𝙈𝙐𝙇𝙏𝙄𝙑𝙀𝙍𝙎𝘼𝙇𝙇𝙔 𝘿𝙀𝙎𝙏𝙄𝙉𝙀𝘿 • 𝙆𝙄𝙉𝙉𝙋𝙊𝙍𝙎𝙃𝙀 𝙭 𝙊𝘾.

บทที่ 14

Quiero salir corriendo de aquí.

La abrumadora sensación que abarcó todo mi cuerpo cuando entré al salón y sentí todas las miradas puestas sobre mí no me abandonó ni cuando llegué al lado de Porsche, un poco confundida al no saber cómo actuar a continuación, él no dudó en revisarme de pies a cabeza cuando estuve más cerca procurando estar seguro de que yo no tuviera ni un rasguño y que toda mi ropa estuviera impecable.

“...No te preocupes, Vegas y yo te cuidaremos mientras llegan tus hermanos”  mencionó con una voz suave mientras colocaba su mano sobre mi brazo izquierdo, yo tragué saliva cuando noté como su voz se perdió entre el bullicio de la fiesta, provocando que en medio de la algarabía y el jolgorio, sus palabras fueran un vago susurro.

Con mi corazón latiendo con intensidad, busqué desesperadamente un breve momento de calma y me presioné contra el costado de Vegas, quedando un poco oculta de los ojos de la multitud. Mis ojos vagaron por la zona y pude divisar un sofá cercano a donde se encontraba la familia Theerapanyakul y ladee la cabeza al ver que no estaba tan a la vista. Vegas pareció comprender mi necesidad y se dirigió hacia allí, ocupando un asiento cercano minutos después.

No estábamos tan cerca, pero podía sentir sus miradas de vez en cuando sobre mí, y lo agradecía, si algo fuera de mis manos sucedía no sabría cómo reaccionar.

Me acomodé en mi asiento, procurando mantener la gracia de mi vestido mientras hacía todo lo posible por contener mis reacciones repentinas, consciente de no perturbar la armonía de la fiesta ni interrumpir el flujo de la serie. Pero aún así, mi cuerpo se mantenía en alerta, estando consciente de que yo no pertenecía aquí.

Solo espero encontrar rápido la razón de mi llegada acá... Y la razón del sueño con Jaebeom, y su extraña actitud.

Mantuve mi mirada en la preciosidad que se encontraba frente a mis ojos, lo cuál era básicamente un corazón de cristal transparente y en tonos lilas que se encontraba sobre una mesa del mismo material, me concentré en su estructura y suspiré. Es algo simple, pero me parecía muy lindo como se podía lograr hacer algo tan detallado con vidrio, y lo precioso que esto se podría ver ante la luz.

Supongo que son cosas de expertos.

Fue entonces cuando saliendo de mi apreciación, sentí como el asiento que estaba a mi lado era ocupado, me tensé y mire por el rabillo de mi ojo izquierdo intentando ver de quién se trataba, esperando que fuera alguien de la familia.

Pero mis esperanzas se fueron abajo cuando no fue así y en cambio, era una persona desconocida para mí. Era una chica.

No la conocía.

Su andar firme y decidido revelaba una seguridad que contrastaba con mi propia sensación de aislamiento. Al sentarse a mi lado, me miró por unos segundos, obligándome a morder mi labio y tensar los dedos, intentando no verla y ponerme más nerviosa de lo que ya estaba.

Hasta que soltó una risa ladeada y suspiró.

Ay no, hablará.

"Eileen, ¿verdad?" ésta vez fue mi turno de suspirar, sobre todo al notar el tono en que preguntó, el cuál no dejaba mucho espacio para la amabilidad.

Está en una fiesta de bienvenida y me presentaron al entrar, ¿Porqué me pregunta si sabe que si soy?

A pesar de sentirme contrariada, no quise ser grosera, así que asentí con cautela. Pero ni una palabra salió de mi boca.

La chica se acomodó en el sofá con una actitud relajada, aunque su mirada seguía siendo fría y distante.

"No es fácil para alguien como tú estar aquí, ¿verdad?"