Todos alguna vez escuchamos la frase de que el tiempo todo lo cura, siempre cuando alguien causa daño en nuestro interior. Se supone que el tiempo cicatrizara la herida y ya no nos dolerá, tal cual una herida física.
Pero no es así, nuestras heridas interiores no se curan, no cicatrizan, no dejan de estar ahí, esperado que alguien llegue a tocarla para hacernos sufrir como la primera vez que nos la hicieron.
Las heridas internas o sentimentales, como quieran llamarlas, no se curan se aprende a vivir con ese dolor, te acostumbras tanto a ese dolor en tu vida que ya no te acuerdas de el hasta que te vuelven a intentar herirte de la misma forma, donde tu ya sabes cómo actuar, tal cual si fuera un estímulo físico.
También me han dicho que esa heridas se superan, que dejan de doler con el tiempo. Tampoco creo en eso, no es que dejen de doler con el tiempo sino que tu evitas todo tipo de situación similar a la que te lastimó entonces ya no sientes ese dolor, solo porque te niegas a aceptar que está hai en cada situación que evitas pero te sigue doliendo como la primera vez.
