Fiesta del regreso de Chay.
- Calmate Kim ! Respira ! - el joven no paraba de vomitar.
Para Kim su corazón roto no era lo peor, era ver cómo la persona que amó y acepto muy tarde se olvidaba de él.
La soledad lo invadió, lo ahogaba, lo consumia.
- hey Kim !! - kinn sostenía a su hermano que estaba al punto del colapso.
Kinn llevo a su hermano hasta la cama, le quitó los zapatos y abrió su camisa.
Kim se retorcía sollozando.
- déjame solo - lloraba.- porfavor déjame solo.
- temo que puedas hacerte algo, iré por agua y algunas pastillas, no tardaré de acuerdo ? - kinn salió de la habitación.
- aaahgggg !!
Kim se levantó de la cama, camino al baño y se vió en aquel enorme espejo. observando cada ángulo de su aspecto, recordando el motivo por el que se separó de aquel que era lo que más amaba.
Recordando que su objetivo es buscar la verdad y desenmascarar a su propio padre.
Kim se quitó la ropa y entro a la regadera abriendo el agua fría para que su mente se aclarara, no podía ser débil, si quería recuperar lo que amaba tenía que luchar.
Kinn entro a la habitación y se asomo al baño para ver qué todo estuviera bien, espero a su hermano salir.
- deja de preocuparte, estoy bien .
El cambio repentino preocupo al mayor.
- no estás bien Kim, debes descansar.
- iré a resolver un problema de negocios, no me esperes.
- yo puedo encargarme. - insistió
Kim nego y salió de aquella casa, con la cabeza muy en alto, como si jamás se hubiera derrumbado. En el estacionamiento vio aquellas jóvenes figuras subir a un auto , el más pequeño se encontró con su mirada, el chico inclino su cabeza en forma de saludo, pero Kim solo desvío la mirada y entro en su auto, acelerando tan rápido que todos se sorprendieron.
[...]
- Señor Kim, bienvenido.
Kim entro a una bodega donde lo esperaban hombres armados, 3 hombres amarrados a unas sillas y una anciana muy elegante.
- Estos son los hombres, que entraron a la fábrica, mataron a todos los guardias nocturnos.
- hmm , bien, pueden irse - Kim apunto - tú! Desatalos .
- ten calma muchacho, tu dolor no desaparece de esta forma - dijo la anciana.
Uno de los guardespaldas desató a los hombres, los demás se fueron del lugar.
Kim se quitó el saco y doblo las mangas de su camisa. Y así inicio a pelear con aquellos hombres.
Pasaron los minutos y los hombres estaban inconscientes, alborde de la muerte, Kim limpio la sangre que tenía en su rostro, agarró su saco y se fue.
Kim
Hay un tipo de tristeza que no te hace llorar. Es como una pena que te vacía por dentro y te deja pensando en todo y en nada a la vez. Cómo si no fueras tú, como si te hubieran robado una parte de tu alma ...
Pasaron meses, Kim se concentro tanto en su trabajo. Para sus hermanos la preocupación aumentaba ya que lo veían siempre con ojos vacíos, llegaba con sangre en su ropa casi todas las noches.
