Lo vio ahí, besando unos labios. Que no eran los suyos.
Y tal como suena un cristal roto, así sintió que se oía su corazón rompiéndose.
No era la primera vez que lo veía besar a otra. Las veces anteriores el dolor había sido más ameno, más llevadero. Nunac se había roto.
Pero esta vez... esta vez todo era distinto. Se habían dicho cosas tan hermosas y sinceras que ella creyó que estaban en sintonia.
Sintió que sus corazones latian al mismo ritmo. Al mismo compás, siendo uno.
Pero el mundo le mostraba la realidad.
Tomo su bolso y salió del bar a toda prisa. Solo quería volver a su casa y recostarse a llorar.
Tomo un momento para calmar las lágrimas antes de encender el carro. Estaba triste pero no quería poner en riesgo su vida al conducir en llanto.
Una vez calmada encendió el motor y tomó la ruta más larga hacia su casa. Amaba conducir, la relajaba. Era su momento de paz.
Encendió la radio para distraerse un poco. Acaba de terminar "Baby" de Nicki Nicole.
-Siendo las 3 a.m damos comienzo a las baladas románticas, o de desamor- anunció el locutor- el siguiente tema es de nuestros Bogotanos favoritos, aquella gran banda gloriosa. Esto es "Que ganas?" De Morat-.
No hizo falta que comenzará a sonar la canción para que ella bote todas las lágrimas que había reprimido hacia un rato.
"¿Que ganas con llegar si igual te iras con el viento, que ganas con colarte siempre en cada cancion?"
Conocía esas voces de memoria, los quería como familia. Y en especial a él lo amaba profundamente, era su superman.
Aunque la canción había terminado hacia varios minutos, ella sin embargo no había podido dejar de llorar.
Le costó encastrar las llaves de la puerta en el cerrojo, las lágrimas no le permitían ver bien.
-Victoria- habló su madre abriendo la puerta- me has asustado hija- calló al verla con los ojos húmedos.
La tomo en brazos, aún paradas en la entrada principal.
Victoria lloro como cuando era una niña en brazos de su madre.
Y sería así siempre, porque aunque ya tenía 19 años, era vulnerable como bebé en brazos de su madre.
-¿Qué sucedió cariño?- pregunto una vez que Victoria logró cesar el llanto.
-Fuimos a un bar con Agustín, y nos dijimos cosas muy lindas. Le exprese mis sentimientos mamá. Le dije que lo quería. Y luego, se beso con otra- sollozo- el amor es una mierda.
-Mi pequeña Victoria- la abrazo- ¿sabes porque elegí ese nombre para ti?- Victoria negó- hace unos cuantos años atrás, tu padre y yo pasamos algo parecido.
-Papá no sería así, mamá. Él te ama, siempre te amo, él lo recuerda siempre. Sus canciones más hermosas son para ti- la interrumpió.
-Amor, antes de comenzar nuestra relación tu padre y yo pasamos por esto exactamente. Incluso dos veces. La primera vez nos distanció ocho años- acaricio su cabellara morocha- Con la segunda logramos aprender. Y desde entonces comenzamos nuestra gran historia. Comenzó nuestra victoria en el amor- beso su coronilla.
-No creo que pueda superar esto.
-Nadie muere de amor y desilusiones, Victoria. Si no es en este momento, quizás sea en otro- dijo pacientemente.
-No creo volver a enamorarme otra vez de nadie, esto apesta- contesto frustrada.
-"Y volverás, a sentir mariposas. A que un mensaje te ponga nerviosa"- canturreo Olivia.
-No es justo que utilices las canciones de papá y los tíos. Ya tengo suficiente con oírlos en la radio siempre. O que cada chica que me encuentro me diga "¿Tu eres la hija de Villa, el de Morat? Mi madre es super fanática de ellos"- imito voces recostandose.
-Cuando eras una niña amabas cantar esa canción con tu padre- acomodo las cobijas arropandola bien- descansa hija, te amo- beso su frente.
Olivia camino hacia la puerta de la habitación y volteo a ver a su hija.
-Vic- Victoria respondió con una onomatopeya- no te alejes de Agustín, lo mejor será que lo hablen. Lo digo por experiencia.
-Veremos...- respondió pacientemente- te amo mamá, gracias por siempre estar aquí.
Olivia le devolvio una sonrisa nostálgica y apago la luz.
Al cerrar la habitación de su hija suspiro profundamente.
El primer desamor es el peor, descubres sentimientos que nunca antes creíste que existirían.
El primer corazón roto es como perder la virginidad. Hay algo que nunca vuelve a ser como antes.
Pero nadie habla de lo hermoso e increíble que se siente sanar ese primer corazón roto. Y sanarlo junto a la persona que lo rompió.
-Oli- hablo Juan Pablo somnoliento- ¿que sucedió, Victoria esta bien?- tomo su mano mirándola a los ojos.
-Villa, Vic acaba de experimentar su primer desamor- dijo acomodandose a su lado en la cama- le sucedió tal cual nosotros.
Él sonrió.
-¿Por qué sonríes? Es tu hija con su corazón roto- dijo enojada.
-Porque se que todo estará bien. Agustín es un idiota, pero la ama, pronto se dará cuenta de ello- la tomo pegandola a su cuerpo.
-Esperemos que no tarde ocho años- rieron.
-No dejaré que suceda. No permitiré que otra mujer que amo sufra por ocho años. Ya lo aprendí- beso su mejilla.
-¿Lo estamos haciendo bien, no?- pregunto mirándolo a los ojos, frente a frente.
-Lo estás haciendo excelente, amor- sonrio.
-Te amo Villa.
Juntaron sus frente y sonrieron.
Su vida había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Ambos ya tenían arrugas que denotaban la edad. Ya no eran esos adolescentes que se habían conocido con diecinueve años, el primer día de universidad.
Él tenía algunos pelos blancos entre su cabellera negra. Y ya no poseía la energía como a los 28 cuando solía hacer 7 conciertos en 10 días.
Ella ya no pasaba todo su día en la oficina, porque en casa le esperaba su músico favorito, que ahora estaba retirado y se dedicaba a producir y escribir música para nuevos artistas emergentes.
A ambos los mantenía el vela su única hija, Victoria. La luz de sus vidas y el broche de oro a su hermosa historia de amor.
Se amaban, profundamente.
Eran almas gemelas, que el destino decidió juntarlas en el momento exacto, luego de haberlos separado.
Porque las almas gemelas están destinadas a ser, a existir, a vivir y sobre todo a amarse.
-The end-
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VEREMOS - Juan Pablo Villamil
FanfictionEl amor verdadero perdura, espera, se transforma y siempre pero siempre triunfa. Eran almas gemelas en tiempos inoportunos, pero estaban destinados. Y si no era el momento exacto, la vida los uniría cuando si lo sea realmente. Cuando eres adolescen...