Dios de la muerte de Nueva York -HIATUS-

Capitulo 14

AN: Ha pasado un tiempo, ¿eh? Sé que la mayoría de la gente probablemente no se molesta con la nota del autor, así que agregaré la mayor parte al final. Solo quería desearles a todos felices fiestas y espero que les haya ido bien desde la última vez que hice algo con esta historia.

Natasha miró pensativa su teléfono. Si alguien más hubiera hecho un comentario tan misterioso, habría asumido que estaban tratando de impresionarla. Sabiendo lo que sabía sobre Ichigo, era difícil saber si el hombre estaba bromeando o no.

"Señora, el Dr. Banner parece estar despierto", informó el médico del equipo de ataque. "¿Debería sedarlo?"

El agente le lanzó al joven soldado una mirada divertida. "No leíste todo el expediente".

Llamado en el acto, el soldado de las fuerzas especiales tragó saliva y miró a sus compañeros de equipo en busca de ayuda. Todos desviaron la mirada.

SHIELD reclutó solo a los mejores. Todos estos eran hombres duros que habían visto acción y habían pasado sus carreras en varios campos de combate en todo el mundo. Pero los agentes como Natasha eran una raza completamente diferente. Bien podría ser un rumor ambulante entre las bases. El personal regular hablaba de los agentes en susurros como leyendas urbanas, y todos habían escuchado historias sobre las muchas hazañas de Black Widow.

La mayor parte eran conjeturas salvajes, por supuesto. Los pocos informes de misión accesibles que tenía archivados tenían más tinta negra que palabras reales. La mayoría de sus órdenes se dieron oralmente y el informe después de su ejecución se recibió de la misma manera. No hay registros fuera de aquellos que necesitaban saber, y rara vez alguien además de Fury necesitaba saber.

Su apariencia seductora se suma a esa mística fuera de alcance.

"Tenía 672 páginas", respondió débilmente el médico.

El espía suspiró. Maria Hill le había dicho deliberadamente en más de una ocasión que necesitaba trabajar en su reputación con los soldados rasos. No tenía sentido hacer que los hombres le tuvieran más miedo de lo necesario.

"Los sedantes no funcionan con el Dr. Banner, ni tampoco el veneno", respondió Natasha mientras miraba el monitor que informaba los signos vitales del hombre. "O cualquier sustancia conocida que se haya introducido en su sistema. Su fisiología es simplemente demasiado robusta para que algo lo afecte por más de un momento".

Los cuarenta y ocho segundos por latido de su corazón subían constantemente a un rango más normal de sesenta. Se despertaría muy pronto.

"¿ETA al Helicarrier?" preguntó en su micrófono.

"Aproximadamente diez minutos, señora", respondió el piloto después de una breve pausa.

Bruce gimió y se empujó hacia arriba apoyándose en el codo. Casi todos los hombres se tensaron e involuntariamente alcanzaron sus armas. Estaban lo suficientemente bien entrenados como para no poner el dedo en los gatillos o Dios no lo quiera apuntar con su arma al hombre desorientado.

Natasha puso una sonrisa practicada. Después de la experiencia de la que había sido testigo en su cabeza, a Banner probablemente le vendría bien una cara amistosa. Hora de trabajar esos encantos femeninos.

"¿Cómo se siente Dr. Banner?" preguntó en tono de conversación, ocupándose de quitar algunos de los sensores que habían colocado en su cuerpo cuando volvió en sí.

El hombre se incorporó por completo después de sacudirse las telarañas de la cabeza y miró a su alrededor con más curiosidad que sospecha.

"Como si Hulk se sentara en mi cabeza", respondió con franqueza. "Y como si hubiera estado chupando una bola de algodón".