Capitulo 12: ¿Confías en mi?

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La luz de la ventana me golpea en el rostro,me lo cubro con el ante brazo. Escucho el sonido del agua en la bañera, abro lentamente los ojos y me doy cuenta de Roger no esta a mi lado, bostezo y frito mis ojos suavemente. Me decido por sentarme pero al momento de hacerlo, siento una gran punzada en mi trasero causando que haga una mueca de dolor.

¡Maldito hijo de puta! Grita mi subconsciente. Aun no puedo recordar cuantas veces me haya azotado, lo único que si se es que me habrá dejado una muy buena marca, aunque se que el dolor pasara. Ahora entiendo perfectamente a que se refería con "Quiero que recuerdes quien estuvo dentro tuyo".

Un gran escalofrió recorre mi espina dorsal al recordar esas palabras: tan duras y a la vez excitantes. Giro mi cabeza a la derecha veo que hay una bandeja en la mesa del centro de la habitación. Hay fruta picada, tostadas y te helado con solo ver todo esto mi estomago comienza a rugir como si fuera un león muy hambriento.

—Vaya...ya despertaste —me dice una bella voz familiar. Volteo y efectivamente si, me encuentro con mi bello Adonis saliendo del baño. Su cabello lucia húmedo y solo llevaba puesto sus Jeans. Simplemente bellisimo. —Espero que hayas dormido muy bien —toma una fresa y se la lleva a la boca devorándola de una forma extremadamente sensual.

Tranquila querida es solo una fruta.

—Dormí bien gracias, aunque me siento algo adolorida— hago una leve mueca, Roger me ve y suelta una risita perversa.— ¿Que es lo gracioso?

—Bueno esa era la idea —dice— que te sintieras adolorida.

Le hago mala cara y pongo los ojos en blanco y al parecer creo que fue algo que detono en el, que siguiera riéndose de mi, mientras se sienta en el sofá frente a mi.

—Eres tan tierna cuando te enojas —se acerca a mi lentamente.

—Eso no me convence señor Taylor —digo cruzándome de brazos y haciéndome la indignada— no era necesarios darme azotes en el trasero.

—Entonces cuando te haga mía —me toma de la barbilla y me mira a los ojos— no cierres los ojos.

—¿Por que? —pregunto frunciendo el ceño.

—Me gusta compartir el contacto visual y mas si miro tus bellos ojos castaños que tanto me gustan. Me besa de forma salvaje pero dulcemente a la vez, su lengua posee mi boca y trata de dominarme completamente, me toma del cuello haciendo aun mas profundo e intenso nuestro beso. Con solo besarme me hace sentir en el séptimo cielo.

¡Dios! Estoy tan profundamente enamorada de este hombre lo amo completamente. Quiero descubrir poco a poco ese hombre maravilloso que hay dentro de Roger.

Se separa de mi, con sus manos toma mi rostro y lo acaricia suavemente mis mejillas con sus pulgares. Adoro cuando hace eso.

—Elizabeth ¿Que me estas haciendo? —me pregunta mientras seguía acariciando mi rostro sin despegar esos bellos ojos azules que tanto me enamora.

—Es lo mismo que me pregunto —susurro— ¿Que me estas haciendo?

—Créeme que jamas me he sentido de esta forma con otra mujer.

—¿De que forma?

—Diferente —dice un tono serio— ninguna mujer me ha hecho sentir querido y tu eres tan distinta.

¡Vaya al parecer tuvo un pasado un poco duro— vuelve de nuevo mi subconsciente hablándome al oído. No se si sentirme halagada con lo que acaba decir, pero en lo mas profundo de mi ser hay una gran curiosidad de saber su pasado, pero otra esta saltando de alegría como si hubiera una esperanza sobre todo esto.

Haunted [Embrujada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora