Always

Flores.

Tiene una parte con actividad íntima que me dicen debo poner la advertencia para evitar problemas... Escena +18.

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Sesshomaru me había hecho sentir las cosas más maravillosas que pude haber experimentado en mi vida, además la delicadeza y el amor con la que me trató solo intensificó lo que sentía ante cada caricia, ante cada beso y ante… ¡Había hecho el amor con el hombre de mi vida! El hombre más perfecto y que me amaba, con Sesshomaru Taisho. Cada segundo fue irreal, era como un sueño, uno erótico, uno romántico, uno del que no quería despertar. Ser llevada al cielo entre sus brazos, al paraíso… no una sino varias veces.

También me contó de sus padres, la verdad yo no era nadie para juzgarlos, eran felices y no les hacían daño a nadie, también me habló de su pasado, la razón por la que no se llevaba con los hermanos Shichinintai, de su actuar contra otros, no me sentía molesta con él, me sentía triste por él, no tuvo a nadie a su lado realmente, siempre estuvo son alguien que lo guiara, sin alguien que lo quisiera y le enseñara a cómo actuar con otros, todo ese odio y resentimiento era producto de su soledad y tristeza, ahora lo amaba más xq me enternecía que aquel hombre perfecto necesitara de ayuda, de apoyo, necesitaba de ser amado de verdad, me enternecía que ese hombre perfecto no lo era y a la vez su necesidad de amor y ayuda lo volvía más perfecto.

Por mi parte le pedí una cosa, disculparse y él aún con su orgullo, con su falta de experiencia y con todo el desprecio que le tenía a los hermanos Shichinintai había aceptado hacerlo con la disculpa más hermosa que había oído en mi vida, sí, lo amaba y lo amaría por muchísimos años, todos los que durara mi vida y más.

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Desperté temprano sintiéndome protegida por el abrazo más cálido que existían,los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi haciéndome sonreir aún con los ojos cerrados, sentí su mano en mi mejilla y abrí los ojos.

—Buenos días Rin—me dijo en un tono de voz suave, yo le sonreí más, que hermoso era despertar entre sus brazos.

—Buenos días Sesshomaru—él se puso con cuidado sobre mi para besarme, podía sentir que mi piel hervía del deseo con su tacto y él lo sabía, era su intención, además que sentía perfectamente su miembro abultado presionando en mi ¿Cómo podía no dejarme llevar por semejante hombre? Pero entonces él se apartó, fuí a protestar que lo quería más tiempo así cuando me tomó entre sus brazos haciéndome soltar un grito ahogado.

—Debo ir a trabajar hoy—me dijo él pero aún no era una explicación para mi—deseo tomar un baño y de preferencia contigo—acercó sus labios a mi oído y me mordió de forma seductora—tengo años imaginándote conmigo en la tina y hasta en la ducha, quiero hacerlo realidad.

—Se… se te hará tarde—me sonrojé pero luego de lo de ayer y la noche hacerlo en el baño había despertado mi curiosidad, él me sonrió.

—Ya me esperarán.

—Sesshomaru, eres doctor,muchos pacientes esperan por tí,necesitan de ti.

—Tienes razón—me sujetó más fuerte con un solo brazo mientras abría el agua de la tina—Entonces no tenemos tiempo que perder—entró a la tina y al sentarse me colocó de espaldas a él, sobre él,no pude evitar sonrojarme pero también quería que pasara lo mismo que él quería. Sesshomaru tomó mi cabello haciéndolo a un lado y comenzó a besar mi cuello y mi hombro derecho—Me gusta esta cicatriz—me confesó, la cicatriz que tanto tiempo fue signo de dolor, terror y vergüenza ahora había cambiado de significado para mí, si no hubiera sido atacada nunca hubiera conocido a Sesshomaru, sin esa cicatriz no nos hubiéramos vuelto a unir luego de años, era como parte del hilo rojo. Él tomó el jabón y comenzó a pasarlo por mi cuerpo, más que un baño eran caricias tan eróticas que apenas podía controlar mi cuerpo reaccionando con el paso se sus manos.