¿Chocolate o chocomenta?🍨

97 9 7
                                    

El último par de días me había quedado hasta tarde platicando con mi nueva amiga Sakura, eso se veía reflejado en mis constantes bostezos, cosa que para mi buen amigo Yamazaki no podía pasar desapercibido, justo ahora estábamos haciendo limpieza antes de cerrar el restaurante, todo estaba bastante normal hasta que se me acercó.
—Ve a casa— dijo, puso su mano sobre mi hombro.
—¿Por qué?— pregunté confundido.
—Se nota a leguas de distancia lo exhausto que estás... Es extraño ya que ni cuando estamos en temporada de exámenes te noto así, algo debe estarte sucediendo— dijo realmente preocupado, internamente sonreí, claro que algo me estaba sucediendo, era imposible ocultarlo, una chica estaba cautivándome y no podía controlarme —Tranquilo, ya estamos por terminar...— le contesté mientras seguía limpiando la mesa.
—Pues con mayor razón, nosotros terminaremos el cierre, tú ve a descansar— no sabía cómo decirle que no, a veces era tan insistente pero, realmente me sentía mal dejándoles el trabajo sabiendo que no era por enfermedad.
—Estoy bien, tranquilo, confía en mí.
—Mmm...

Continué mi trabajo ignorando a mi amigo, al fin y al cabo ya era poco lo que faltaba, Chiharu estaba limpiando el piso, Yamazaki terminaba de limpiar los ventanales y yo al fin pude terminar con las mesas. Bajaron las cortinas de metal y todos nos dirigimos a la salida —Buen trabajo, nos vemos mañana— mencionó la chef.
—Hasta mañana— respondimos Yamazaki, Chiharu y yo al unísono, ellos dos tomaron su camino a casa juntos mientras yo caminaba en solitario. Saqué mi teléfono para ver la hora: 21:45, ya era algo tarde, se me hacía raro que algunos locales continuaran abiertos, posiblemente era porque se acercaba el año nuevo y muchas parejas salían a celebrar —Me gustaría invitar a Sakura a cenar— pensé, pero me daba un poco de pena pedírselo, ¿Cómo lo tomaría? ¿Estaría incómoda? Y lo más importante ¿Sería una cena romántica o solo una de amistad? La verdad es que no lo sabía. Habíamos hablado mucho estos últimos días y había descubierto algunas cosas sobre ella pero aún no tenía claro qué pensaba sobre mí. Cómo por arte de magia llegó un mensaje de ella, solo de ver la miniatura me robaba sonrisas. Creo que definitivamente me estaba enamorando.

¡Hola! Cómo te fue hoy en el trabajo?

—¡Hola! Bastante bien gracias, terminamos un poco temprano. ¿Y tú cómo estás?

Bien, tenía frío hace un rato pero ya me puse la pijama y estoy debajo de mis cobijas, pronto pasará.

—Entonces sería una mala idea invitarte a comer un helado, ¿Verdad?— me atreví a invitarla, aunque pareciera una broma, iba midiendo el campo de batalla.

No me quejaría si pudiera comerlo sin moverme de mi cama.

—No se diga más, entonces llegaré ahí con una cubeta de helado...— eso sí ya era una broma, no había manera de llevarle el helado, desconocía su domicilio, además no quería crear tensión, lo haría poco a poco.

Estaré esperando ansiosa 😋😋

—Hablando de helado, ¿Cuál es tu sabor favorito?

Definitivamente el de chocomenta aunque, el de fresa se me antoja demasiado cada vez que lo veo, ¿Y el tuyo?

—Yo soy muy simple, me gusta el chocolate.

Ya veo...

—Mañana descanso del trabajo ¿qué te parece si vamos a comer un helado por la tarde?

El mensaje llegó, ella seguía en línea pero no había abierto el mensaje ¡Qué tonto soy! Sabía que debía esperar un poco más, ¡No quería apresurar las cosas y fue lo primero que hice! Guardé mi celular en la bolsa de mi pantalón, metí las manos en las bolsas de mi chaqueta y seguí caminando hacia mi casa.

Strawberry ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora