Capitulo 21

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Christopher Wilford vio como la Srta. Sommer y el niño raro iban hacia las bodegas para buscar los documentos de Oskar Müller (quienquiera que fuera—Christopher nunca había escuchado del tipo). Suspiro con alivio—odiaba trabajar en los días cuando la bibliotecaria en jefe estaba a cargo. La Srta. Sommer era una pequeña vieja rigorista que le hacia la vida miserable a los dos de sus asistentes así como a los voluntarios de la librería.

Estaba por volver a trabajar clasificando libres en la computadora cuando noto la nota que la Srta. Sommer había dejado. Vio la nota, escrita con la letra cursiva de la Srta. Sommer: 'Timothy H. West—saltándose clases???—declara hacer investigación—su profesora de historia es la Srta. Hannah Davis en la Preparatoria Lansdale. Contactar profesora.'

'Contactar profesora?' Christopher pensó que la vieja bruja estaba planeando llamar a la escuela y reportar al niño raro por saltarse clases. Gentilmente rasco su generosa barbilla y pensó en eso por un momento—quizás podría entrar en gracia con la Srta. Sommer si tomaba la iniciativa de llamar a esta Srta. Davis y reportar la ausencia de su estudiante. Al menos, podría evitar darle otra razón para que se moleste con él. Como si necesitara una.

Suspiro y busco el numero de la Preparatoria Lansdale en la computadora. Encontró la extensión del director de la preparatoria y llamo al número con el teléfono del escritorio de información de la librería.

"Hola, es la Preparatoria Lansdale? Soy Chris Wilford, soy un bibliotecario en la Librera Publica Central de Lansdale. Podría por favor hablar con la Srta. Hannah Davis en el departamento de historia?"

*                                                    *                                              *

Tim se le quedo mirando a la anciana, su expresión era obviamente de confusión.

"Por favor perdóneme," suplico la Srta. Sommer. "No tenía idea de que usted fuera el heredero del Dr. Müller. Pero por supuesto, de que otra forma podría ser? Me dijo, hace muchos años, que trabajara aquí, que cuidara su trabajo, y me asegurara de estar dispuesta a ayudar cuando uno de sus herederos llegara a buscar su investigación, para servir a su heredero de la misma forma que serví al Dr. Müller. Pero esperé, y pensé que quizás nunca había tenido la oportunidad de pasar la pistola de control mental a nadie después de que murió tan repentinamente. Pero espere. Oh, he esperado por muchos, muchos años por este momento."

Había lágrimas en los ojos de la anciana. Cualquiera que hayan sido las ordenes que el Dr. Müller le haya dado hace mucho, obviamente aun las estaba siguiendo.

Tim tomo una decisión.

"Ok, Srta. Sommer, porque no toma asiento y me explica, brevemente, que es todo esto?"

"Por supuesto, por supuesto," dijo ella, levantándose después de un poco de esfuerzo y tomando otra silla. "Que tanto es lo que sabe?"

"No mucho," admitió Tim. "Se que el Dr. Müller invento la pistola de control mental. Se que la mostro a los científicos del Departamento de Guerra antes de que, uh, cambiara de parecer. Se que uso la pistola en—"

"Si, si," continuo la Srta. Sommer, impaciente, mientras pensaba que había esperado años para contarle la historia a alguien (o quizás si había esperado). "El amo invento la pistola, pero cuando con los científicos del Departamento de Guerra, se dio cuenta de que eso llevaría a la calamidad si se las daba. Así que se aseguró de lavarles el cerebro, haciéndolos pensar que solo era un estafador. Debió haber sido un gran sacrificio, tan indignante, para el amo ser el objeto de burlas de todos en Lansdale. Pero todos recibieron su justo castigo al final."

El Objeto DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora