Capítulo 10

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Iruka y Anko almorzaba un rico plato de ramen bien calentito para el frío de las mañanas, el ramen era la comida favorita de Iruka y le sabía mejor si estaba acompañado de su mejor amiga, la persona que siempre lo hacía sentir mejor.

–Oye, Anko, iba a preguntarte ¿cuándo entra Kakashi a trabajar?

–Lo más probable es que el lunes. En tres días. Hoy el jefe me avisará si es así y yo le diré a Kakashi, ayer me mandó un mensaje diciendo que ya había comprado la camisa y el pantalón del uniforme, el mandil se lo darán en el trabajo.

–Entiendo. Gracias por haberlo ayudado a conseguir el trabajo.

–No es nada, Kakashi me agrada mucho.

–Si, es una buena persona.

–En fin, si tendrás tiempo de salir mañana.

–Sip, yo creo que si, no tengo ningún otro plan y dudo que pase algún imprevisto.

–Muy bien, yo pasaré por ambos a su casa.

–¿A qué hora saldremos entonces?

–A las 7 está bien, para empezar temprano ¿Te parece?

–Sí, está perfecto, igual que este ramen.

–Sí, este ramen es muy bueno, ¿dónde lo compras?

–Frente al mercado hay un puestito callejero de ramen: Ichiraku ramen. Desde hace unos años siempre compro ramen de ese lugar y nunca me arrepiento.

–Ni como arrepentirse si este ramen es buenísimo –Anko sonrió.

–Sí, lo es.

–Bueno, ya terminé –dijo Anko.

–Igual yo, lo que significa que ya tengo que irme.

–¿A qué hora trabajas hoy? –preguntó Anko.

–Es viernes, entro a las 12 y salgo a las 5.

–Oh, está bien.

–Tengo que irme, nos vemos luego.

–¡Nos vemos!

Iruka tomó sus cosas y salió de la casa de Anko.

Anko, por su parte, se metió a dar una ducha y ordenó su habitación un poco ya que hacía un tiempo no lo hacía. Miró su teléfono y vio que tenía un "Buenos días, Anko" en el chat de Gai, eso la hizo sonreír. Se sentó sobre el borde de su cama y comenzó a hablar con él.

El tiempo pasó rápido y ya era hora de que Anko saliera a trabajar. Se arregló rápido y salió corriendo al auto, se había quedado bastante tiempo hablando con Gai y ya se le hacía tarde, no podía tener más retardos así que condujo lo más rápido que pudo hasta llegar al trabajo. Llegó y le dio una sonrisa a Gai seguido de un saludo, fue al baño para arreglarse el cabello, no le había dado tiempo de hacerlo en su casa, y regresó a donde estaba Gai.

–Listo, ya regresé jaja.

–Uh, hola, Anko.

–Hola, Gai.

–¿Cómo estás hoy, linda? –Anko sonrió algo avergonzada.

–A parte de sin ganas de trabajar, bien, ¿y tú?

–Bien, igual... ¿Iruka dijo algo sobre hoy?

–No, dijo que estaba bien. ¿Te parece si paso por ti?

–No, no es necesario, solo dime a donde iremos y a que hora –sonrió.

–Oh, bueno, estaremos ahí como a las 7 y el local te lo mando después, es uno que abrió hace poco y no estoy segura de que lo conozcas.

–Está bien. Bueno te dejo, iré a tomar unas órdenes, nos vemos luego.

–¡Nos vemos! –se despidieron con una sonrisa.

Cómo ese día era un sábado, era más que obvio que iba a haber más gente de la que había entre semana. La verdad era que los sábados, más que cualquier otro día, se llenaba más de gente pues la gente prefería salir de fiesta los domingos, y también esa era la razón por la que los domingos no se abría el restaurante.

Fue un día bastante pesado, lo normal en un sábado, pero ya era hora de salida. Los sábados se cerraba temprano. Los empleados solamente necesitaban limpiar el lugar y salir de ahí, cuando todo estaban por terminar, el jefe salió de su oficina para llamar a Anko.

–Anko, venga conmigo por favor.

–Uh, si, si, ya voy –fue tras el jefe y entraron a su oficina.

–Si es que tu amigo ya te dijo, consiguió el trabajo.

–Sí, ya me dijo.

–Bueno, dile que entra el lunes a trabajar, como es tu amigo necesito que le muestres como se hace esto, él será cajero de la cafetería junto contigo, ya que eres la unica.

–Oh, está bien, ¿sólo era eso?

–Sí, espero que tu amigo no me decepcione, Anko.

–No lo hará señor, él es una persona muy dedicada, yo me encargaré de que haga bien el trabajo.

–Muy bien, puedes seguir con lo tuyo.

–Con su permiso –se levantó del asiento y se fue.

Terminó de hacer lo que le faltaba bastante rápido, se despidió de Gai y camino a su casa le escribió un mensaje a Iruka que decía "Tengo buenas noticias para el peliplata de tu amigo o novio o lo que sea".

Llegó a su casa, se cambió la ropa y preparó algo para comer. Después de eso se durmió un poco, era Anko, y quería estar llena de energía para estar con sus amigos, sabía que Iruka no se quedaría hasta muy tarde pero ella y Gai eran personas muy fiesteras así que tal vez se quedarían un buen rato más después de que Iruka y, conociendo a Iruka, Kakashi se fueran, no dejaría a su amigo solo y menos con Anko y Gai.

Iruka, por su parte, limpió un poco su casa al salir del trabajo, ya que tal vez invitaría a Kakashi a pasar la noche con él pues quien sabe a que hora Anko los dejaría salir del bar y, para esas horas, era algo peligroso ir hasta la casa de Kakashi, la casa de Iruka era la que más cerca estaba del bar así que tenia que estar limpio o al menos algo arreglado para cuando Kakashi llegara.

Eran ya las 5:30 p.m. Kakashi e Iruka habían quedado que se verían a las 6:00 p.m. Por lo que Kakashi salió de su casa después de darse una ducha y arreglarse. Llevaba una camisa blanca, una chaqueta café y un pantalón de mezclilla.

Kakashi llegó al edificio donde vivía Iruka, entró a la recepción y después al elevador para subir al piso de Iruka. Llegó afuera de su puerta y tocó la puerta, se escucharon unos pasos dentro del departamento y luego Iruka abrió la puerta.

Iruka tenía el cabello suelto, mojado aún, una toalla solamente de la cintura para abajo. Kakashi no sabía cómo reaccionar, sentía que la sangre de su cara se le calentaba, lograba disimularlo pero no quitaba el echo de que se sentía algo extraño.

–Hola, perdona, voy saliendo del baño –Iruka río.

–O-Oh... Si, esta bi-bien, no te preocupes...

–¿Te pasa algo?

–No... Nada es solo q-que tengo algo de sed...

–Oh, pasa, pasa –se quitó de la puerta– ven, te servire algo de agua –Kakashi asintió.

¡Diablos! ¡¿QUÉ ME PASA...?! No es la primera vez que veo un hombre con el torso al descubierto... ¿Por qué me siento así? –Kakashi se maldecia a si mismo.

–Toma –Iruka le dio un vaso con agua.

–Gracias, Iruka...

–De nada –le sonrió– en seguida regreso, iré a vestirme.

–S-Si, te espero.

Estúpido Loco °KakaIru°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora