Aemond regresó una mañana del entrenamiento, cansado, sudado y lleno de tierra, pero con su lección bien aprendida y Criston Col herido.
Estos días sin Alysanne se notaban, Aegon no había bajado a comer o a cenar con ellos, su mamá andaba de mejor humor y Otto estaba sospechoso, y él, bueno, no iba a demostrar que la extrañaba o algo por el estilo.
Entró a su habitación desabrochando los primeros botones de su camisa, iba a entrar al baño cuando se percató de la joven princesa sentada en su sillón, leyendo tranquilamente un libro, alzó sus hermosos ojos verdosos y le sonrió a Aemond.
-¿Me extrañaste? - Aemond la miró atento, lucía preciosa con una blusa que descubría sus hombros y pantalones de cuero.
-¿Cuándo llegaste?
-Anoche. - Aemond frunció el ceño.
-¿Dormiste aquí?
-Oh no, dormí con Vermithor en una colina. - Aemond seguía con el ceño fruncido.
-¿Cómo dormiste con un dragón?
-Mmmm exactamente, ¿A qué te refieres con "dormir"? - Aemond rodó los ojos.
-Literalmente, Alysanne, literalmente.
-Ah, pues me acuesto junto a él con mantas y eso, y el me cubre con su ala y parece una tiendita de campaña... ¿Nunca lo has hecho con Vhagar?
-No.
-¿Y acampar tampoco? - Aemond entrecerró el ojo y Alysanne se rió.
-No es gracioso.
-Aemond, que montes al dragón más viejo de la historia no te convierte en el abuelo del reino. - dice divertida levantándose, mirándolo atenta. - Rudo el entrenamiento, eh. - se miraba sexy así, despeinado y dearreglado.
-Si, algo... - su ojo estaba fijo en ella.
-Te abrazaría, pero estás muy sucio, bañate. - dijo ella caminando a la puerta pero la tomó del brazo deteniendola.
La miró fijamente, tomó su mejilla y la besó en la boca, Alysanne correspondió el beso, era agresivo y desesperado, se pegó a él tocando sus costillas mientras ambas lenguas se divertían en la boca del otro. El beso continuo varios minutos, ¿O eran segundos?, El pasar del tiempo era confuso para ambos. Aemond se aferró a la cintura y cadera de la joven pasando sus manos.
Alysanne fue la primera que rompió el beso, puso sus dedos en los labios de Aemond, este dejo un beso en sus labios y los lamió un poco, Alysanne sonrojada los quito.
-Ya me voy, para que te cambies. - se quita las manos de encima. - Te veo luego.
¿Por qué hacía eso? ¿Disfrutaba torturarlo?
Alysanne estuvo toda la tarde en el orfanato, pasando tiempo con los niños pequeños, jugando y platicando con ellos, las historias de los huérfanos era lo más triste que había escuchado.
-Lady Alysanne. - llegó una de las cuidadoras. - Acaba de llegar un bebé, está muy enfermo, lo encontraron herido y no tenemos médico, ¿Puede conseguir un maestre?
-Si, claro que sí.
La joven princesa fue ella misma a la fortaleza roja a buscar a los maestres, se encontró con el grupo de ancianos cerca de la habitación de Viserys, bebiendo café y comadreando como señoras.
-Maestres, necesito que uno me acompañe al orfanato, hay un bebé herido. - los maestres se miraron entre ellos.
-Lady Alysanne, nosotros estamos al servicio del rey.
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La Princesa del Pueblo | Aemond Targaryen | EN EDICIÓN
FanfictionEN EDICIÓN Libro I "La Primogénita" Libro II "Choque de Reyes" Una niña, una esclava, una princesa. "-Eres mi hija. Eres una Targaryen. Aunque no tuvieras ese mechón de plata creería que lo eres... Quizás no has crecido como un Targaryen cualquier...