Capitulo 2.

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—Anda niña ya sal de ahí...

Era la voz de Sam del otro lado de la puerta, yo estoy saliendo de mi ducha, mas bien era ducha express. Hace dos noches no he podido pegar ni una misera pestaña, ya que la señorita que esta tocando mi puerta, me tuvo escuchando vinilos de esos tíos toda la noche. Si, hoy es el gran día. Prepare algunas preguntas, algo profesionales, le agradezco al cielo que no estaré sola si no rodeada de algunas otras personas, si no en cualquier momento pudiera huir de aquel lugar. Me coloco mi bata blanca y enredo una toalla del mismo color en mi cabello, me dirijo hacia la puerta saliendo del baño.

—¡Vaya! hasta que por fin sale señorita— me dice mi hermana mientras conecta el secador— espero que hayas dormido muy bien.

La miro fulminantemente.

 —Dos días sin dormir, aprenderme infinidades de cosas como si estuviera en la escuela y escuchar vinilos hasta que mis oídos sangren —me siento en la silla que esta en mi tocador— oh si, que sueño tan reparador. —digo en tono sarcástico, me quito la toalla de mi cabello.

—¡Jah! el sarcasmo no va contigo querida —me golpea en la cabeza.

—¡Auh! —gruño adolorida sobando mi pobre cabeza. Ella suelta una estruendosa carcajada, como si fuera muy gracioso.

Enciendo el secador y lo comienzo a pasar por mi cabello, detesto como se ve por las mañanas parece una bola de alambres.

—Bueno y ¿Que usaras? —me pregunta buscando alguna prenda en mi ropera.

—No lo se. ¿Tu que piensas que sea bueno?

Ella hizo una mueca, busca en todas partes hasta que encontró un vestido, era color vino, ceñido al cuerpo y al parecer llega hasta arriba de la rodilla, es de mangas largas y con un cuello en forma de V.

—No lo se, lo mire y me encanto —mira detenidamente— perfecto para ti.

—¿Tu crees? —pregunto frunciendo ligeramente el ceño.

—Obvio —dice con su voz de ratón, que tanto la caracteriza— chica tienes un cuerpo de una diosa, te quedara esplendido.

—Lo dices por que eres mi hermana —sonrió de lado. Hay veces donde ella coloca un poco incomoda con estas platicas.

—Oh por favor —coloca los ojos en blanco— tienes un cuerpo jodidamente caliente, debes de hacerlo notar y arrasar en cuanto entres a ese vestíbulo.

Suelto una pequeña risa. En realidad nunca estuve muy conforme con mi cuerpo, no era como las otras chicas, de cuerpo pequeño y perfectas curvas. Ni mucho menos de tes blanca y ojos de color o cabello rubio. Yo nunca he encajado en esos estereotipos, mi madre es mexicana y padre era español, así que la combinación era muy DIFERENTE.

Soy algo morena y la vez blanca, mi cabello es oscuro como de un negro azabache, muy ondulado siempre es un desastre acomodarlo y hacerlo ver decente, siempre lo acompaña de un típico flequillo, mi cuerpo era robusto siempre he creído que luzco como una señora. La perfecta frase que me acompañaría seria —cara de niña, cuerpo de mujer—

—Muy bien señorita, te tengo que arreglar —comenzó a sacar todos sus cosméticos— quiero que impresiones a todo mundo.

———————

Respiro hondo. ¡Oh Dios! ¡Estoy aquí! sera la primera vez que estaré en una rueda de prensa de una banda famosa. Siento como las mariposas comienzan a producirse en mi estomago, estoy mas que muerta de los nervios. Me decido de una vez y me dirijo con fuertes zancadas hacia la puerta del hotel. El lugar era hermosamente lujoso, casi nunca he podido entrar a hoteles lujosos como estos, es algo nuevo para mi.

—Buenos días— digo amablemente a la recepcionista— vengo a la conferencia que hoy se dará a las 11:00 AM.

—Se hará en la sala de eventos del hotel, en el piso 9.

—Muchas gracias.

Sin mas me fui directamente al ascensor, siento las piernas como gelatina. El ascensor se abre, en el momento que voy a entrar torpemente tropiezo con la alfombra. Siento como unos fuertes brazos me sostienes de la cintura, apretándome a su cuerpo, mi rostro da en dirección hacia el suelo y escucho como todas mis cosas caen al suelo. Maldigo por mis adentros.

—¿Estas bien? —me dijo una suave voz con un peculiar acento ingles.

Giro mi mirada hacia aquel extraño. Siento como mi respiración se corta en un macro-segundo, ¡Por la madre de Marylin Monroe! ¡Este hombre es hermoso! Sus ojos son de un azul penetrante, grandes, con unas bellas pestañas rubias que lo acompañaban, largas, espesas y rizadas. Su nariz era un poco pequeña y algo puntiaguda muy curiosa a decir verdad, y que decir de esos labios rosados y pequeños. Su rostro era hermoso como el de un príncipe de cuento de hadas, con su cabello rubio dorado y algo alborotado.

Estaba tan anonadada ante aquel hombre que no me di cuenta de que ya se había cerrado y no pude sentir el fuerte rubor en mis mejillas. Me separo rápidamente de el.

—Gracias —susurro nerviosa— lo siento soy muy torpe —lo miro algo apenada.

—No hay problema —me sonríe mientras se arrodilla a recoger mis cosas y vuelve hacia mi altura— toma aquí están tus cosas.

—Gracias...de nuevo

Miro hacia la puerta y se vuelve abrir en el mismo piso, comenzó a entrar mas gente. Me sentía como una estúpida.

—Bueno me tengo que ir, un gusto en conocerte —me estrecho su mano con la mía.

—El gusto es mio también —sonrió— mi nombre es Elizabeth

—El mio Roger, espero volver a verte por qui —me sonrió de nuevo mientras desaparecía de entre la gente. Me quede sin aliento al ver este Adonis.

Las puertas se cierran y apreté el botón numero nueve. Seguía mirando hacia enfrente, miro mi reloj de pulso, 10:30 AM, bueno no voy tan tarde. Todavía aun no puedo olvidarme de esta belleza de hombre, simplemente era fascinante.

Roger...

-*-



Estaba sentada, esperando aquel el bendito cuarteto saliera de una buena vez. Mire mi reloj ¡11:40! Ya era tarde, esto iba a comenzar a las 11:00, típico de las estrellas de Rock, sus momentos de pedantes y arrogantes, dándoles el jodido derecho de llegar a la hora que se les antoje, nunca debe faltar. Bufe indignada. Hasta que por fin salio un tipo del staff para presentarlos.

—Lo sentimos por el retraso hubo un pequeño inconveniente, pero ya se resolvió —sonrió el tipo.

Si, perdí 40 valiosos minutos de mi vida.

—Con ustedes Queen.

En ese momento salieron los integrantes de la banda. Primero se presento el vocalista Freddie Mercury, se notaba que era el centro de atención de la banda, toda la gente le tomaba fotos hasta ahogarlo. Al escuchar todos esos vinilos me di cuenta de que tenia una voz tremenda, el chico desbordaba talento innato. De ahí se presentó el guitarrista Brian May, debo admitir que su cabello era muy curioso, rizado y esponjoso era como un algodón de azúcar café, aparte de que era muy alto. Solté una pequeña risita a mis adentros. Le seguía el bajista John Deacon se veía que era una persona tranquila, muy dulce, pienso que debe ser el mas tranquilo del grupo. Fue en ese momento que me di cuenta de que faltaba uno, tengo entendido de que eran cuatro. Ese mismo instante volteo hacia donde estaban los integrantes, siento como mis ojos se hacían cada vez mas grandes, casi saliéndose de mis órbitas. Siento en mi estomago un nudo.

—Oh Dios...—susurré

Haunted [Embrujada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora