—No hay nadie. Es aburrido porque a esta hora las calles están tan despejadas, las personas en sus casas —murmuró con los ojos cerrados, volteando la cabeza para ver al omega que borró su sonrisa cuando se dio cuenta que Saeun en serio se veía agotada, con sus párpados a punto de cerrarse y una fina capa de sudor cubriendo su piel—. Jungkookie.
No podía evitar preocuparse por ella.
—¿De verdad te sientes mal? —Jungkook se alejó de la máquina de coser de inmediato y se acercó con el corazón encogido a la omega que asintió despacio, quien suspiró profundamente cuando este le tocó la frente y sintió que su piel estaba más caliente de lo normal —. No hagas bromas si lo que dices es en serio, tienes un poco de fiebre.
—También me duele la cabeza, siento que me palpita —Saeun suspiró cuando el omega apoyó la palma entera sobre su mejilla ligeramente sonrosada por el calor, murmurando complacida por la temperatura fría que le brindó un poco de alivio.
—Deberías decirle a mamá que te revisen, no es normal que te duela la cabeza todo el tiempo —el omega dijo con evidente preocupación, mirando a su padre que también había dejado de lado lo que estaba haciendo para acercarse a ellos. Jungkook lo miró con los labios presionados en una línea mientras su progenitor tocaba el rostro de la omega, chasqueando la lengua con preocupación—. Papá, deja que duerma un poco hasta que se le pase el malestar. Saeun tiene razón, a esta hora pocas personas vienen a la tienda. Bastará si dejamos la puerta abierta.
—Está bien, más tarde hablaré con tu madre para que la lleve al médico —el alfa asintió, apartando su mirada de una sonriente Saeun para dirigirla al omega que se inclinó a quitar los zapatos de su hermana—. Jungkookie, avísame si escuchas que alguien entra. Si no quieres atender, yo me encargo.
—No, puedo hacerlo. Ya me ausenté demasiado, puedo ir al mostrador si estás ocupado —el omega suspiró mientras miraba a su hermana acurrucarse en el sillón, sintiéndose un poco aliviado porque Saeun mantenía su buen humor.
—Gracias, cachorro —Junghoon dijo con una sonrisa sincera, acariciando el cabello lacio del omega que se encogió apenado por el mimo y el mote cariñoso, avergonzado, pero satisfecho—. ¿Qué haría sin ti?
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