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Bully Au

Capítulo a petición de LadyKimet23 espero y lo disfruten.
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6:45 Am del día miércoles y los pasillos Kimetsu rapidamente se aglomeraban de estudiantes dirigiéndose hacia sus salones, pero nos centraremos específicamente en el salón 0369.

El profesor todavía no hacia acto de presencia, pero el salón comenzaba a llenarse, una colegiala de cabellera negra y ojos deprimidos miraba con su cabeza gacha el estado de su pupitre a su vez que dejaba escapar un suave suspiro.

Era... Simplemente un desastre, lo más descatable eran las múltiples amenazas e insultos escritos con rotulador negro y una foto de ella sujeta al pupitre con algunos chicles masticado, con su cara mal recortada y sustituida por la de una rata.

Luego de estar contenplando su pupitre unos breves segundos, la pelinegra alzo su cabeza, ya sabía quienes eran los vándalos detrás esto, por lo que simplemente giro la mirada hacia el fondo del Salón.

Allí estaban como de costumbre, un albino de cicatrices y un pelinegro con un curioso pasador de mariposa sujetando su larga cabellera, ambos muchachos una vez se percataron de la mirada de la pelinegra puesta sobre ellos, de forma totalmente descarada le sonreirian inocentemente mientras la saludaban con un leve gesto de su mano.

Rapidamente devolvió la mirada hacia el escritorio mientras que en sus adentros deseaba que la jornada terminase.

Unas horas más tarde, apenas sono la campana del receso y la pelinegra fue de las primeras en abandonar el salón, quería perder a sus dos acosadores entre los pasillos y la multitud, pero esos molestos idiotas fueron más rápidos que ella.

- Hey, hey, hey ¿A donde vas con tanta prisa Rata-chan? La cafetería está en direccion contraria - Comento Sanemi Shinazugawa en un tono burlon mientras sujetaba a la pelinegra del antebrazo.

- No seas tan brusco Shinazugawa, no deseamos lastimarla~ - Agregó Kana Kocho llegando con una sonrisa coqueta por las espalda de sus dos compañeros de salón, en ese momento la pelinegra sudo frio.

- ¿Por que no nos acompañas cara de rata? El afeminado y yo podríamos darte espacio en nuestra mesa - El Shinazugawa siguió insistiendo mientras que se apegaba a la pelinegra, tornando esta situacion mucho más incómoda para ella.

- Yo-Yo necesito usar el baño... - Replicó la Tomioka temblando levemente de los nervios, estaba sudando y sentía como su corazón latía fuertemente.

- Puedes usar el de la cafetería, vamos, acompñanos, no seas mala o llorare - Insistió el Kocho en un tono burlon colocando uno de sus puños a la altura del ojo, haciendo como si estuviese tallando sus "llorosos" ojos.

Aunque el mismo no tardaria en romper en carcajada mientras la pelinegra parecía estar a punto de sufrir un ataque de pánico. La mente de la pelinegra empezaba a abrumar con las risas de ambos chicos y los murmullos de demás estudiantes que pasaban por el pasillo quedando momentáneamente petrificada.

Sanemi y Kana para este punto ya se habían ganado fama de bravucones, por lo mismo casi todos los estudiantes mostraban rechazo y desprecio por ellos dos, pero como buenos hipocritas no hacian nada por deternelos, simplemente pasaban de largo.

Kana lentamente fue cesando sus burlezcas risas y mientras recuperaba el aliento este posaria su mano derecha en el hombro de la pelinegra - Entonces, que dices Rata-Chan? Si te sientas com nosotros te prometo que la pasaras muy bien~

La mano de Kana lentamente bajo por la espalda de la pelinegra posandose finalmente en su trasero, dándole un fuerte apreton y finalmente la pelinegra reaccionaria.

Por unos breves instantes la Tomioka percibió como todo a su alrededor se ralentizaba y rapidamente está le propinaria un codazo en el estómago a Kana y tomaria por sorpresa a Sanemi dándole una fuerte bofetada, logrando así soltar si agarre.

- Aghrr!... Okey, debo admitir que eso dolió - Gruño ligeramente Sanemi mientras tambaleaba, Kana por su parte había quedado de rodillas con ambas manos aferradas en su estomago.

- ¿Por que?... - Diria la pelinegra con sus voz rota mientras un par de lagrimas humedecian sus ojos - ¿Por que me hacen esto?...

- Desde que inició el año escolar ustedes dos no han dejado de hacerme la vida imposible... Por que?! Que fue lo que les hice para que me traten como una mierda?!... Respondan!!! - Exclamo la pelinegra entre lagrimas, con sus gritos ya habia llamado la atención de varias estudiantes que andaban por los pasillos.

Sanemi y Kana voltearon a verse en silencio, no tenían palabras con las cuales poder explicar los motivos de su acoso, cosa que hartaria aún más a la pelinegra quien tras nos recibir respuesta de sus acosadores saldría corriendo en direccion de las escaleras, ya habia tenido suficiente de esto y simplemente quería acabar con todo.

La Pelinegra abrió de portazo la puerta que conducía hacia la azotea y rapidamente se acercó al parapeto para subirse en el y agachar la mirada una última vez para mirar el suelo del estacionamiento, solo 5 pisos la separaban a ella de la calida y dura acera de concreto.

Respiraba agetreadamente mientras que su cabeza le pedía acabar su sufrimiento, repitiendo una y otra vez la frase "Salta".

- ¡¡Aléjate de allí, Tomioka!! - Justo, cuando un pie sobre el abismo, la voz de Shinazugawa sonaria a sus espaldas y he allí cuando la pelinegra volteo, lo miro a él junto a Kana a pocos metros de ella y completamente aterrados.

Las manos de Kana temblaban y Sanemi tenia una expresion de pánico y terror en su rostro al no esperarse que su plan se saliera de sus manos, mientras que en contraposición la pelinegra tenía una mirada rota y sin vida, las lágrimas bajaban como chorros por sus pálidas mejillas y, sin embargo, esbozaba una amplia sonrisa de satisfacción.

- To-Tomioka... Baja de allí, por favor - Suplico Kana, sintiendo un nudo en su garganta, estaba petrificado por la mirada que les dirigía la pelinegra quien tras unos segundos en completo silencio diria.

- Váyanse a la mierda~ - Fueron las últimas palabras de la pelinegra quien cerraria sus ojis antes de dejarse caer.

Unos pocos segundos después se escucho un fuerte ruido, seguido de un grito de terror y para terminar esta sinfonía del horror la alarma de un auto diria presente.

El cuerpo de la Pelinegra había impactado al caer con el auto de la subdirectora, sus órganos internos y huesos se hicieron añicos por la fuerza de la caída y la pelinegra murio asfixiada en su propia sangre a los pocos segundos de caer sobre el techo del destrozado automóvil.

Fin
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Ya llevaba mucho sin escribir un cap de más de mil palabra, por favor díganme ¿Qué les pareció?.


Incorrect Quotes Giyukana - Volumen III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora