Solo un poco mas

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Los dedos de Harry fueron al cabello despeinado de la chica para atraerla lentamente a el, dándole tiempo para correr, para escapar, pero Hermione no lo hizo, si no que fue todo lo contrario, acortó el espacio y sus bocas chocaron con desesperación.

Harry gruñó al sentir los labios de su amiga contra los de el.

Las manos del mago fueron por debajo de su camisa desesperadas por acariciar su piel nuevamente.

La bruja gimió al sentir las manos cálidas de Harry recorriendo su espalda, apretando sus caderas, su cintura...

Sus lenguas juguetearon en un baile desesperado, mientras las manos de Harry bajaban hasta colocarse en sus jeans.

Harry rodó hasta quedar sobre ella y desabrochó el botón, y comenzó a bajar los jeans de la bruja.

Su hábil boca bajó hasta su cuello, donde dio pequeños mordiscos que hicieron que Hermione gimiera.

Harry le sacó la camisa a su compañera rápidamente y luego el sostén. Su boca comenzó a bajar para depositar suaves besos en sus pechos, mientras sus manos pellizcaban sus pezones en un placer doloroso.

Hermione gimió, arqueándose de placer, rozando la erección del mago que cada vez se sentía mas dura.

Harry gruñó, su nariz jugueteó con uno de los pezones de la chica.

-H-Harry...

Su boca se movió al fin, cumpliendo aquel deseo tan ferviente de la bruja, su lengua húmeda saboreó su pezón mientras Hermione llevaba una mano a su cabello azabache.

Solo un poco mas.

Solo un poco.

Hermione desabrochó la camisa de Harry cuando este volvió a su boca. Las manos de la chica recorrieron su pecho clavando sus uñas, desesperada por tocarlo lo mas que podía.

Esa locura, esas ganas de fundirse en el otro como si hubieran nacido solo para estar así, era una sensación casi torturante, los hacía llegar a un extremo donde ya nada les importaba, donde sus mentes solo podían concentrarse en el acto mismo.

Harry tomó a Hermione obligándola a levantarse del suelo. El mago chocó contra los muebles haciendo caer libros, papeles por todas partes, hasta que llegó al escritorio dónde reposó a Hermione.

-Tienes que detenerme... -jadeó Harry contra su boca.

-Siempre fuiste tú... -murmuró Hermione mirándolo con aquellos ojos brillantes que el tanto amaba -Siempre Harry. Te necesito.

Las manos de la chica tomaron su camisa y lo atrajeron hacia ella.

Harry se deshizo de su ropa y luego colocó sus manos en las braguitas de Hermione y comenzó a bajarlas.

La chica miró a Harry y sintió las mejillas ardiendo, todavía tímida a que la mirara de esa forma tan íntima.

Harry acercó sus dedos a su feminidad y tocó suavemente comprobando que estaba lista.

La imagen de Hermione sudada sobre su escritorio lo incentivó a proseguir.

Harry se enterró en el cuerpo de Hermione con fuerza, mientras la chica se aferraba a el.

Ambos soltaron un gemido al sentirse juntos otra vez.

Harry comenzó a moverse dentro de ella, sintiendo una oleada de placer por todo su cuerpo.

-Hermione... -suspiró enterrando su nariz en su cabello.

-Mas... mas rápido Harry -pidió ella, y el chico aceleró sus movimientos sin replicar.

Los gemidos de Hermione inundaron la oficina, mientras Harry tomaba sus caderas con fuerza para llegar aún mas profundo.

-Te amo... -murmuró Harry besando su cuello suavemente.

Hermione sucumbió bajo el, aferrándose al mago con fuerza.

Harry levantó a Hermione del escritorio sin romper su unión y la acorraló contra la pared, como aquel día en el baño.

Hermione sonrió al ver los ojos traviesos de Harry. La boca del mago tomó la suya con ferocidad mientras la obligaba a moverse sobre el.

Sus manos masculinas acariciaron los pechos de su amiga con deseo, mientras la chica se aferraba con fuerza a el.

Hermione volvió a liberarse otra vez, solo que esta vez a la par con Harry.

Ambos cayeron al suelo exhaustos. Hermione apoyó su rostro en el pecho de Harry y cerró los ojos por un momento.

El silencio invadió la habitación, ambos se quedaron inmóviles.

-¿Cómo descubriste la verdad? -preguntó Hermione con curiosidad.

-George se emborrachó la noche anterior a la boda y me lo dijo... -contestó Harry tristemente -, fui tan tonto al no creerte ese día...

-Éramos niños Harry...

-De todas formas tendría que haber creído en ti -suspiró -Todavía no hablé con Ginny -confesó Harry -, últimamente ella nunca está en casa. Pero la próxima vez que la vea no se escapará, hablaré con ella.

Hermione miró a Harry con tristeza.

-Debemos decirles.

Harry asintió posando sus labios en los de Hermione otra vez.

-Ginny no me preocupa -murmuró Harry -, se que se enojará, pero Ron...

Hermione se escondió en su cuello.

-No se como le explicaré todo -soltó Herms con dolor -, el... por Merlín, será tan difícil...

-Le diremos la verdad, desde el principio.

-Tengo miedo de lo que dirán los demás... ¿crees que George, Neville y los demás seguirán siendo nuestros amigos?

Harry miró a Herms a los ojos.

-Por lo menos sabemos que Luna nos apoyará -dijo con una pequeña sonrisa.

Hermione sonrió.

-La persona que mas rechazamos al principio es la que mas nos apoya ahora... si no fuera por ella nunca hubiéramos sabido lo que sucedió.

-Quiero estar contigo para siempre Herms -dijo Harry atrayéndola hacia el, su boca besó con dulzura la de su mejor amiga.

-Yo también Harry.

-Esta vez nada nos separará, ni una poción, ni Ginny ni nadie... te lo prometo -dijo acariciando su cabello.

-Yo también te lo prometo, después de todo lo que sucedió, nada podría hacernos alejar...

-No quiero romper esta atmosfera romántica pero es mejor que nos vistamos antes de que llegue el director.

Hermione rio.

Los dos chicos se levantaron y se cambiaron rápidamente entre risas. Harry se acercaba cada tanto y depositaba besos en su rostro, sin poder creer aún que habían vuelto a estar juntos.

Y esta vez ambos estaban seguros de que era real. No había ninguna duda.

Ambos sabían que lo que les esperaba iba a ser difícil, pero que si se mantendrían juntos, las cosas no podrían ir tan mal.





Mi novio falsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora