Always

Metas Superadas

Flores, pensar en flores para no pensar en hacerla mía todo el tiempo, debía concentrarme en mis pacientes, pero me era difícil sacar de mi cabeza cada segundo que pasé haciéndola mía, tenía un cuerpo perfecto, era como si hubiera sido hecha justamente a mi gusto, su mirada y su sonrisa me hipnotizaban, además que la mirada nada discreta de los demás a mi cuello me hacían querer dejar todo y correr a casa para estar con mi mujer, mi mujer, ya podía decirlo sabiendo que su alma y ahora su cuerpo eran míos como yo era de ella.

Ya con Rin solo quería besarla y hundirme en ella para calmar mi deseo y él de ella, xq si yo no podía disimular mis ansias ella menos, su forma de devorarme con la mirada más ganas me daban de devorarla a ella.

Debía controlarme, disminuir el ritmo, volver a pensar en flores, ella debía recuperarse, aún cuando deseaba tenerla en cada rincón de la casa... Lirios blancos, no le había regalado lirios blancos, maldixión, piensa en flores Sesshomaru.

* * * 🌙 * * *

Amanecer hoy era un poco contradictorio, tenía sentimientos encontrados por tener que despertar, para empezar; despertar con ella en mis brazos era maravilloso,lo comprobé ayer, pero también estaba el hecho de que día era hoy, hoy debía ver a los Shichinintai, le había prometido disculparme con ellos.

La sentí removerse en mis brazos y luego sus labios en mi cuello.

-Quedamos en controlarnos-le dije atrayéndola más a mí.

-Sabia que estabas despierto.

-¿Quieres tomar un baño conmigo?-la miré sonreírme.

-Tengo cita médica ¿No hay problemas si estuvimos horas antes?

-En tu caso no,en mi caso preferiría que así fuera.

-No tienes que estar celoso de nadie.

-Sabes mi historia con los Shichinintai, no quiero que te lastimen por mi causa.

-Te prometo que no será así, además tu madre me acompañará.

-¿Irasue? Creí yo...

-Tienes que trabajar, estaré bien, no me llevo mal con Renkotsu y la sra Irasue me acompaña,dudo ella permita si quiera que me miren de forma indebida-ella tenía razón en algo, Irasue no permitiría que nadie fuera a lastimar a Rin, su madre amaba a Rin como a una hija, aunque no lo dijera en voz alta sabía que así era, Irasue no era una mujer de cuidar de otros,no lo cuido a él siendo un bebé siquiera.

-Pero me daré una vuelta antes de finalizar la consulta, te dije haría algo.

-¿Lo harás?-se incorporó un poco para verme con una hermosa sonrisa de felicidad y admiración.

-No dudes de mi palabra.

-Nunca lo haría,siempre me has cumplido.

-Nunca te fallaría-la besé y ví sus ojos brillar en lágrimas-Rin.

-No es nada-limpió sus ojos-es que estoy muy feliz y también muy orgullosa de tí.

Nos fuimos a bañar y la ayudé a vestir, que tortura era tener que salir y no poder quedarme a hacerla mía todo el día,tener que conformarme con besarla y no volver a tomarla,tener que aguantarme hasta la noche.

-Hoy traeré a Yako, ya lleva dos días en el hospital y no me gusta que este mucho tiempo por fuera-le dije ayudándola con la falda,las manos se me iban solas a su suave piel,de verdad que la deseaba cada segundo.

-Tambien me hace falta, aunque tu compañía me ha resultada muy grata.

-¿Solo grata?-la miré y ella me regaló una mirada divertida.