Cap a petición de Kimetsuno1941 disfruten
____El joven príncipe de cabellos negros como la noche y ojos azules tan profundos por el mar mismo caminaba en silencio y con lentitud por el gran y elegante pasillo del palacio real de Lucis en dirección de la sala del trono.
Lugar en donde su padre, el gran rey Tatsuo I Tomioka también llamado "Tatsuo el Vasto" lo esperaba sentando en su trono, junto a una joven vestida de mucama al lado suyo, siendo protegidos por 2 caballeros de su guardia personal de élite.
- Me llamabas padre - Dando una leve reverencia Giyu hablaría de forma cortez y educada, si bien dentro de unos cuantos dias iba a heredar el trono al ser el único varón en la línea
de sucesión su padres le inculcaron el valor del respeto hacia lo demás.
- Hijo mio, dejemonos de formalidades - Diría suavemente el viejo Tatsuo levantándose de su trono con ayuda de su baston mientras miraba fijamente a su único hijo varón con calma y una leve sonrisa.
El joven príncipe al escuchar sus palabras alzaria su espalda para ahora estar erguido enfrente de su padre.
- necesitabas algo? - Preguntaría tranquilamente el varón viendo a su padre romper en una baja carcajada, negando con su rostro a la par que posaba su mano en uno de los hombros de su hijo.
- Nada más que tu presencia - Diría con diversión, siempre a Tatsuo le ha resultado algo graciosa la rectitud excesiva de su hijo.
- Se más que nadie que pronto será tu coronación, así que quería darte ty regalo por adelantado - Conento con simpleza el gran rey siendo visto ahora con curiosidad y duda por el príncipe Giyu.
- Que clase regalo padre? - Replicó el joven Tomioka a lo cual Tatsuo rápidamente y con un simple gesto de su mano le indicaría a la joven mucama que lo acompaño el acercarse.
- a partir de ahora ella será tu sirvienta personal, saluda pequeña - Ordenaria el gran rey recibiendo un suave pero tímido asentimiento por parte de la joven.
- Buenas tardes su alteza, será un honor y un privilegio para mi el poder atenderlo - Dando una sutil reverencia levantándose ligeramente los pliegues de su vestido la bella sirvienta de ojos rosado pálido y larga cabellera negra, adornada con unos dos pasadores de mariposas.
Y precisamente ea belleza tan natural a diferencia de muchas doncellas con las que el príncipe ha convivido que ocultan su rostro tras capas de maquillaje y falsedad dejaría pasmado al heredero al trono.
- Es todo bien? - Preguntaría Tatsuo con una ligera preocupación al notar el estado de su hijo.
El propio principe estaba a punto se responder cuando abruptamnete sería interrumpida por la voz de la mano derecha de su padre, Shinjuro de la casa Rengoku.
- OH! Disculpe si interrumpo algo alteza, venía a hablar sobre algunos asuntos que faltan por resolver acerca de la sucesión de la corona - Explico apenadamente el Rengoku inclinándose ligeramente ante la familia real.
- El deber llama - Una leve sonrisa se dibujo en el rostro del sabio rey quien miraba fijamente a su hijo
- Claro, los dejaremos a solas para que hablen - Diría el joven Tomioka antes de retirarse del lugar, siendo seguida por su sirvienta quien mantenía cierta distancia del príncipe.
Pasando a un lado del consejero real una vez en el pasillo el joven príncipe voltearia se dentenria a mitad de este para voltear la vista en dirección de la mucama.
- Disculpa ¿Como te llamas? - Preguntaría el intrigado príncipe puesto que sentía una extraña curiosidad por saber más de ella.
- Ka-Kanae, su alteza, Kanae Kocho - Contestó de forma algo tímida pero tratando de ser lo más cortes posible con el futuro heredero al trono.
- Lindo nombre - Elogio con simpleza el varón mucho antes de retomar su paso mientras el nombre de la joven se repetía en su cabeza
- Eh? Gra-gracias... - Murmuro tímidamente mientras sus mejillas se tornaba de un leve tinte rosado.
Muchos años más tarde, para ser más especificos 10 en las afueras del palacio de Lucis había una muchedumbre gritando y ocasionando el matrimonio del Rey Giyu II Tomioka con...aquella sirvienta que se le fue regalada hace tantos años.
Algo insólito para muchos, una simple mucama casándose con la realeza era impensable, pero al igual que su matrimonio tenía retráctiles, también había gente que los apollaba, entre los que se destacan el Rey de Takeo I Yamada de la tierras vecinas de Niflheim, su esposa y hermana mayor del Rey Giyu, Tsutako III Tomioka y su hermana menor la princesa Makomo II Tomioka.
Quienes ahora presenciaban en primera fila la unión de este amor imposible en un cálido y breve beso.
Fin
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¿Les Gusto?