Mi novio falso

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A Harry le dolió observarla, pero aún así, no pudo quitar sus ojos de ella.

Hermione se veía hermosa con aquel vestido blanco y largo, sonriendo a cada invitado y riéndose de las bromas de los Weasley.

-¿Hermione se ve muy bonita, verdad? -preguntó una voz suave que lo hizo saltar.

Harry volteó y vio que Luna se había sentado junto a el.

Los ojos de la chica lo miraron con curiosidad.

-¿Lo has descubierto, verdad? -preguntó con una pequeña sonrisa -No has dejado de mirarla durante toda la noche...

-¿Qué?

-Ambos sabemos a que me refiero...

-¿Lo sabes?

-Harry Potter hoy te ves muy triste... ¿crees que habrías podido cambiar el destino, verdad? -preguntó tranquilamente.

-Tal vez sí... -murmuró el.

-Curioso -dijo con los ojos brillosos -¿no has pensado que el destino podría estar escrito? Tal vez era inevitable llegar a esto... tal vez no podrías haber echo nada para cambiarlo, porque de alguna u otra manera, tarde o temprano sus caminos se hubieran separado...

Harry observó a Luna. Sus ideas y sus pensamientos no dejaban de sorprenderlo.

Ron se acercó a Harry con una sonrisa.

-Harry, eres el padrino de la boda, me parece que deberías bailar con la novia aunque sea una vez -dijo alegremente.

Harry titubeó.

-No se bailar bien...

-Vamos Harry, eres mi mejor amigo.

Harry se levantó y caminó junto a Ron hacia la pista, donde Hermione bailaba alegremente con Bill.

-Hermione, se supone que tu y el padrino tendrían que bailar aunque sea una canción juntos, dicen que es mal augurio que no lo hagan -dijo Ron preocupado.

Hermione posó sus brillantes ojos en Harry.

Ese palpitar otra vez cada vez que ella lo miraba, ese cosquilleo extraño como si todavía fuera un adolescente.

Hermione apenas sonrió. Se sintió tan mal, era el día de su boda y la mirada de Harry todavía le hacía temblar las piernas.

-Ya ha cambiado la canción, vamos, los dejo -dijo Ron alejándose de ellos.

Una canción suave y lenta comenzó a sonar, ambos la conocían bien. Turning Page. Era la canción favorita de Hermione, la que Harry había tarareado varias veces mientras la perseguía por los pasillos.

                             He esperado cien años, pero por ti esperaría un millón mas...

Harry se acercó sabiendo que no podría evitar aquella situación por mas que quisiera. Rodeó con sus brazos la cintura de su mejor amiga, y ella rodeó su cuello suavemente.

Hacía tanto que no se tocaban que habían olvidado ese sentimiento electrizante que ocurría con tan solo un roce.

Ambos comenzaron a moverse lentamente al ritmo de la suave música.

                                    Nada me preparó para el privilegio de ser tuyo...

Sus cuerpos se pegaron como aquel día tan lejano en Halloween, había pasado tanto tiempo de aquello que casi parecía mentira. A Harry le parecía que había sido ayer el día en que había probado sus labios por primera vez.