¿ayuda?

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-Jesus, la luz de la izquierda por favor un poco más centrada hacia la batería- indico Olivia- ¡Gracias!- grito dirigiéndose hacia la torre de control.

Estaban a una semana del show de Morat y había puesto todo su empeño y atención en que el escenario quede tal como lo habían diseñado.

Esperaba que este sea perfecto, no solo porque ella buscaba siempre la excelencia sino porque era para sus amigos, por lo tanto poseía un componente especial.

-Hola- dijo acercándose a la consola.

-Hola Señorita Olivia- respondió el operador.

-Por favor, necesito probar las luces verdes que apuntan a la batería.

El operador asintió y comenzó a realizar el juego de luces.

Ella se quedó pensando por unos minutos mientras veía.

-Okey, funciona. Necesito que estén los chicos para poder visualizarlo mejor- pensó en voz alta- Gracias- respondió amablemente y camino al centro del estadio.

Tomo su teléfono y filmó un video de todo el lugar para enviarlo.

"Los necesito aquí, con sonido incluido. ¿Cuando pueden venir?" Escribió en el grupo y envió el mensaje junto con el video.

Se sentó en una de las butacas y se quito el casco blanco.

Disfrutaba su trabajo más que cualquier cosa. Había sido su sueño toda la vida llevar ese casco en la cabeza con su nombre grabado. Tener que decidir y ser la "jefa".

Aunque era una gran líder en el trabajo, poco lo era en su vida.

La inseguridad la menjaba a ella, y las pocas decisiones que tomaba, siempre terminaban mal. Por eso había centrado todo su mundo al trabajo.

Pasaba más de 10 horas en la oficina, y luego continuaba su trabajo en casa hasta la hora de salir a rumbear.

Los domingos los dedicaba por completo a su sobrina, lo único que la mantenía estable.

"En camino jefa" respondio Martin.

Se sorprendió, no creía que iban a poder en el día.

Se dirigió al baño, arreglo su ropa y su cabellera. Retoco un poco el maquillaje y volvió a las bancas del estadio a esperar a sus amigos.

Desde que los cuatro chicos habían llegado a Miami se juntaban semanalmente a beber unas cervezas y ver partidos de Champions.

La relación con Juan Pablo, era cada vez más parecida a lo que alguna vez fue. Intercambiaban mensajes diariamente y se llamaban en ocasiones especiales.

La espera le parecía eterna, no poseía mucha paciencia cuando se encontraba sin nada que hacer. Asique decidió montarse en el escenario para ver como se vería todo desde allí. Por si alguna nueva idea surgía o si encontraba algún error para corregir.

Habían armado todos los instrumentos el día anterior para comenzar a finalizar la puesta en escena.

La vista era genial e imponente. Lo imagino lleno de gente y sintió cosquillas en el estomago de emoción.

-Pablo, por favor dale sonido al teclado- grito hacia la torre de control.

No logro divisar que tipo de seña realizo el operador pero creyó que había sido un "ok".

Presiono una tecla y el sonido se escucho.

Amaba la música, tocaba piano desde los cuatro años. Pero por trabajo había dejado de practicar diariamente.

VEREMOS - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora