Estúpido Loco °KakaIru°

Capítulo 22

–Iré a ver como sigue Iruka, ¿vienes? –preguntó Anko después de dejar a Gai en su casa.

–Uh, sí, está bien.

–¿Te comentó que saldremos el sábado? –Anko lo miró.

–Sí, ambos quedamos de acuerdo en eso.

–Ya veo... Kakashi –está vez Kakashi la miró a ella– creo que tienes más oportunidades de las que crees con Iruka.

–¿Enserio? –se le iluminaron los ojos– perdón... ¿Por qué lo dices? –Anko se rio ante la reacción del chico.

–Conosco perfectamente a mi Iru, y sé que él también siente algo por ti... O tal vez aún no lo sabe, pero debe tener alguna sensación al estar contigo.

–No lo creo... No he visto que actúe de manera extraña estando conmigo.

–Ninguno de los dos actúa raro estando junto al otro, convivo con ambos por separado.

–Espero que no te estés equivocado... Hablando de eso, dijiste que me ibas a ayudar con la declaración, ¿cómo va eso?

–Hmmm –recordó la salida del sábado– ¡oh! Sí, está arreglado ya.

–¿Y cuál es el plan? –La miró con curiosidad.

–Dejamelo todo a mi, tú no te preocupes.

–No confío lo suficiente en ti en cuanto a eso, no sé exactamente de qué eres capaz...

–Cómo quieras, igual lo haré –sonrió con malicia.

–Bieeen, haz lo que quieras, ¡pero más te vale no hacer ninguna estupidez, Anko! –la miró con desconfianza.

Anko continuó conduciendo el auto hasta llegar a casa de Iruka; bajaron del auto y Anko metió la llave en la puerta y abrió esta misma para luego ambos chicos pasar primero a la casa y después a la habitación de Iruka en donde Anko le daría una bolsa que traía bolitas de arroz frito que la pelimorada le había traído para que comiera. Anko salió de la habitación dejando a Kakashi y al moreno solos, con la excusa de que iría a prepararle un té a Iruka.

Kakashi se sentó en la orilla de la cama de Iruka mientras el otro chico comía sus bolitas de arroz; Kakashi miró a su costado, a la mesita de noche de Iruka, había un libro ahí, lo tomó y luego miró a Iruka mientras abría el mismo libro para comenzar a leer.

–¿Leer te hace sentir mejor? –preguntó Kakashi leyendo el libro.

–Oh, sí. Me ayuda a relajarme, he estado leyendo todo el día, ¿por? –respondió tapándose la boca con una mano ya que aún estaba masticando un bocado.

–Tengo una colección de libros en mi closet, puedo traerte algunos si gustas.

–Tengo algunos que no he empezado a leer, no es necesario –sonrío– pero sí te parece ese interesante, puedes llevártelo.

–Hmmm... Tal vez cuando acabes de leerlo sí me lo lleve –cerró el libro y lo dejó en donde lo encontró.

–Bueno –había terminado su comida– tenía hambre, lo siento –río un poco.

–No te preocupes, fue mi culpa que llegáramos algo tarde –se rascó la nuca– tuve que hacer algo después del trabajo.

–Entiendo... –hubo silencio.

–¿Te sentiste mejor en el transcurso del día? –preguntó Kakashi con una sonrisa.

–Sí, me sentí mejor un tiempo después de que se fueron.

–Me alegro mucho, Iruka.

–Anko ya tardó mucho, ¿no? –preguntó Iruka mirando la dirección en la que la chica se había ido.

–Es verdad, iré a ver que no haya incendiado tu cocina o algo por el estilo –dijo Kakashi bromeando.

–Siendo ella no me sorprendería que los bomberos vinieran en camino –Iruka río también.

Kakashi se levantó aún riendo y salió de la habitación con camino a la cocina para buscar a Anko, pero su búsqueda no duró tanto tiempo como esperaba porque en cuanto salió de la habitación, se detuvo un poco y miró hacia atrás y vio a la chica con expresión nerviosa detras de la pared que estaba a un lado de la habitación de Iruka. Era más que obvio que había estado espiando la conversación que ambos chicos habían tenido. En cuando Anko vio a Kakashi a los ojos le dijo que iría a hacer el té y Kakashi regresó dentro de la habitación para encontrar a Iruka leyendo su libro; El moreno levantó la mirada, dejó el libro en la mesita de noche, hizo a un lado la sábanas e invitó a Kakashi a sentarse a su lado con una cálida sonrisa en su cara.

–Estaba detrás de la puerta –el peliplata se sentó al lado del chico mirándolo con gracia.

–Viniendo de ella, no me sorprende para nada –rodó los ojos– ella es así, lamento que ahora tengas que soportarla también –soltó una pequeña risa.

–Sí, yo también lo lamento –rio también– ella... Ella en verdad piensa que nos gustamos, algo curioso ¿no crees? –lo miró.

–Sí... –bajó la mirada– sí, lo es –volvió a mirarlo.

–Pero es gracioso a la vez, no me molesta que lo haga en realidad –le sonrió.

–A mí... A mí tampoco me molesta –lo miró a los ojos.

Sus miradas se encontraron más cerca que nunca, estaban a unos centímetros del rostro del otro, en la misma casa, la misma habitación, la cama. Se miraron a los ojos unos segundos bastante largos; Kakashi sintió el calor que Iruka emitía, estaba cómodo y no tenía ninguna intención de apartarse de él. Era como si sus miradas se hubieran estado buscando durante tanto tiempo y cuando se encontraron no pudieron separarse, el tiempo se sentía como si se hubiera detenido. Iruka apartaba su mirada cálida y brillante de la profunda y fría mirada de Kakashi. Iruka rompió el silencio tan cómodo que se había creado.

–Me gustan sus ojos –dijo con seguridad.

–¿Eh...? –apartó la mirada rápidamente y cubrió su sonrojo con su mano– lo si-siento, lo dijiste tan de repente y yo... No estoy a-acostumbrado a ese tipo de halagos –rio con nerviosismo.

–¡Lo siento...! –sé vio avergonzado después de lo que Kakashi dijo– no quise... Yo sólo... Pensé en voz alta, lo lamento –se razcó el tronco de la nariz.

–Bueno, si así fue... Significa que es verdad, ¿no?

–S-Sí, supongo.

Se miraron nuevamente mientras sonreían con algo de nerviosismo para finalmente terminar riendo por lo que había pasado, era gracioso pero vergonzoso a la vez. Sabían que no hablarían de eso estén solos o no, sea una anécdota graciosa o no... Pero tal vez ¿había posibilidad de que sí pasara?

𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍𑁍

Holaaa, espero le haya gustado el cap.

Quisiera saber que les está pareciendo la historia y si hay algo en particular que les gustaria que pasara :D

Solo eso, nos vemos luego. Byeee ❀