Mi novio falso

Es tarde

Después de ese día la vida de Hermione Granger no fue la misma. Sus notas bajaron catastróficamente dejando a todos los profesores sorprendidos. Apenas comía, apenas hablaba. Ron estaba sumamente preocupado porque no entendía lo que estaba sucediendo, pero después de un tiempo decidió dejar de lado las preguntas y solo abrazarla, abrazarla hasta que las lágrimas cesaban.

Navidad fue como Ron había deseado, Hermione fue a cenar a su casa, y aunque su actitud seguía siendo algo fría no le importó, el pelirrojo sabía que de a poco su amiga comenzaba a mejorar, y así fue.

A pesar de la depresión que vivió por perder la confianza de la persona que mas amaba en el mundo, Hermione se recuperó.

Supo que debía dejar de llorar y afrontar la guerra mágica que comenzaba a surgir. Había cosas mas importantes de que preocuparse, dejó a un lado su odio furioso hacia Ginny para poder avanzar, aunque sabía que nunca mas iban a poder ser las amigas de siempre.

Hermione volvió a hablarle a Harry, pudo aceptar por fin su plan, volver a ser amigos como antes, aunque la bruja no podía evitar sentir algo extraño cada vez que se quedaban solos.

Se convirtió finalmente en la novia oficial de Ron, porque supo que aquello era correcto, el pelirrojo había sido su punto de apoyo durante los meses difíciles, siendo el motor que la ayudó a volver a su vida normal.

Hermione se sentía bien junto a el, se divertía y se reía, olvidando aunque sea un poco la tristeza que había atravesado.

Ron sentía que era el mago mas afortunado del mundo cada vez que hacía a su chica sonreír, su mayor objetivo era mantenerla feliz, alejarla de esos pensamientos tan oscuros que habían cambiado a Hermione una vez.

Los tres amigos volvieron a ser los mejores amigos de siempre, se unieron mas que nunca porque sabían que Voldemort se acercaba y lo único que podía detenerlo era destruir los horrocruxes.

Y lo lograron.

Cuando Harry derrotó a Voldemort, devolvió la paz al mundo mágico, y en especial le dio paz a Hermione, quien lo abrazó cuando todo terminó. Ya que la castaña no pudo evitarlo: Harry estaba a salvo. A salvo por fin.

Harry Potter por su parte, después de ese día lluvioso, quiso convencerse todos los días de lo que había hecho había sido lo correcto, aunque no había un solo día en que no pensara en ella. Quería sacarse a Hermione de la cabeza, pero después de que el tiempo transcurrió, supo que nunca iba a poder hacerlo, y decidió aceptarlo y vivir con ello.

Comenzó a tener una relación con Ginny, aunque no era lo mismo que había vivido con Hermione, no lograba sentir nada con aquella pelirroja, pero se engañó a si mismo y quiso creer que con el tiempo lograría amarla.

Harry notó el cambio de Hermione, esta había vuelto a hablarle, y de a poco comenzaron a pasar tiempo juntos, a reírse, aún así, intentando tomar una distancia, ambos evitaban tocarse, cualquier situación de roce a ambos los ponía nerviosos, por eso, cuando terminó la guerra y Hermione lo abrazó con todas sus fuerzas, Harry al principio se quedó inmóvil, pero luego de un momento sintió todo aquello que había estado conteniendo, que era el mismo sentimiento que el de su amiga, el miedo a perderla y le devolvió el abrazo de la misma manera.

-Lo hiciste Harry... lo hiciste -dijo la bruja llorando de emoción.

-Lo hicimos Hermione... -resaltó el chico sintiendo que a el también se le caían unas pequeñas lágrimas.

Ron se unió al abrazo grupal, trayéndolos a la realidad.

Ese fue el último contacto que tuvo la ex pareja falsa.