Nunca entendí porque los adultos nos decían que disfrutemos de la adolescencia, que era nuestra mejor etapa y los momentos más hermosos pasaban a lo largo de esta.
Yo siempre los miraba con confusión, después de todo lo que yo estaba viviendo era todo menos hermoso, recuerdo pensar que si lo que viva en ese momento era lo mejor, entonces que me esperaba para después ? Si ya no podía sobrellevar mí vida en ese momento y tendría que aprender a hacerlo en magnitudes peores ? Simplemente no quería vivir la etapa que seguía cuando apenas lograba hacerlo en mí mejor periodo.
Pero comprendí esa respuesta cuando observé bien mí adolescencia. Finalmente los entendí...
Porque la adolescencia es la mejor etapa para rompernos, para experimentar, para hundirnos, para salir, para festejar, para hacer y perder amistades, para sufrir y ser felices, para encontrarnos, para vivir y para morir.
Que no era la mejor etapa solo porque tenía cosas buenas, que era la mejor estaba por las cosas malas que pasamos en ella, por las cosas que aprendemos de todo.
Cómo aprendemos de nosotros mismos, lo que queremos, sentimos y pensamos. Luego de perdernos tantas veces entre lágrimas, tragos y palabras, personas y sentimientos falsos.
Cómo aprendemos a repararnos por nosotros mismos sin necesidad de nada y de nadie solo con nuestras lágrimas y besos; después de todo nos han roto tantas veces el alma, el corazón y nuestro mismo ser, que ya sabemos ese rompecabezas de memoria.
Cómo experimentamos con las fiestas o los libros, alcohol o no alcohol, introvertido o extrovertido, música clásica/metal/hip hop/rock/bachata/tango y mil más, blanco o negro, bueno o malo.
Cómo vamos aprendiendo a diferenciar las personas falsas de las reales, con quién abrirnos y con quién no, en quien confiar y en quien no.
Cómo aprendemos a sobrellevar el sufrimiento sin hacer un drama y a apreciar cada diminuto momento de felicidad por más tonto que sea.
Así que si me dijeran que la adolescencia es la peor etapa o que solo es la mejor por las fiestas y libertad.
Les diría que no vivieron la verdadera adolescencia esa etapa de cambios y madurez o que simplemente no se dieron cuenta lo que están pasando, que no analizaron a fondo sus vivencias.
Así que solo vive, destrozaste, rearmarte, hundete y aprende a flotar, experimenta, sufre y llora pero no te olvides de reír y ser feliz. Aprende a morir en vida y a vivir muerto.
Cuando termines de vivir todo ese torbellino de situación y vivencias; por fin sabrás cómo se vive, sabrás como vivir la vida correctamente.
