incomodo.

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-Hola Romeo- dijo Olivia acercándose a Juan Pablo una vez que este bajo del escenario.

-¿Qué?- pregunto risueño.

-Gabriela es su ex, por eso se puso tan incomodo hace rato- rió burlándose.

-Callese- respondió- lo siento, no sabia que vendria.

-¿Por qué se disculpa?.

-Porque hace rato, si no lo recuerda, tuvimos una conversación sobre esto -señalo primero a Olivia y luego se señaló a él.

-Lo recuerdo, si- inclino su cabeza a un lado- pero somos amigos por sobre cualquier cosa, y podemos hablar de lo que sea. No quiero que esto también sea incomodo.

-Entre ella y yo, ya no hay nada. Solo amistad- aclaro.

-No tienes que darme ninguna explicación Villa.

-Lo sé, pero quiero hacerlo- elevo sus hombros.

-Vamos, debemos prepararnos para el show- cambio de tema.

Ambos ingresaron a cuarto de sonido para colocarse los in ears. Él para oírse al cantar, ella para comunicarse con él resto del crew, y a demás llevaba un intercomunicador.

-Oiga pri- hablo Martin.

-Diga- respondio Olivia acomodándose el in ear.

-¿Viene a rezar con nosotros?- le sonrio.

-Por supuesto, si quieren- también sonrió.

-Ya es parte de Morat- le guiño el ojo.

Al finalizar todos se reunieron al pie del escenario en círculo.

Era la primera vez que precenciaba este tipo de situación, solo las había visto en los documentales de los artistas.

Le parecía un momento mágico, donde la energía más linda de las personas afloraba y se multiplicaba entre sí.

Las caras se veían iluminadas como si experimentarán el momento más feliz de su vida. Pero a la vez se notaba el nerviosismo.

Y eso era lo que Olivia sentía, nervios. Era la primera vez que iba a dirigir un show. Siempre se había encargado de diseñar todo y enseñar el director que debía hacer en los momentos exactos, pero nunca había sido ella la cabeza dirigente de todo.

Sintió que alguien agarraba su mano fuerte y al ver de quien se trataba, no esperaba que fuera otra persona. Le sonrió con nerviosismo, y su mirada devolvio tranquilidad.

Juan Pablo estaba extasiado, la adrenalina corría por su cuerpo y quería gritar de la emoción.

La vió, nerviosa y ansiosa a la vez, y su instinto fue tomar su mano. Queria transmitirle tranquilidad y seguridad. Porque el estaba seguro de que su trabajo iba a salir tan increíble como lo era ella.

"1, 2, 3 SI 1, 2, 3 AYER 1, 2, 3 FUERA 1, 2,3 HOY 1, 2, 3 MORAT" gritaron todos juntando sus manos.

Amanda se encontraba en el piso filmando aquella situación. Y luego se incorporo al lado de Olivia.

-Yo te sigo a ti- le dijo.

-¿Necesitas ayuda?- pregunto.

-No, pero voy a filmar y sacar fotos desde la torre en primera instancia- ambas se perfilaron hacia la salida.

-¡Suerte muchachos!- les grito Olivia a los cuatro amigos que se encontraban al pie de la escalera del escenario- ¡A rockear!- les enseñó sus manos formando la señal de cuernos.

Estos le delvolvieron la misma seña sonriendo y subieron al escenario. Ella se dirigió hasta la torre de control junto con los operadores y la fotógrafa.

Las luces se apagaron, y Si ayer fuera hoy Tour comenzó.

El show fue increíble en todos los sentidos, la gente, la puesta en escena, la banda en sí.
Olivia estaba orgullosa, del proyecto, de la realización, de todo el crew que había hecho todo más fácil para que ella pueda trabajar, y que luego había ejecutado todo a la perfección, y los chicos que brillaban en cada momento.

Los cuatro amigos no podían creer lo grandioso que había sido todo. Habían sabido derramar algunas lágrimas al ver que todo lo que alguna vez soñaron se estaba cumpliendo.

Al terminar Olivia aplaudió a todo el equipo que se encontraba en la torre de control y los abrazo en forma de agredicimiento. Había sido una de las mejores experiencias de su vida y tenía en claro que quería volver   a vivir esto.

Todo el crew se movió hacia trasbambalinas para encontrarse con el resto del equipo y los chicos.

-Que chimba huevon- grito Martin cuando Olivia ingresaba al camerino.

Se acercó a abrazarla alegremente y ella respondió su abrazo.

Por encima del hombro de Martin pudo divisar que en el fondo del camerino se encontraba Juan Pablo.

Sonrió por un instante hasta que vio que comenzó a besarse con Gabriela.

Comenzó a sentir un calor por dentro. Más que un calor era un fuego que estaba quemandole.
No lograba descifrar si era enojo, o tristeza, pero de algo estaba segura: sea cual sea el sentimiento, se compartía con celosía.

Bajo su vista para no seguir viendo. Se separo de Martin para continuar abrazando al resto de la gente que se acercaba a felicitarla.

-Por favor ya no me feliciten, realmente quienes se merecen los aplausos son ustedes cuatro- dijo y comenzó aplaudir- estuvieron totalmente increíbles. Como nunca.

Juan Pablo se acercó alegremente a saludarla y ella hizo lo mismo que el.

Fingió demencia, reprimio su enojo, angustia y celos, y lo abrazo fuerte felicitandolo.

Eran dos adultos, que podían dejar de lado sus sentimientos para no arruinar los momentos en comunidad. Por lo menos, Olivia así encaminaba su vida.

Pero, toda acción tiene una reacción, y si los sentimientos reprimen, en algún momento por más largo que sea, terminar aflorando. Y quizas no de la mejor manera.

-Felicitaciones- escucho una voz femenina a su espalda.

Dejo el vaso en la mesa y volteo a ver.

-Muchas gracias Gabi, ¿te gusto?- pregunto amablemente.

-Increíble, era verdad lo que Nath decía de ti, eres una mente maestra, una verdadera artista.

Detestaba que sea tan amable y simpática, porque sentía celos por ella, y que sea así, le daba más motivos para sentir inseguridad. Y a la vez, culpa por tener esos sentimientos hacia una persona tan buena.

-Muchas gracias, me sonrojas- respondió sonriendole.

Miro disimuladamente a su alrededor para buscar un rescate y vio que Juan Pablo las observaba desde lejos.

Decidió que era mejor quedarse charlando con Gabriela.

-¿Quieres una cerveza?- le pregunto.

-Claro- respondió Gabriela alegremente- yo voy por ellas- camino en busca de las botellas.

Olivia realizó nuevamente un paseo genera y se cruzo con los ojos de Juan Pablo. La miraba fijamente.

Solo se limito a sonreirle y luego voltear para darle la espalda.

Olivia estaba comenzando un juego, del que seguro terminaría arrepintiendose. Pero en ese momento de calor y enojo, le parecía que era su mejor opción.

VEREMOS - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora