Capítulo a peticion de LadyKimet23 espero y lo disfruten.
Mafia Au
____Pov Kana.
Todo paso tan rapido, era un día normal en la fábrica, sin problemas en la línea de producción de drogas o demás cosas cuando de repente se escucharon tiros y un montón de uniformados y agentes especiales emboscaron mi fabrica.
Yue entro alterada a mi despacho diciendo que la policía nos había descubierto y que me iba a escoltar a un lugar mas seguro. Ciegamente crei en ella, quizás fue el peor error que pude haber cometido.
De fondo se escuchaban disparos, explosiones además de varios grito. Yue por "Mi seguridad" iba cuidando mi espalda, estábamos a punto de salir por mi ruta de escape personal cuando recibí un fuerte golpe en la nuca que me dejó noqueado.
Y ahora, estoy encerrado en una celda de máxima seguridad con una fuerte migraña.
Fin del Pov.
La celda de Kana era una habitación con paredes de concreto de por lo menos 1 metros de espesor, reforzadas por otra capa de acero de acero de grado militar, tenía un puerta blindada con un pequeña ventana, la pequeña ventana se podía abrir desde el exterior pero por ella solo podria pasar una bandeja de comida. Habían cámaras por todo alrededor y cabe mencionar, dos guardias haciendo guardia.
Kana escucho unas pisadas aproximarse y otras alejandose del lugar, la ventana de la celda se abrió y una persona conocida de asomaria por ella.
- Hola Jefe ¿Como esta? ¿Disfruta de su celda? - En un tono alegre y sarcástico quien se supone que es su asesina y guardaespaldas personal asomaria la vista por la ventana teniendo una placa colgando de su cuello.
Kana al verla simplemente suspiro y apretó ligeramente sus puños, allí fue cuando entendió que había contratado a una perra uniformada - Así que...Tu siempre fuiste la soplona Yue?.
- Ishimi - Replicó la Azabache. Confundiendo al Kocho.
- Disculpa? - Pregunto Kana levantándose de su cama, aproximándose hacia la ventana de la puerta.
- Ishimi Yokoyama es mi verdadero nombre, Yue Tomioka es solo una identidad falsa - Se asincero la joven Yokoyama sonriendole de forma leve al contrario.
- ¿Entonces todo fue un farsa? Esa historia que me contaste sobre tu hermano y maestros muerto era parte de tu coartada? - Indagó el joven Kocho mirando fijamente a la Azabache quien solo se encojeria de hombros.
- ¿Quien sabe? Quizas pude haber mezclar ficcion con realidad -
- ¿Que les paso a mis hermanos? - Pregunto Kana con una fuerte intriga
- Shino por ser tu mano derecha al igual que tu, esta a espera de un juicio. Si preguntas por loe pequeños Kanata, Aiko y los trillizos, le puedo asegurar ellos están bien, estan bajo protección infantil y serán dados en libertad al no estar involucrados o ser conscientes de sus actividades delictivas - Explico y de forma casi instantánea Kana suspiro de alivio, por lo menos no había arrastrado consigo a sus hermanitos.
- Supondre que la mayoría de mis cuentas fueron y propiedades fueron incautadas - Diría Kana alejandose de la ventana, tomando asiento en la cama de su celda, agachando también su cabeza.
- Su suposición es correcta, el gobierno se adueñó de casi todo su patrimonio y el de sus padres, pero descuide, les dejo algo a sus hermanos y estos podrán reclamar su parte cuando cumplan la mayoría de edad - Explico consuavidad la Azabache, y aunque no lo expresado abiertamente sentía pena, tristeza y algunos matices de culpa por la situación en que iba a dejar a esos pequeños.
- Entiendo...Supongo que este es mi fin...me termianre pudriendo en esta cárcel...
- Que recuerdo que si estas aquí es por tu culpa, tu fuiste quien quiso continuar con el negocio familiar...
- Lo se, lo sé, no me lo tienes que recordar sabes.
- Si te hace sentir mejor, si en algún caso, aunque dudo que llegase a ocurrir, tu logra obtener tu libertad, que sepas que siempre estaré dispuesta a recibirte con los brazos abiertos - Comento brevemente la Oji azul rodando hacia aún lado su mirada. Tal parece que la Yokoyama le guarda un poco de cariño al Kocho.
Al final de cuentas los dos fueron amantes y aunque ella quisiese negarnos le había guardado cariño al mayor de los Kochos.
- Me tengo que ir...vendré a visitarte cada semana, o por lo menos tratare... - Diría esto teniendo las mejillas levemente teñidas de un tono rojizo.
Posteriormente a eso la Azabache se retiro en casi un total silencio de no ser por el rudio de sus propios pasos, los guardias que custodiaban la celda volvieron a sus posiciones y Kana se mantenía pensativo, reflexionando en silencio de sus actos pasados y las consecuencias que le deparan por ellos.
Fin