Rude | Dreamnotfound

Capítulo 4

Sí, Dream y George eran pareja. Y el rubio le había hecho una promesa al mayor, de esas que cuando te pones a pensar llegas a decir que jamás van a pasar, que solo fue algo que se le ocurrió ante su inocencia.

Pero Dream iba a cumplir su promesa.

Se iba a casar con él.

El amor que le tenía al castaño era enorme, por así decirlo crecía con el tiempo, al igual que su estatura, mientras que su pareja se quejaba de que ya parecía un poste de luz además de que era excesivamente cariñoso.

—¡Dream, basta! Me haces cosquillas— habló George, que estaba sentado en el sofá junto al nombrado tratando de no gritarle para que deje de darle besos en la cara y así poder ver la película tranquilamente sin que se le caigan las palomitas.

—¿Prefieres más esa película antes que a mí?— Dream se quejó, pues la película ya le era bastante aburrida como para mantenerse concentrado luego de haberla visto más de cinco veces, prefiriendo molestar a su novio antes que volver a ver la pantalla de la tele, de todas formas su novio estaba más bueno que la película. —¿Cómo te puede gustar tanto Titanic? ¡Ya vimos esa cosa como 50 veces!

—Estás exagerando, además me gusta cuando se hunde el barco...— Mencionó George llevandose una palomita a la boca, recibiendo una mirada asustada por parte del rubio.

—¿Qué mierda..?

—¡Mamá! Dream dijo una mala palabra— gritó Drista que estaba sentada en la mesa cerca del sofá, vengándose de su hermano por hacerla ver el anterior momento más meloso y vergonzoso de la historia que esos dos habían tenido.

—¡Dream!— le gritó su madre desde la cocina, y George solo se río de eso.

—¡Bueno, perdón!

A veces se olvidaba que había más gente en casa, estaban acostumbrados a ver películas todos juntos. No era aburrido, a George le encantaba pasar tiempo con la familia de su pareja, y si querían estar ellos dos solos se iban a alguna parte a pasar el rato.

Menos a la casa de George, a Dream no le gustaba ir a la casa de George.

Su padre... su padre no lo quería, o bueno, en realidad no le caía del todo bien a ese señor.

George estaba en la universidad, en cambio, Dream ni siquiera había entrado, haciendo que el progenitor del castaño pensara que no tenía futuro por simplemente no dedicarse al estudio. Pero técnicamente a este no le agradaba Dream desde que se besó enfrente de él a su hijo en aquella obra de teatro.

No es que no aceptara sus gustos, simplemente esperaba que el novio de su hijo fuera... alguien mejor.

Vaya expectativas...

—Dream— habló George.

—¿Qué pasa?— contestó el nombrado.

—Dibújame como a una de tus chicas francesas.

—¡¿Qué chicas francesas? Yo no tengo chicas francesas, y yo no sé dibujar, ¿Cómo te voy a dibujar?!— el menor se confundió.

—¡Es la escena de la película Dream, por Dios! Ni que las chicas te quisieran— exclamó el mayor, estallando de risa junto a Drista que casi escupe el chocolate que se estaba comiendo.

La madre de Dream entró a la sala luego de aquél sonoro escándalo, viendo a su hijo y a George con una sonrisa mientras se sentaba junto a Drista.

El sonido de la película era el único por ahora, hasta que la madre del rubio le empezó a susurrar algo a su hija, ambas riendo luego de eso.

—Nueve años ya, ¿No te parece un poco mucho eso, hijo?— dijo la mayor, el rubio la miró sin entender a qué se refería.

—¿El anillo pa' cuando?— aclaró Drista, levantando las cejas a su hermano.

Dream sonrió, le había dicho a su madre que le iba a proponer matrimonio a George antes de que acabe el año.

Ya tenía todo preparado, solo le faltaba el anillo, y claro... pedirle al padre de George que les dé su bendición.

El rubio le dio un beso al castaño, quien no estaba prestando atención a la conversación por ver cómo Rose le golpeaba la cara a un hombre, tomando el beso como algo normal.