Capitulo 11: La Musa

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Voy hacia a la oficina de correo, ya que hoy tenia que mandar a España el borrador de mi entrevista y unas cuantas observaciones. Pase toda la noche redactando todo esto, era tan cansado estar hasta altas horas de la noche escribiendo una y otra vez.

Giro hacia a la izquierda llegando a mi destino.

—Buenos días —me dijo el muchacho del correo amablemente.

—Buenos días —respondí— venia a enviar esto.

Le entrego el sobre tamaño oficio al joven, lo observa para que todo estuviera en orden.

—Lo enviara a Madrid ¿no? —me pregunta. Asiento—muy bien en tres días estará el paquete en Madrid

—Muchas gracias

—Un gusto, que tenga un buen día.


Salgo de la oficina, quiero llegar pronto al hotel me siento algo cansada. Durante el camino en el taxi no dejaba de pensar que algo no iba bien. Roger no me ha llamado desde ayer en la mañana que me dejo en la entrada del hotel. Se que sonare como una loca desquiciada ¿sera que ya no quiere estar conmigo? ¿Se arrepintió por todo lo que dijo aquella noche?

—¿Qué estupideces dices Elizabeth?— me dijo mi voz interna. El mismo me dijo que si estaba cansado de estar conmigo, nunca me hubiera buscado y mucho menos hubiéramos hecho el amor.

Niego ante la gran idiotez que había pensado, puede que no me haya llamado me imagino que debe estar ocupado con su gira. Bajo del taxi. Oigo como mi estomago ruge, tengo demasiada hambre.

¡Pero no! Tengo que seguir con esta dieta, solo comeré algo de fruta y punto. Saco las llaves de mi bolso y torpemente se me caen, gruño un poco molesta. Me agacho a recogerlas encontrándome con un sobre color vino, frunzo el ceño y lo tomo de una vez. El sobre decía mi nombre en letras cursivas, lo abrí.


"Que tengas un buen día, te espero esta noche en mi apartamento.

Atte: R.T

Pd: espero que hayas cumplido con la tarea que te encomendé"


¡Maldita sea! Lo había olvidado tenia que ir a la dichosa tienda. Bufo indignada y entro al cuarto ¿Por qué me obliga hacer esto?

Miro a todos lados y curiosamente Samantha no esta en ninguna parte, volteo encontrándome con una tarjeta en mi cama. ¡Vaya! Ahora todos están escribiendo tarjetas, la tomo y leo que hay escrito.

"Lizzy te aviso que volveré mañana por la mañana, mi amado me invito a salir a las afueras de Londres, no me pude negar ¡lo siento!

Te mando besos y cuídate

Samantha" 

¡No puedo creerlo! Se largo y me abandono. Me tiro boca-arriba en la cama, me he dado cuenta que últimamente Sam se la a pasado hablando de Freddie. Que es romántico, amable, tierno, caballeroso, guapísimo, etc. En fin para ella es un dios. —no te vayas a morder la lengua querida— me dice mi subconsciente, fue la pedrada más fuerte que me he dado, hace una semana he dicho lo perfecto que es mi Adonis.

Me sonrojo al recordar aquella noche tan perfecta. Samantha puede tener una relación normal con cualquier persona, pero lamentablemente yo no puedo. Roger al parecer no me ve de la manera en como yo lo veo. Me levanto de la cama malhumorada en busca de algo de comer, después de ese pequeño receso debo de ir a esa dichosa tienda.

Haunted [Embrujada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora