Mi novio falso

¿Realmente eres tú?

La lluvia caía sobre Hermione fuertemente. El cielo tronaba enojado, desencadenando una tormenta, la mas fuerte que la bruja había presenciado.

Sentía su cuerpo helado bajo la lluvia, pero aún no tan helado como estaba su corazón.

Quería gritar.

Necesitaba descargarlo todo, necesitaba decirle a Harry la verdad.

Estaba tan furiosa que las manos le temblaban. Ginny se había atrevido a darle una poción de amor y si no fuera por Luna nunca lo hubiera descubierto.

Que tonta había sido.

Solo una poción de amor podía explicar lo que había pasado ese día con Ron. Se sintió mal por no haberlo resuelto, pero sabía que su mente estaba bloqueada, los gemelos se las habían ingeniado bien para aplicar una mejora en Amortentia, estaba furiosa pero no podía estar enfadada con ambos, sabía que la única culpable era Ginny. Aunque todavía no era cien por ciento seguro, tal vez Ron sabía de algo, pero sospechaba que no, su amigo nunca podría hacer algo así.

Hermione nunca había estado tan enojada con alguien, aquella pelirroja había arruinado su relación con Harry.

Nunca se lo iba a perdonar.

Nunca.

Los jugadores de Quidditch comenzaron a salir apresurados, intentando cubrirse inútilmente de la lluvia. No notaron a Hermione porque estaba escondida detrás de un árbol, porque no quería que Ron la viera y preguntara porque estaba allí.

Casi todo el equipo salió, solo faltaba uno, Hermione sabía que Harry siempre salía último, por lo que esperó, y cuando vio su figura salir, Hermione caminó apresurada hacia el.

Harry detuvo sus ojos color esmeralda en ella. Se quedó un momento allí, de pie, sorprendido por la presencia de la bruja, pero luego continúo caminando intentando ignorarla.

Hermione corrió hacia el y lo tomó del brazo.

-¡Harry!

-No me toques... -dijo enojado soltándose de su agarre.

-¡Necesito hablar contigo!

-¿De qué? Estoy cansado... quiero irme a dormir.

-¡Detente ahora!

El mago se detuvo suspirando, se giró y la miró a la cara. Ahora que lo veía mas de cerca Hermione notó que sus ojeras se veían aún peor, y que sus labios estaban agrietados.

-Quiero explicarte lo que sucedió ese día -dijo firmemente.

Harry sonrió mientras las gotas de lluvia caían por su rostro.

-No tienes que hacerlo, ya me quedó claro, ¿por cuánto tiempo tendré que escuchar excusas?

-Nunca me escuchaste, ¡nunca! -gritó la bruja enfadada.

Los dos chicos se miraron fijamente.

Harry decidió ceder:

-Te escucho entonces, pero esta será la única vez.

-Me dieron una poción de amor -soltó Hermione.

Harry se sorprendió. Nunca se hubiera esperado algo así, pero por alguna razón le pareció ridículo. Se imaginó a Ron consiguiendo la poción. Era imposible.

-¿Entonces dices que Ron la preparó? -preguntó con una sonrisa incrédula.

-Fue Ginny.

Soltar aquello hizo que Hermione se sintiera aliviada. Ya estaba dicho.