บทที่ 13.

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Después de que se marchara el doctor, permanecí en mi habitación acompañada de Macao y Porschay, quienes sin que yo se los pidiera hacian todo por mi evitando que sobre-esforzara según ellos mi rodilla o mi muñeca.

Se sentía bien ser tan atendida pero a su vez, se sentía agobiante ser el centro de atención.

Esa misma noche entró Tankhun con cuatro bolsas que reconocí como aquellas en las que los famosos y las personas con muchísimo dinero colocaban los vestidos preparados por un diseñador y a la medida. De éstas sacó varios vestidos, y no voy a negar que éstos eran demasiado hermosos. Pero no sé si en mi se verían así de perfectos.

Terminé eligiendo un vestido en color Rose Gold, el vestido es tan largo que cubriría mis pies si no fuera por los tacones que voy a utilizar, las mangas del mismo eran una delgada línea de tela que llegaba hasta mi espalda, que tenía un escote que llegaba hasta mi cintura, en dónde tenía un elegante y pequeño moño del mismo color del vestido. En la parte delantera, el escote era en V, lo cuál me hacía sonrojar un poco debido a que parte de mi busto se pronunciaba. Pero no me importaba, me gustaba mucho el vestido.

En cuanto al peinado fue un poco difícil conseguir quien me peinara, debido a que mi cabello es rizado y por ende no puede ser sometido a planchas o productos químicos, y yo no quería alterarlo tampoco. Pero se logró.

Día de la fiesta.

19:40 PM.

Estaba muy nerviosa.

Jamás en mi vida me había arreglado de una manera tan elegante, ni había vestido ropa tan cara, ni me había sentido tan bonita como me estoy sintiendo ahora que me estoy viendo en el espejo.

Lastima que toda esta belleza sería temporal, se iría en el momento en que la fiesta terminara y tuviera que quitar todo rastro de maquillaje de mi rostro.

Bajé la mirada, revisando por enésima vez que mi escote delantero no dejara nada fuera del vestido y orando para que por favor no me hiciera pasar vergüenzas.

“Ya está lista Khun Eileen?” Escuché la voz de Jaebeom y me volteé con rapidez mientras asentía con la cabeza, suspirando al recordar que no había entrado en la habitación y que estaba asintiendo al aire. Me acerqué con temor de perder el equilibrio a la puerta y la abrí, dejándome ver ante Jaebeom, Pol y Arm, quienes al verme abrieron los ojos de par en par y sonrieron. Me sonrojé enseguida. ¿Porqué reaccionan así? Que vergüenza.

“Sí, creo que estoy lista” Aseguré intentando no hacer contacto visual con ellos y salí cerrando por completo la puerta de la habitación.

Una vez que estuve cerca de ellos, Jaebeom ofreció su brazo de manera caballerosa y acepté tomando su brazo con nerviosismo.

Mientras caminaba con los guardaespaldas cuidándome no pude evitar pensar en mi familia en mi realidad.

¿Cuál sería su reacción si me vieran así se arreglada? ¿Les gustaría?

El sonrojo se hizo presente de nuevo al notar cómo al haber estado perdida en mis pensamientos no había notado que había llegado a un largo pasillo, por el cuál estaban varios guardaespaldas inclinados mientras yo caminaba entre ellos, demostrando una señal de respeto ante mi presencia.

Me sentía en una serie de reyes.

Mi corazón se disparó en el momento en el que escuché una multitud de voces detrás de la enorme puerta que se formaba ante mis ojos. Del otro lado de la misma se encontraba el gran salón de fiesta de la familia Theerapanyakul y no pude evitar apretar mis manos contra el saco de Jaebeom intentando quitar el sudor de mis manos. Mi respiración empezó a agitarse en el momento en que la puerta fue abierta y frente a mí hicieron acto de presencia miles de personas que me miraban cómo si estuviesen viendo a la mismísima Lady Di.

No exagero cuando digo que podía escuchar en mis oídos el sonido de mi respiración y el pitido que ésta empezaba a emitir en el momento en que pareció sentir que el lugar por dónde naturalmente saldría sin problema estaba siendo obstruido por una extraña fuerza.

No sabía que hacer, no sabía que pensar, no sabía dónde mirar, no sabía de que sostenerme aún cuando sentía los brazos de Jaebeom tomar con delicadeza mi brazo, con el que sin darme cuenta había apretado con una gran fuerza su brazo.

Podía escuchar su voz hablarme, pero se oía lejana.

Parecía tener mis oídos tapados, cualquier sonido que x o y persona a mí alrededor esté emitiendo se escuchaba lejano y con interferencia, cómo si estuviese sumergida en una piscina. Mis ojos repetían la imagen de todas las personas en el salón acercándose de manera demasiado incómoda a mí, me sentía tan sofocada. Es demasiada gente.

Solo pude reaccionar cuando una de las tibias manos de Vegas tocó mi espalda baja mientras que la otra acarició mi mejilla con suavidad, mientras que sus palabras se hacían cada vez más claras en mis oídos y jadee, en busca de aire mirando con desespero al mayor, quién sonrió al lograr hacerme reaccionar.

“Tranquila babe, estamos contigo, respira profundo y sigue adelante.” Con delicadeza me guió hacia donde se encontraba el resto de la familia esperándome, me dieron sonrisas entre preocupadas y tranquilizadoras mientras yo me acercaba con Vegas.

Y como siempre, las dudas surgieron en el momento más inesperado.

Si Kinn, Kim, y Tankhun son mis hermanos, ¿Porqué ninguno de ellos fue?

¿Porqué me sentía tan tranquila con Vegas?

𝙈𝙐𝙇𝙏𝙄𝙑𝙀𝙍𝙎𝘼𝙇𝙇𝙔 𝘿𝙀𝙎𝙏𝙄𝙉𝙀𝘿 • 𝙆𝙄𝙉𝙉𝙋𝙊𝙍𝙎𝙃𝙀 𝙭 𝙊𝘾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora