CAPITULO 5

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Primer capítulo; segunda parte

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Primer capítulo; segunda parte

Narra Jen:

  Ya había pasado tiempo desde la última vez que vi a Sherlock, supe sobre como se resolvió el caso de el Vizconde Tewkesbury, todo fue gracias a Enola sin embargo todo del crédito se lo llevó Sherlock Holmes, lo cual me molestó, pues eso demuestra nuevamente lo infravalorado que estan las acciones de una mujer

  Supe que tenía razón al desconfiar de la abuela, ella terminó siendo la verdadera villana apesar de que todos sospechaban del tío.

  Me había prometido no volver a ver a Sherlock, él había tomado su decisión, y yo no estaba incluída en ella.

  Recientemente mi mejor amiga, Amelia, paso mucho tiempo enferma, supuestamente tifus, lamentablemente, hace una semana perdió la vida. Me dolió tanto, ella era una mujer increíble, fuerte, valiente, siempre dispuesta a luchar por los demás. Y estoy segura que hay algo más detrás de su muerte

  Ella trabajaba en la fábrica de cerillos, y se que no es la única mujer de hay que a muerto de "tifus", le pregunté varias veces pero ella siempre negaba el hecho de que hubiera algo fuera de lo normal en ese lugar. Pase mucho tiempo sin darle verdadera importancia, pero hoy que ella ya no está, siento que tengo que hacer algo, tal vez ya no pueda salvar a mi mejor amiga, pero puedo salvar a muchas otras mujeres.

  En la primera persona que pensé para pedir ayuda fue Sherlock, pero repito, había prometido no volverlo a buscar, así que mi siguiente opción fue Enola, ella sin duda heredó el dote de detective, aún no se si también posee el don de la deducción como su hermano pero no cabe duda que es una excelente detective

  Sabía que ella ahora tenía una agencia de detective, así que busqué el lugar y fui por su ayuda.

– cerrado? – bufé al ver el lugar completamente solo

– así es señorita, parece que la joven detective no tuvo mucho éxito – hablo un señor con pipa en la boca, la forma tan burlona en la que dijo aquellas palabras me hizo enojar

  Bueno, supongo que no tendré ayuda, ahora tendré que ser mi propio detective

  Mire hacia las calles pensando por dónde empezar, sentí mi estómago revolverse, esto ya no era uno de mis tantos juegos de niña, tenía que buscar pistas reales, sin ayuda. Y eso honestamente me aterro

  Amelia menciono a una chica una vez, trabajaba con ella, eran amigas, Sarah Chapman yo nunca la conocí, pero sentí que debía comenzar por ahí, tal vez ella pueda contarme algo de lo que Amelia no se atrevió

  Llegué al lugar, había recogido a Amelia de aquí algunas veces para que no caminara sola asta su casa, pero jamás vi a las chicas que vivían aquí

– hola? – una niña habrió la puerta, un tanto insegura al no reconocerme

– hola, mi nombre en Jen Whickman, estoy buscando a la señorita Sarah Chapman – la niña sonrió con tristeza

– yo también la estoy buscando – la mire sin comprender – ella desapareció, ya la están buscando, una detective, su nombre es Enola Holmes

– Enola Holmes? – sonreí para mis adentros, parece que vamos por el mismo camino

– si es increíble! La hubieras visto en la fábrica, logro escabullirse a esa oficina tan fácilmente – se quedó callada de repente – creo que no debí contar eso

Sonreí con ternura – sabes a dónde fue después?

– no, nos separamos después de salir de la fábrica, solo dijo que me informaría si tenía avances  – suspire, esto no me servía de mucho

– está bien, gracias por la información

– también eres detective?

– no... Me gustaría, pero no

– pues yo creo que serías una buena detective

– te lo agradezco

  Bueno ahora sabía que Enola y yo teníamos pistas en común, y que probablemente nuestros casos se conectaban. ¿Nuestros casos? Si, técnicamente estaba resolviendo un caso, sonreí levemente por eso, sin duda hubiera preferido un caso diferente, uno que no involucrará a mi mejor amiga

  Ya empezaba a obscurecer, yo seguía pensando en como encontrar a Enola. Y como si fuera arte de magia y la hubiera estado invocando, en el momento en que alcé la vista me encontré con Enola, se veía preocupada mirando constantemente hacia atrás, como si percibiera que alguien la estaba siguiendo. Agudize la vista y pude distinguir a un hombre de negro

  – hola cómo estás? – la tomé del brazo haciéndonos parecer las más cercanas de la vida, inmediatamente vi que el hombre dejaba de seguirnos

Daba miedo la cantidad de veces que eh tenido que hacer esto con otras chicas, al punto de que esto me pareciera algo normal.  los hombres llegan a ser asquerosos

– Jen? – me reconoció lo que me hizo sentir un extraño sentimiento de calidez en el pecho, en el fondo me asustaba que se hubiera olvidado de mi al igual que lo había resuelto su hermano

– la misma, un gusto volver a verte Enola Holmes – le sonreí

– pienso lo mismo, y... Sherlock? – me sorprendí ante la mención de su nombre, pero lo entendí al seguir la vista de la menor

  Y ahí estaba, señores y señoras, el gran Sherlock Holmes completamente borracho, haciendo extraños movimientos después de haber sido echado de esa cantina.

𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐥𝐦𝐞𝐬 - 𝙴𝚗𝚘𝚕𝚊 𝙷𝚘𝚕𝚖𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora