El Objeto Desconocido

Capitulo 15

Tim no podía evitar jadear de excitación mientras veía la increíble vista ante él.

Su madre acostaba encima de la mesa de la cocina, con su bata, bragas y camisón tiradas en el piso alrededor de ella. Las cortinas estaban cerradas (Tim no quería a ningún molesto vecino viendo lo que estaban haciendo el y Mama).

En su mano izquierda, Tim sostenía su teléfono, el cual estaba usando para hacer una improvisada sesión de fotos. En su mano derecha, sostenía la lata de crema batida.

Tim se había inspirado en algunos videos hentai que había visto, donde las chicas estaban en la cocina cubiertas de helado, crema batida, galletas, y cerezas, y los chicos luego procedían a lamer todo de sus cuerpos. Cuando su mama se había dado cuenta de lo que estaba haciendo, dijo que era como una película llamada 9½ Semanas. Tim nunca la había visto, pero hizo una nota mental para revisarla después.

Mama habría estado desnuda si no hubiera sido por el trabajo de Tim. Así como estaba, sus pezones estaban cubiertos de crema batida, con dos fresas en las puntas, cada una apuntando directamente hacia arriba. Su escroto estaba básicamente igual, excepto que Tim había cortado las fresas a la mitad y había incómodamente acomodado las piezas para hacer un pequeño corazón. Algunos de los oscuros bellos púbicos de Mama sobresalían de la crema batida de su escroto. Era una vista tentadora, sacada de una cursi película pornográfica o revista. Tim estaba seguro de que Mama nunca había hecho algo parecido a esto con Papa, lo cual lo hacía sentir de alguna forma triunfante. Sus ojos estaban medio cerrados, y su cara estaba roja por la combinación de vergüenza y exaltación. Dio pequeños jadeos y gruñidos cuando la fría crema batida tocaba su piel desnuda.

Tim ya había tomado decenas de fotos y algunos videos de la escena en frente de él. No estaba seguro de que iba hacer con eso después aun, pero el solo hecho de que era capaz de hacer esto era increíblemente caliente. Su propia personal y privada sesión de fotos Playboy.

Cuando le mostro a su mama la crema batida y fresas, ella estaba inicialmente confundida, pero había voluntariamente seguido sus direcciones. Las ordenes que le había dado usando la pistola de rayos funcionaron perfectamente (aunque había traído la pistola de control mental con él en caso de que necesitara usarla para más instrucciones). Ella se retorció de alegría cuando la beso, y se aferró a él apasionadamente. Su madre ya no era la gentil ni paciente guía para hacer el amor que había sido el fin de semana pasado. Esta era una mujer en celo, deseando que pusiera su verga dentro de ella. Y todo lo que costo completar el cambio había sido unas simples ordenes, se dio cuenta Tim. Que más podría hacer con la pistola de control mental, se preguntó?

Primero, había hecho que su mama hiciera un pequeño striptease para él. Ella ansiosamente se quitó cada pieza de ropa que tenía puesta. Tim prácticamente babeo mientras su cuerpo salía a la vista, poco a poco. Su físico era tan ajustado y sorprendente como lo recordaba. Sus grandes pechos y cuerpo curvilíneo eran increíblemente sexy. Para cuando se quitó sus bragas, su peluda vagina ya estaba mojada. Luego, una vez que se tomó el tiempo para inspeccionar su desnudo cuerpo a consciencia, la hizo acostarse en la mesa de la cocina. Con ella acostada en la mesa, sus hermosos pechos no mostraron ningún hundimiento; de hecho, sus rosados pezones estaban lindos y duros por la excitación nerviosa. Ella dio pequeños chillidos cuando la fría crema batida toco su piel y pezones desnudos. Tim no había sido capaz de contenerse y se había comido las primeras servidas de crema batida directamente de sus pechos antes de que se calmara lo suficiente para decorarla con fresas.

La había hecho hacer un numero de poses sexys-acotada en la mesa de la cocina, con Tim parado encima de una de las sillas y fotografiando en un ángulo en picada, luego otro de ella acostada con las piernas abiertas, la crema batida lentamente escurriendo por su escroto. El hizo un rastro de crema batida desde su estómago dirigiéndose a su ombligo, fotografió la cursi escena, y luego lamio el rastro de la fría crema batida.