Dios de la muerte de Nueva York -HIATUS-

Capítulo 7

AN: Revisado el 23/05/20

AN: Mucha gente comentó que mis capítulos eran más cortos de lo que les gustaba, así que decidí intentarlo e ir por una actualización más larga. Originalmente, esto había sido escrito como dos capítulos separados, pero encajaron lo suficientemente bien como para que pudiera convertirlo en un gran capítulo. Dicho esto, rápidamente me di cuenta de por qué odio escribir grandes capítulos torpes como este, ¡es un dolor en el trasero editar! Veremos si sigo con este formato o no, pero mientras tanto, lee y déjame saber lo que piensas. Como de costumbre, escribí esto y lo verifiqué dos veces, así que agradezco que me indiquen cualquier error. ¡Salud!

Romanoff rastreó a su objetivo a través de los pesados ​​binoculares que ella había presionado contra sus ojos, observando cómo entraba y salía de la vista mientras trabajaba en su clínica. Fury había tenido la amabilidad de otorgarle acceso completo a los recursos de SHIELD durante su tiempo libre, por lo que estaba armada con su equipo de campo preferido cuando estaba en una misión de reconocimiento. Sus órdenes habían sido "enroscarle la cabeza". Él le había dejado los métodos a ella, por lo que decidió interpretar esas órdenes de manera creativa.

El director no había hecho ninguna pregunta cuando Natasha solicitó su paquete de reconocimiento estándar, simplemente entrecerró los ojos antes de firmarlo. No podía decir si su brusca "pásalo bien" mientras salía de su oficina era sarcástica o sincera.

Y esa era la razón por la que actualmente estaba vigilada en el edificio al otro lado de la oficina médica que era propiedad de Ichigo. El espía esperaba que la distancia significara que no podía sentir su reiatsu, pero si lo había hecho, ciertamente no estaba mostrando ninguna señal de haberlo notado. Algo en el hombre de pelo naranja despertó su curiosidad y simplemente odió, no saber. Probablemente lo que la convirtió en una buena espía.

"Sabes, si vas a acechar a Kurosaki, al menos deberías aprender a ocultar mejor tu energía espiritual".

La Viuda Negra se quedó inmóvil ante la inesperada interrupción de su husmeo. En un instante, se dio la vuelta, con una pistola en cada mano, el movimiento practicado era borroso para la persona promedio. El extremo comercial de ambas armas apuntaba a la cabeza del hombre que estaba detrás de ella, los dedos tocaban ligeramente los gatillos de pelo que vaciarían los dos cargadores de 18 balas en un abrir y cerrar de ojos.

Era relativamente alto, especialmente teniendo en cuenta sus rasgos de aspecto japonés. Vestido con un hermoso traje de color blanco puro, el extraño tenía una figura bastante aristocrática. El único contraste de color eran sus zapatos italianos oscuros, los marcos negros de Gucci de sus anteojos y los extraños colgantes plateados en forma de estrella de cinco puntas en su muñeca. Un ceño fruncido parecía haber sido grabado permanentemente en una cara pálida que pasaba demasiado tiempo en el interior. Sus ojos estaban planos sin emoción, mirándola imperiosamente desde su nariz. No mostró signos visibles de incomodidad a pesar de tener el cañón de dos pistolas apuntando a centímetros de su cráneo.

"Qué grosero", resopló, empujando sus anteojos sobre su nariz con una mano enguantada. "Escuché que los estadounidenses pueden ser un poco agresivos con su cultura de las armas. No me di cuenta de que apuntar con una a la cabeza de alguien era una forma de saludo socialmente aceptada".

"¿Quién eres tú?" exigió la pelirroja con dureza. "¿Qué vas a?"

Natasha podía contar con los dedos de una mano la cantidad de personas que habían logrado acercarse sigilosamente a ella, y la mayoría de ellos estaban muertos. Para que este hombre pudiera acercarse tanto sin que ella se diera cuenta, no había duda en su mente de que él no era el idiota promedio de la calle.