Haunted [Embrujada]

Capítulo 17: Viaje A Madrid (Parte 2)

La expresión de mi jefe era seria, lucía desconcertado, creo que no se había imaginado tal noticia. Por un momento lo había tomado como una broma, pero al ver que también mi expresión no era tal cual, su sonrisa se había desvanecido.

Tenía mi trabajo entre sus manos, mi jefe ya lo había terminado de leer y siendo demasiado sincera me sentía demasiado nerviosa, no podía descifrar que era lo que le ocurría en estos momentos.
De repente soltó un gran suspiro y dejo el folder en el escritorio. Me observó por unos segundos, después formó una sonrisa, yo conocía esa sonrisa, ya que era una mezcla entre calidez y picardía. ¿Qué le ocurría?

-Así que esté es tu último trabajo con nosotros, ¿Verdad? -por fin rompió aquel incómodo silencio.

-Sí señor -afirme segura.

-Lizzy, eres una de mis mejores trabajadoras me harás mucha falta -se levantó de su silla, caminó directamente hacia la ventana. - en tan poco tiempo te he visto crecer. Tienes mucho por dar.

-Lo se señor, créame que estoy demasiado agradecida por todo lo que ha hecho por mi -dije.

En realidad me sentía tan mal dejar todo esto, yo se que a mi jefe no le faltará personal en su editorial, eso está más que seguro, sólo que le tengo un gran afecto esté trabajo. Desde que terminé mis estudios mi sueño siempre fue trabajar como columnista en una editorial muy importante, se que en algún momento de mi vida mis metas cambiarían. Pero no tan rápido.

Pero también como dije al principio, tomé esta decisión con mucha firmeza, no quería dar marcha atrás.

-¿Tienes un plan b para tu carrera? -preguntó mi jefe mientras volvía tomar asiento frente a su escritorio. - ¿Tienes pensado trabajar en otra parte?

-Bueno... -comencé a titubear. - sí, quiero trabajar en Londres, seguir de lleno de columnista o trabajar oficialmente como periodista.

-¿Londres? -me miraba sorprendido.

-Sí, de hecho volveré en unos días -dije - pero antes de irme, quiero visitar a mi madre.

-Quien lo diría, en un mes te enamoraste de la ciudad. -sonrió con picardía.

Ese último comentario me hizo sonrojar, Londres es una ciudad bellísima pero no simplemente me enamoré del lugar sino de un bellísimo hombre, ese bellísimo hombre que me esperaba afuera del la oficina.

Por un momento sentí que mis mejillas se calentaba un poco, quizá por ese último pensamiento.

-Hay un semblante muy distinto en tu cara -me miraba mi jefe detenidamente, como si tratase de descifrar algo. - No te pareces en nada a la joven insegura y tímida que salió de esta oficina, hay un brillo misterioso en tus ojos... ¿Hay algo más que quieras contarme?

Sí, pensé.

En verdad sí había algo que debía de contarle, tenía que sincerarme totalmente cuál era la otra razón por la que me iba. Era necesario.

-En realidad sí -confesé nerviosa. - hay algo más que debo decirle.

-Muy bien, dime -dijo mi jefe mostrando confianza.

Tomé aire, esto era ahora o nunca.

-La otra razón por la que también me iré a vivir a Londres, es que, haré una vida con mi pareja -podía sentir que las piernas me temblaban.

-¿Tú pareja? -me miró perplejo. - yo no sabía que tenías pareja.

-Sí, la tengo, la conocí durante mí estadía.

-Vaya, entonces esto va demasiado serio.

-Sí señor.

-¿Recuerdas lo que habíamos hablado aquella vez por teléfono? -preguntó.