บทที่ 10.

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Después de un rato, reposandose y esperando que las señoras cocineras recogieran lo utilizado a la hora de la comida, todos se levantaron de la mesa y justo cuando estaba a punto de hacerlo, ka menor notó como la mano de Macao se colocaba suavemente en su brazo, tratando de llamar su atención de forma calmada.

Se volteó con lentitud sin saber cómo reaccionar ante ese delicado toque y se encontró cara a cara con él, o bueno cara a cara no, cara a pecho, porque el chico era alto para su edad provocando que por la baja estatura de la menor, ésta tuviese que extender su cuello para poder mirarlo.

“Vamos afuera” Le mencionó con una sonrisa mientras señalaba con el mismo brazo que la había llamado, la salida del lugar. La menor se levantó y lo siguió, notando también como Porchay se levantaba de su silla y se unía a ellos en su caminata.

Minutos después llegaron a lo que la menor logró reconocer como la piscina de la familia mayor, ambos chicos se quitaron los zapatos y subieron sus pantalones, sentándose en el borde de la piscina e introduciendo los pies en ella.

Eileen no sabía que hacer. Ella tenía puesto un vestido.

Con delicadeza, trató de quitar de sus pies las pantuflas sin mojarlas. Había cenado en pantuflas. Se sonrojó de la vergüenza, no lo había recordado a tiempo.

No puede ser.

Se acercó temerosa intentando no mirar demasiado la piscina que se asomaba debajo de ella, se notaba que ésta era bastante profunda y le ponía los pelos de punta a la menor, no sabía nadar y tampoco era tan fan de las profundidades. Su sentido de alerta de activó en un dos por tres. Sostuvo su vestido entre sus piernas y se sentó suavemente, bajó las piernas sintiendo como el agua fría calaba con suavidad en sus pies y suspiró profundamente, se sentía muy bien.

“Y...” Escuchó a su lado y volteó el rostro, encontrándose con Macao, ésta vez si estaba cara a cara por la posición en la que se hallaban. “Lista para mañana?” Preguntó. Ella lo miró confundida.

“¿De qué hablas?” Mencionó en voz baja, escuchando con más atención al mayor.

“P'Khun quiere que nosotros te acompañemos a elegir el vestido de la fiesta, por el tema de la edad y todo el tema, incluso ya habló con la señora de la boutique para que tenga un conjunto de vestidos listos para tí, o en caso de que quieras más opciones, también tienen trajes de faldas y pantalones” Recitó cómo si fuera una exposición aprendida y estudiada con detalle, suspirando al finalizar de hablar. “Oh Dios mío, nunca pensé hacerle caso y aprenderme todo lo que me dijo que te dijera” Se echó a reír mientras tapaba su rostro luciendo avergonzado, sus orejas empezaban a ponerse roja.

La menor no pudo evitar sonreír, esa sonrisa poco a poco se convirtió en carcajada cuando vió como habían pasado unos minutos y Macao seguía con el rostro tapado y las orejas rojas.

“¡Uy!” Escuchó a su izquierda y volteó, ahora era Porchay quién no paraba de reír mientras aplaudía con sus manos y movía los pies de manera inquieta. Había escuchado un Uy, en persona, sentía que sus oídos habían sido bendecidos.

Al día siguiente.

Luego de aquel rato agradable con los chicos, ambos la acompañaron a su cuarto viendo como Jaebeom se encontraba esperándolos en la entrada, éste solo sonrió y la dejó pasar un poco nervioso, cerrando la puerta rápidamente después de su entrada impidiendo que ella lo acribillara con preguntas.

Ahora eran las 8:46 de la mañana y se encontraba enredada entre las sábanas peleando con el sueño y la flojera, y también con Arm y Pol quiénes con toda su fuerza de voluntad intentaban hacer que la menor se levantara a las 8 de la mañana un día de fin de semana.

“Khun Eileen, los chicos están a punto de llegar, puede dormir en el auto mientras van en camino a la boutique” Intentó negociar Pol, mientras ella negaba y se aferraba a su sábana. Si se preguntan cómo fue que ellos entraron a esa habitación si la menor probablemente tendría seguro, fue porque el mayor de los hermanos les dió una llave extra en caso de que la menor no quisiera levantarse y vaya que le atinó a la situación.

“P'Pol, no, allá no tendré en que acostarme y no descansaré nada” Mencionó entredormida mientras se arropaba por completo por tercera vez desde que ambos hombres habían entrado a la habitación. D repente todo se quedó en silencio, lo cuál si bien le pareció un silencio celestial a el espíritu de sueño de la menor, a su espíritu paranoico no le gustó para nada.

“¡Oye! ¡Eileen, levántate ya!” La chillona voz de su ahora hermano mayor caló en sus tímpanos al escuchar ese grito justo en sus narices. Literalmente. Ella se sobresaltó y rápidamente se quitó las sábanas teniendo un flashback a aquel día en el cuál conoció al mayor, solo que ésta vez el estaba sentado en su cama con una cara de enojo y los brazos cruzados. Colocando una mano en su pecho intentando calmar su corazón, se levantó de la cama y a pasos lentos llegó al baño, desnudandose y metiéndose de repente en la misma, deseando que el agua la lograra despertar.






𝙈𝙐𝙇𝙏𝙄𝙑𝙀𝙍𝙎𝘼𝙇𝙇𝙔 𝘿𝙀𝙎𝙏𝙄𝙉𝙀𝘿 • 𝙆𝙄𝙉𝙉𝙋𝙊𝙍𝙎𝙃𝙀 𝙭 𝙊𝘾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora