Capitulo 8

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Tim bajo las escaleras para saludar a su padre con más que una ligera trepidación. Había estado evitando pensar sobre esto todo el fin de semana, pero—Papa se daría cuenta que algo estaba diferente cuando volviera? Había sido Tim lo suficientemente exhaustivo en las órdenes y sugestiones que le dio a Mama?

Mientras llegaba a la puerta del frente, vio a su madre ya lista esperando abrir la puerta del frente. Justo entonces, su hermana corrió pasándolo; mientras Papa entraba, jalando su maleta, Heather lo englobo en un abrazo de oso. Papa le dio un beso en la frente, y luego se giró a Mama, abrazándola y besándola en los labios (lo cual a Tim le dio una punzada de envidia).

"Bueno, que coincidencia," dijo Papa con una sonrisa. "Todas mis personas favoritas en un solo lugar. Tim, ven aquí, chico!"

El tomo a Tim y lo abrazo también.

"Como has estado, campeón? Tuviste un buen fin de semana?"

"H—huh, s—sí, muy bueno," tartamudeo Tim en respuesta. Mas que bueno.

"Bueno, también tu viejo," dijo Papa, quitándole los brazos de encima a Tim y Heather. "Realmente hice un home run esta vez—y les diré tooooodo sobre eso...Solo necesito algo de comida. Bill, entra."

Tim no se había dado cuenta, pero el compañero del trabajo de Papa, Bill, había estado esperando afuera del pórtico. Bill era un hombre de mediana edad, con cabello gris peinado hacia atrás, usando un traje afilado. A diferencia del padre de Tim, quien a menudo usaba trajes arrugados que se compraba en a granel en el Emporio de Hombres, los trajes de Bill eran a la medida, probablemente mandados a hacer. Hacían un par inusual, pero aparentemente trabajaban bien juntos.

"Gracias por invitarme a tu adorable hogar con tan poco anticipo," dijo Bill, con una ligera sonrisa. El saludo a Mama y a Heather con un movimiento de cabeza, y bio a Tim y le dio un firme apretón de manos.

"Esperen a que les cuente a todos los negocios que Bill y yo hicimos en Luisiana. Que hay de cenar, cariño?"

"Pollo cacciatore y palillos mozzarella, pero tardaran un poco en estar listos," dijo Mama mientras tomaba el saco del traje de Papa y lo colgaba gentilmente. "Puedo tomar tu saco también, Bill?"

"Gracias, Kathleen—sabes, ha pasado un tiempo desde que comí una cena casera," dijo Bill, quitándose el saco. Mientras lo hacía, Tim no podía evitar notar el reloj que Bill estaba usando. Patek Philippe. Tim sabia suficiente de relojes para saber que era una marca lujosa. Como Bill podía costearse todas estas cosas, si hacia lo mismo que Papa?

El papa de Tim estaba en sus cuarentas y había jugado baseball en la universidad, así que cuando él hablaba, rociaba metáforas de deportes liberalmente, junto con ocasionales referencias de su película vieja favorita, su otro gran pasatiempo. Mama lo conoció cuando ambos estaban en la universidad, después de que fue a uno de los juegos del equipo junto con algunas de sus compañeras de cuarto. Ella solía hablar de lo guapo que era, con su cabello rubio corto resplandeciendo a la luz del sol, mirándose tan ágil en su uniforme. Apenas podías ver eso ahora—él era un hombre de mediana edad, un poco barrigón, y tenía entradas en el cabello.

"Podrías traernos unas cervezas mientras esperamos la comida, querida? Bill y yo tenemos mucho que celebrar," dijo Papa, con su mano frotando la espalda baja de Mama.

Cuida tus manos, pensó Tim, pero mantuvo su expresión blanda.

"Por supuesto, querido," dijo Mama. "Por qué no se relajan en la sala y se las llevare?"

Papa y Bill se sentaron en los dos reclinables y Tim y Heather se sentaron en el sillón. Era incomodo—el no conocía a Bill lo suficientemente bien para preguntarle cualquier cosa, y el apenas podía ver a su padre, considerando todas las cosas.

El Objeto DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora