Capítulo 2

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Jungkook había estado muy ocupado.

Aceptar el reparar una silla de montar solo porque era de cuero, no había sido una muy buena idea, por mucha experiencia que el omega tenga con el material.

O al menos así lo consideró en un inicio, antes de notar que de hecho lo estaba manejando mejor de lo que había planeado.. Y aunque quizás no lo volvería hacer, Jungkook tampoco se arrepentía del todo porque el resultado había sido bastante bueno, solo que le había tomado más tiempo del que creyó y justo por eso mismo solo había dormido un par de horas antes de ir al trabajo nuevo.

Estaba exhausto, pero también satisfecho.

Además, no podía quejarse porque ese trabajo también le había servido como distracción para poder ignorar el suceso de hace unos días, con cierto alfa descarado y atrevido, que según su hermana, últimamente había estado vagando por el lugar con la única y poco creíble excusa de solo estar viendo.

Aunque... era más que claro que buscaba a alguien en especial y la misma Saeun se lo había mencionado.

Era increíble.

Jungkook solo esperaba por el momento en el que el alfa se cansara o se diera cuenta que el omega no era la gran cosa como para insistir o esforzarse por verle.

Pronto una semana había pasado y Jungkook creyó que con eso había sido suficiente.

Pero no lo fue.

—¿Qué es esto?

Ante la expresión que en un inicio interpretó como molestia, Saeun dejó de lado el dinero que estaba contando y se acercó con pasos apresurados junto al omega, quien se hizo a un lado al sentirla cerca y le mostró la caja que recién había abierto, la que le había dejado sorprendido y... un tanto intrigado.

—¿Esos no los habíamos entregado ya? —la omega preguntó con el ceño fruncido al ver los mismos zapatos blancos que no llevaban ni la semana fuera del local—. Yo misma recuerdo haberlos envuelto porque tú estabas muy ocupado. ¿Por qué están aquí de nuevo? ¿Se habrán equivocado?

Jungkook lo dudaba.

El omega vio con los brazos cruzados sobre su pecho cómo su hermana se adelantaba a sacar el par y los dejaba a un lado, ambos mirando al mismo tiempo y con una extrañeza equivalente hacia la pequeña flor medio aplastada que se escondía en alguna parte entre el papel arrugado, casi pasando desapercibida entre los colores claros si no fuera por el llamativo color amarillo y anaranjado que tenía en el centro.

Ugh.

—Oh, Jungkook... Creo que ya entiendo lo está pasando por aquí —canturreó la omega de forma juguetona mientras tomaba entre sus dedos la pequeña margarita a la que ya se le habían caído unos dos o tres de sus pétalos, mirando con curiosidad y cierta picardía a su hermano cuando la puso a la altura de su rostro—. ¿Acaso esto tiene alguna relación con cierto alfa chismoso o algo así? Porque estoy casi segura que él es el responsable de esto, después de todo son sus zapatos, ¿no?

—Oye, no asegures cosas de las que no estés segura, boba. Ni siquiera sabemos si esto es para mí, también podría ser para ti —Jungkook intentó dejar de la lado el tema al guardar los zapatos de nuevo en la misma caja, pero al mover el papel en donde estaba la flor se encontró con una pequeña tarjetita y el omega no pensó en alejarla de su hermana hasta que leyó la bonita letra.

"Para el omega más bonito de los Jeon. Debes de saber que fue un verdadero placer conocerte"

Ahí decía "el", un artículo en su forma masculina.

Jungkook era el único omega varón de su familia, quizás de todo su pueblo.

Mierda.

—No puede ser —la omega murmuró al tomar el papelito para comprobar si había leído bien y chilló emocionada cuando miró incrédula a su hermano y lo encontró con las mejillas rojas.

Between Us | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora