Capítulo 3

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—¿Te gustan los bebés?

Jungkook sonrió.

—Me gustan cuando no son míos —apenas pudo contestar al alfa, porque toda su atención estaba centrada en maniobrar correctamente la larga y angosta cuchara sobre el pequeño rostro de su hermana, no quería que se ensuciara aún más la ropa.

Jungkook olvidó por completo sus propios alimentos cuando se le encargó cuidar por un momento a la pequeña, no pudiendo oponerse a los quejidos desesperados porque Minah tenía hambre y su mamá había tenido la audacia de perder el tiempo en la cocina a mitad de su merienda.

El chico miró al omega con la bebé en sus brazos y no pudo evitar pensar cosas que quizás no debería, porque el contexto de la situación no parecía querer alcanzar a su imaginación cuando tenía esa escena enfrente.

El omega que le atraía desde hace tiempo con una pequeña bebé en brazos.

La forma en que la miraba y cómo la sostenía... Se notaba que quería protegerla del mundo.

Los miró por un momento más aprovechando que era de alguna forma ajeno a la escena, pero no pudo evitar pensar que tal vez otro momento, quizás en el futuro, si la bebé que sostenía fuera...

—¿Qué haces? —Jungkook casi se apegó al respaldo cuando vio una mano estirarse en dirección a la pequeña.

El alfa se sorprendió por ello, pero no necesitó más que esa reacción repelente y un par de destellos púrpuras amenazantes para entender que no debía acercarse así. No cuando el omega acababa de pasar por un mal momento que quizás le ponía todos sus sentidos alerta, en un tipo de paranoia que no podía entender, pero que respetaba precisamente porque no lo había experimentado por su cuenta.

Seguramente jamás lo haría.

Ante el momento incómodo y los segundos que al omega le tomó tranquilizarse debido a su imprudencia, el alfa mejor se enfocó en observar a la pequeña que estaba vestida con un mameluco que no llegaba a cubrirle los piecitos, notando entonces los zapatitos que parecían más unos calcetines gruesos, y aunque no sabía mucho sobre el tema, pudo notar que tenía algunos hilos sueltos que delataban cierta torpeza durante la fabricación.

Eran de estambre y en algunas partes se veía desordenado o con pequeños huecos. No eran completamente simétricas y entonces el alfa notó que quizás fueron hechas a mano.

—¿Saeun las hizo? —intentó alivianar el ambiente, arrastrándose un poco en la silla para estar lo más apartado posible, porque en el momento en que abrió la boca, Jungkook lo miró con ojos grandes y alertas a causa de él.

Aunque sabía que el omega no le diría nada al respecto, prefirió mantenerse al margen porque lo conocía lo suficiente.

—¿Qué? —intentó relajarse en cuanto logró ubicarse de nuevo en su entorno, no cuestionándose su propia reacción porque no quería darle doble pensamiento a las causas que quizás eran algo evidentes.

Porque Jungkook no podía evidenciarse así, él mismo se lo recordó, porque entonces sabrían que sí le afectaban esa clase de cosas que intentaba hacer pasar por simples tonterías, como si en realidad no le rondaran en la cabeza día y noche, a tal punto que llegaba a repeler inconscientemente cosas así de cotidianas, como el tacto. No podía darse ese lujo, el resto no podía saber.

—Sus zapatitos —se abstuvo de señalar el lugar con el dedo porque quizás no era muy prudente, así que lo intentó con un simple movimiento de su mentón—. ¿Los hizo Saeun?

Between Us | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora