CAPITULO 6

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Segundo capítulo; segunda parte

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Segundo capítulo; segunda parte

Narrador omnisciente:

  Sherlock estaba irreconocible, cabello revuelto, traje desalineado, movimientos raros, rostro demacrado. Aún así, Jen no pudo evitar verlo como el hombre más atractivo del planeta, se golpeó internamente por eso

– Enola!

– Sherlock?

– Jen?

  La rubia solo asintió con la cabeza en forma de saludo mientras Sherlock aún intentaba enfocarla, deduciendo si aquello solo era un mal juego del licor

  La escaneó rápidamente, su falda estaba sucia al igual que sus zapatos, lodo para ser exactos, lo que significaba que estuvo por las calles bajas. Sus manos ya no tenían ni rastro de pintura como la última vez que la vió, ¿Por qué dejaría de pintar? ¿Le habría pasado algo?

– ¿Que hacen aquí? Es peligroso

– podemos cuidarnos solas – le sorprendido la forma tan fria en la que Jen le respondió, normalmente ella era muy dulce

– hermano te encuentras bien? – pregunto Enola

– estoy bien, solo fue un altercado por una copa de vino, y por quien era el dueño. Y ehh... Me parece que con el vino es muy difícil que tus piernas se muevan – la menor atrapó a su hermano antes de que este callera

– ok te llevo a casa. Jen, ¿podrías ayudarme? – ella suspiro, estaba incumpliendo a su promesa. Aún así tomo del otro brazo a Sherlock

– yo jamás bebo, pero tengo un caso ¿entienden? Que es un poco complicado...

– taxi! – llamo Jen interrumpiendolo

– Hola! – dijo levantando la mano igual que Jen

– no – Enola lo regaño bajándole rápidamente la mano. La rubia no pudo evitar sonreír

– a dónde vamos?

– 221 Baker Street

– pesa mucho – se quejó Jen, a la vez que llegaban al lugar y se acercaban a la puerta

– esa es A, yo vivo en la B – informo señalando las escaleras

– no por favor

– no sabía que había escaleras

– no seas como escalera, que no te usen para subir, es un buen tip, creo que deberías escribirlo

– claro, levanta la pierna – Sherlock obedeció – ahora la izquierda

– esa está mejor, deberías escribirlo

– que tienes con escribir cosas?

El solo sonrió de manera muy boba – tu cabello huele bien, creo que voy a escribirlo

  Suspiro pesadamente

  Después de varios empujones, y momentos en los qué ambas chicas sentían que se quedarían si aire, por fin llegaron al 221 B

– Já! Llegué, bien echó Sherlock – se felicito el mismo y Jen le golpeó el brazo – Auch!

– se dice gracias imbecil

– hoy estás muy irritable – Enola se acercó a quitarle el saco pero él la apartó – que lo haga ella

– ni loca

– por favor – rodó los ojos pero finalmente acepto

  Enola encendió las velas para poder ver

– Que desastre hay por aquí

– es perfecto, no toques nada – el desorden de Sherlock y el de Jen eran muy parecidos

– que estás investigando?

– no te diré trabajo solo, es privado. Estoy pensando, no deben interrumpirme cuando pienso

– pensando en cuantas neuronas perdiste después de tanto alcohol? – inquirió Jen mientras miraba algunas de las cosas de Sherlock

  Ambas caminaron a lo que parecía ser otra sala pero inmediatamente la voz de Sherlock las hizo parar

– no vayan allá – dio un quejido y empezó a roncar. A Enola le dio igual y fue a la sala, pero Jen decidió respetar su privacidad y regreso, se sentó al lado del sillón donde Sherlock se quedó dormido

  Lo miro, se veía cansado, estaba dormido pero su ceño seguía fruncido, como si sus pensamientos no lo dejarán en paz. Apartó el rebelde cabello de su frente, acariciando suavemente su rostro en el proceso, juraría que vio una leve sonrisa

  Apartó su mano como si quemará, se sintió estúpida. Pero entonces la mano de Sherlock atrapó la suya

– no te vayas

– tú te fuiste primero – susurró mientras acariciaba su mano

  Esa noche ambas chicas la pasaron en 221 Baker Street, Enola en aquel salón que tanto llamo su atención, y Jen al lado del hombre que siempre le gusto, el hombre que también había roto su corazón, pero también el hombre que ahora le estaba pidiendo quedarse, y ella como estúpida estaba aceptando.


𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐥𝐦𝐞𝐬 - 𝙴𝚗𝚘𝚕𝚊 𝙷𝚘𝚕𝚖𝚎𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora