Capítulo 27

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–Toma –dejó dos vasos de vidrio sobre la mesa, uno para Kakashi y otro para ella– yo igual me siento pésimo así que tomaré lo mismo –Anko se percató de que Kakashi no había tomado su plato– deberías comer algo. Vas a vomitar si no lo haces –se tomó la bebida extraña de un solo trago.

–Me da asco incluso pensar en la comida –acercó su plato aún así– pero creeré en ti un poco...

–Confía en mí, la resaca se cura con esto, no hay nadie más calificado que yo para este tipo de asunto, ¿no es así, Iruka? –El moreno sólo asintió– ¿lo ves?

–Bien... Como digas –comenzó a comer su comida– ¡Dios! Esto sabe asqueroso...

–Después de una noche tan larga –lo miró con una cara pícara– todo debe saberte horrible si es que no es... –lanzó una pequeña mirada a Iruka.

¿Qué mierda piensa que hice con Iruka anoche? –limpió su boca con una servilleta.

–Así que, chicos. Cuéntenme: ¿qué tal se la pasaron anoche? –sonrió.

–Anko, no es el momento. Estamos comiendo –dijo Iruka. Definitivamente se refería a algo que Kakashi ya había pensado.

–¡Ay, vamos! No sean aguafiestas, Kakashi quería quedarse en tu casa por algo, y no exactamente una taza de café –se cruzó de brazos.

–Sólo me quedé porque Iruka me lo pidió –reclamó Kakashi.

–Oh... Así que fue el lindo moreno quien dio el primer paso, ¿no es así? –ambos se sonrojaron.

–¡Anko, silencio! Solo dormimos y ya. Ahora ¡cállate! –ordenó Iruka.

–Tsk... Bueno. Pero esto no queda así, tarde o temprano tendrán que decirme –continuó con su comida.

–Creeme qué no hay nada que decir, sólo dormimos –Kakashi se notaba molesto.

–Kakashi, tú también. Solo callen y terminen su comida.

–Aguafiestas... –susurró Anko.

–¿Qué dijiste? –preguntó Iruka molesto.

–Ya, ya. Lo siento, se nota que no estás de humor –terminó su comida y dejó su plato en en la basura pues era desechable– Kakashi, ¿no vas a tomarte eso?

–Ah, sí. Solo terminaré mi comida –respondió.

–Deberías tomarlo ahora que tu estómago no está tan lleno, podría ser peor si es que te llega a caer mal esa cosa –se sentó de nuevo frente a los dos chicos– así que evitate problemas y sólo terminarlo rápido.

–Hmm... Bien, lo haré –tomó el vaso y, al igual que Anko, lo terminó de un solo trago. Sabía horrible– ¡Agh! ¡Esto es asqueroso! ¿Tiene alcohol, cierto? –preguntó.

–Sí, obvio. La mejor manera de quitar la resaca, es con eso. Creeme que en unos minutos te sentirás mejor, ahora solo come tu comida despacio, no queremos limpiar.

–El lado bueno es que, enserio, esa cosa funciona muy bien –Iruka se levantó de su asiento y tiró el plato a la basura– yo no lo tomo porque eso hace que vomite, y por eso prefiero tomar medicamentos.

–Bien... Yo creo que paso con la comida –tapó el plato– mejor la termino luego. Quedé con un mal sabor de boca –reprochó.

–Es tu primera vez con ello, no importa. Ya te acostumbras –se levantó de su asiento y acomodó la silla que había usado.

–¿Tienen planes para hoy? –preguntó Iruka.

–Yo sí –contestó Anko.

–¿Qué harás? –miró a la pelimorada.

Estúpido Loco °KakaIru°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora