Mi novio falso

Dulce

Hermione se sentó en el desayuno frente a Ron y Harry.

-¿Entonces se han arreglado? -preguntó Ron.

La bruja sonrió. Sentía la mirada de Harry clavada en su rostro, pero aun así no se atrevía a levantar la mirada.

La noche anterior había sido una locura, y la bruja todavía no podía asimilarlo, había hecho el amor con Harry, en Hogwarts, por primera vez...

Esos pensamientos hicieron que sus mejillas ardieran.

-¿Qué sucede? -insistió Ron al ver a Hermione roja como un tomate.

-Si Ron, nos arreglamos -contestó Harry.

A Hermione todavía la parecía mentira que había dejado llevarse de esa manera... se preguntó como el toque de Harry lograba tal cosa.

Tomó una tostada y se entretuvo comiendo, escuchando a Ron hablar sobre lo que había pasado el día anterior en la competencia de parejas. Pero Hermione apenas estaba escuchando, la voz correcta en su cabeza la estaba regañando.

Harry había visto y acariciado cada parte de su cuerpo.

La Sala de Menesteres les había abierto las puertas, ¡que vergüenza!

-¡Hermione! -le gritó Ron -¡No estás escuchándome!

Hermione salió de su trance y al saltar se empapo con la leche hirviendo.

La bruja se mordió el labio tragándose un gemido. Se cruzó con los ojos de Harry por accidente, el rubor de sus mejillas volvió como una ola.

-¿Estás bien? -preguntó Harry preocupado.

-Yo... creo que iré al baño... -dijo levantándose torpemente.

Harry también se levantó.

-Te acompaño.

Hermione y Harry salieron del Gran Salón y caminaron por los pasillos en silencio.

Cuando llegaron al baño, Harry esperó afuera.

Hermione se levantó un poco la camisa y vio unas manchas rosadas en su vientre.

-¿Te has quemado mucho? -preguntó Harry desde afuera.

-N-no... solo....

Harry no lo soportó mucho tiempo y entró al baño. Hermione lo miró sorprendida.

-Harry... ¡no puedes entrar así! -murmuró enfadada.

Harry la apoyó contra el lavabo y levantó un poco la camisa de la chica haciéndola ruborizar nuevamente.

-Tienes muy colorado Hermione... -dijo preocupado -¿y si mejor vamos a la enfermería?

-Otra vez no por favor, Madam Pomfrey no me miró muy bien la última vez... seguramente no puede creer que sea tan torpe -dijo rápidamente.

Harry la miró preocupado. Hermione se mordió el labio.

Harry sonrió. Acercó una mano a su labio y lo acarició, dejando a su amiga como una piedra.

-Déjame mojar un poco las quemaduras al menos... el agua te hará bien... -musitó.

Harry abrió las canillas y comenzó a pasar sus manos mojadas por las heridas.

Se sintió tan agradable que Hermione cerró los ojos al instante y soltó un suspiro.

Harry la observó, sus ojos cerrados... aquellos labios entre abiertos...

Sus manos siguieron mojando, aliviando las quemaduras, y cuando creyó que era suficiente, sus manos subieron por su espalda.

Hermione abrió los ojos, el estaba tan cerca...

La boca de Harry tomó lentamente la suya, en un beso dulce y a la vez caliente. Hermione gimió mientras sentía sus manos acariciar desde su espalda hasta sus caderas.

Los besos del chico bajaron dulcemente por su cuello y dieron pequeñas mordidas tan satisfactorias para la bruja que su piel se erizo.

Escucharon un carraspeo.

Hermione empujó a Harry al instante, ambos vieron a una ruborizada Luna en la puerta del baño.

-Lo siento... -dijo su amiga avergonzada. Era la primera vez que ambos la veían así -, necesito lavarme las manos...

Luna levantó las manos y los otros dos vieron que estaban manchadas de una sustancia verde extraña.

-Demasiados experimentos con las plantas -explicó acercándose y lavándose las manos -No diré nada de que los vi aquí -dijo sin mirarlos -, aunque si les soy sincera creí que su noviazgo era falso...

Harry y Hermione la miraron atónitos.

-¿Cómo lo sabías? -preguntó Harry curioso.

-Era obvio -dijo secándose las manos -, pero ahora no lo es, ¿verdad?

La cara de Hermione hervía al igual que la de Harry.

-Bueno... nosotros...

-Me alegra por ustedes -interrumpió la rubia -, es bonito verlos juntos... -dijo con una sonrisa, y salió del baño.

-Eso fue extraño -dijo Hermione nerviosa.

-Si que lo fue.

Ambos se miraron.

-¿Puedo seguir? -preguntó Harry con una sonrisa.

-¿Qué? ¡No!

Harry rio, volvió a rodearla con sus brazos y apoyó su frente con la de ella.

-Ahora me dirás porque me ignoraste en el desayuno...

-Suéltame Harry, ¡podría entrar alguien otra vez!

-Shh... dime... ¿acaso te arrepentiste de lo de anoche? ¿fue muy precipitado? Yo... lo siento si fue así...

Hermione bajó la mirada avergonzada.

-En realidad... fue todo lo contrario, por eso está asustándome... -admitió sorprendiéndolo.

-¿Por qué estarías asustada?

-No lo se... me di cuenta de que lo que siento por ti es demasiado fuerte Harry... y eso me da miedo, no lo se -se detuvo por un momento -Ayer... ¡pudieron vernos Harry! No se que me estás haciendo... -dijo con una sonrisa.

-Si te sirve de consuelo yo también estoy asustado... -murmuró el chico acunando con su mano la mejilla de su chica -Pero mas que eso es... el miedo de perderte... es un miedo mas fuerte que el que le tengo a Voldelmort -dijo con una pequeña sonrisa.

Hermione lo miró a los ojos y se perdió en el verde de ellos.

-No me perderás -susurró.

-Prométemelo.

-Te lo prometo Harry.