Momentos felices

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Hermione entró al trabajo sintiendo todas las miradas sobre ella. Se preguntó si algún día esas miradas acusadoras terminarían, habían pasado meses desde el articulo de Rita Skeeter y aún así los murmullos no acababan.

Intentó pensar en otra cosa, en algo bonito, y con una sonrisa recordó la tarde anterior, cuando Harry y ella decidieron pintar el garaje, Hermione le dio los honores a su compañero para que hiciera el hechizo, pero lo que la chica no sabía era que el mago iba a decir uno incorrecto: en vez de pintar las paredes, la varita empapó a Harry de pies a cabeza. Era extraño pensar que el era la misma persona que había derrotado a Voldemort.

No pudo evitar reír mientras negaba con la cabeza, hasta que comenzó a sentir unas nauseas terribles.

Cuando entró a su oficina, sintió que todo daba vueltas, corrió hacia su pequeño baño y vomitó en el inodoro.

-¿Hermione estás ahí? ¡Hermione! -exclamó Harry tocando la puerta insistente.

Hermione salió del baño sintiéndose un poco mejor. Harry la abrazó con fuerzas.

-¿Estabas vomitando?

La preocupación de Harry la enterneció.

-Estoy bien, seguramente fue algo que comí...

Hermione se apoyó en el pecho de Harry, sintiendo los mareos nuevamente.

-¿Hermione?

-Yo... todo da vueltas Harry... -murmuró antes de perder la conciencia.

Cuando Hermione se despertó se encontró recostada en el sofá de su oficina, un hombre la miraba atentamente.

-¡Se despertó! -exclamó Harry.

-Sr. Potter me gustaría que nos dejara a mi y a la Sra. Granger a solas para hablar sobre algunas cuestiones.

A Harry le costó dejar allí a Hermione, pero decidió hacer lo que decía el doctor.

-¿Qué me sucede doctor?

-¿Ha tenido con frecuencia estos mareos?

-Hace dos días... hace dos días me sentí mareada pero me recosté y se me pasó...

-¿Hace cuánto fue su regla?

-La regla... la regla... mmm...

Abrió los ojos como platos al darse cuenta de que tenía un retraso.

-Doctor... hace un mes y medio que yo...

-Felicitaciones -dijo el doctor con una sonrisa -, le recomiendo que me visite de vez en cuando para ver como evoluciona el bebé.

-¿Qué? ¿El... el bebé?

Hermione no podía creer lo que estaba pasando. ¿Un bebé? ¿Estaba esperando un bebé de Harry?

Los ojos se le llenaron de lágrimas de emoción.

-¡¿Doctor por qué mi novia está llorando?! -exclamó Harry entrando a la oficina enojado.

El doctor rio y decidió dejar a la pareja sola.

Harry se acercó corriendo hacia su amiga y tomó su rostro.

-¿Qué sucede Herms? -preguntó tristemente.

-Harry... -dijo con una sonrisa -Harry... vamos a tener un bebé...

Hermione supo en ese instante que nunca iba a olvidar la expresión de aquellos ojos verdes, había tanta alegría en su rostro que no pudo evitar reír.

Mi novio falsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora