Forjando una amistad 🫶🏻

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El plan inicial era una exquisita cena de navidad para 3 personas, después, todo cambió cuando notifiqué a Tomoyo que estaba de camino a su casa, ella se puso muy alegre de que fuera a pasar esta navidad con ella aunque también le intrigaba el motivo por el cuál, por primera vez, decidía dejar a mi padre y a mi hermano para estar con ella y sus papás —Lo que pasa es que ellos dos estaban discutiendo, así que preferí salirme en vez de pasar un mal rato— mentí aunque no del todo, me percaté de que últimamente lo había estado haciendo muy seguido, realmente lo odio, odio mentir pero dadas las circunstancias no había otra opción.
—¿Esta vez por qué fue?— preguntó preocupada.
—Realmente no lo sé, a veces es por cosas tan simples que ni siquiera yo lo entiendo.
—Bueno, no importa....— la plática se desvío hacia cosas sin importancia.

Cerca de las 10 de la noche la madre de Tomoyo nos llamó para reunirnos a cenar, todo estaba puesto sobre la mesa; pollo estilo Kentucky, sidras de manzana y cereza, puré de papa y justo en el centro un exquisito pastel de navidad, al verlo no pude evitar sonreír, el recuerdo de aquel chico invadió mi mente, extrañamente al pensar en él sentía calidez en mi pecho, pero fui una tonta, ni siquiera le pedí su número, ojalá algún día pueda volver a encontrarlo...
—Tu padre viene retrasado Tomoyo— dijo Sonomi un poco triste —Así que cenaremos solas en compañía de Sakura.
—Está bien— contestó sonriendo, creo que le alegraba más el que yo estuviera ahí a el hecho de que su padre no estaba.

La adulta comenzó con los agradecimientos por una hermosa familia y por la oportunidad de que en esa ocasión estuviera con ellas, agradeció por la buena fortuna que la rodeaba y por tener buena salud, seguido a esto Tomoyo agradeció por todas las cosas buenas que le han pasado y por las buenas oportunidades que se le han presentado, cuando fue mi turno estaba casi muda ¿Qué podía agradecer? Esta había sido la peor navidad de toda mi vida (exceptuando a aquel chico), por lo que simplemente agradecí a la familia Daidouji por ser tan gentiles conmigo y por acogerme esa navidad con ellos.

Cenamos en completa calma, platicamos de algunas temas como cosas de la escuela, el trabajo de Sonomi, los pretendientes de Tomoyo, rara vez el tema de conversación se centraba en mí y preferia que así fuera, no tenía mucho por contar y lo poco que me ocurría era mejor mantenerlo en secreto. A media noche regresamos a descansar, por más que Tomoyo insistió en que durmiera en su alcoba opté mejor por quedarme en la sala, el cuarto de mi amiga me traía malos recuerdos, ahí fue donde recibí la noticia de mi madre y al menos por esa noche no quería pensar en ella. Tomoyo colocó futones, preparó palomitas de maíz y nos desvelamos viendo películas de romance: Your name y Una chica del siglo XX.

A la mañana siguiente, despertamos por un fuerte olor a quemado, asustadas nos pusimos de pie y nos dirigimos al lugar del cuál provenía aquel olor: era la señora Sonomi quien tratando de hacer el desayuno para su esposo quemó algunos utensilios de plástico y de paso los hot cakes que intentaba preparar. Abrimos las ventanas y con trapos intentamos esparcir la humareda —Lo siento mucho— dijo su madre.
—No te preocupes querida, lo mejor será desayunar fuera en lo que dejamos ventilar la casa— sugirió el señor Yusuke tapándose la boca con una mano y con la otra tratando de alejar un poco el humo de su alrededor, todos estuvimos de acuerdo aunque yo comencé a considerar si sería buena idea una muerte por asfixia.

Iba a quedarme con la ropa que había llegado pero Tomoyo insistió en prestarme un outfit para lucir espectacular, alegué que era algo innecesario pero jamás podré ganarle cuando se trate de ropa, esperé en la sala pacientemente hasta que ella regresó con una bolsa de regalo —Es mi regalo de navidad para ti— dijo con una gran sonrisa.
—¡Gracias!— la abracé, ahora me sentía mal porque yo no le había traído nada.
—Vamos, ve a ponértelo— comenzó a empujarme hacia el baño y una vez que llegamos me cerró la puerta.

Strawberry ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora