Las salidas nocturnas de Shen Jiu

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Miró su reflejo en el espejo de bronce, su cabello lacio y negro volvía a ser amarrado con una cinta común y corriente.

Mientras, en su bolsillo, descasaba el accesorio de jade.

Por la noche no lograba pegar pestaña, y, al estar JunShang devuelta, hacer sonar el Qing no era una opción.

Los sueños frecuentemente le mostraban a Ning Ying Ying y a aquellas escaleras cerca de la biblioteca. Era tan insistente, que las noches sin dormir se extendían de semanas a meses. Pero estaba bien, era mucho mejor que tener ese otro tipo de sueños que no lo dejarían dormir por la indignación y vergüenza.

Se levantó en medio de la noche en busca del pasillo cerca de la biblioteca que debía limpiar. Aquel amplio pasillo crecía y se estrechaba mientras cada paso que daba hacía eco en la oscuridad desoladora.

La asfixia que sentía al estar a un metro de aquella escalera empinada hacia el salón desconocido seguía siendo tan abrumadora y nauseabunda como siempre.

—¿Tú? —preguntó una voz indignada a sus espaldas.

Las rojas prendas volátiles de Sha Hualing ondearon en su pequeña cintura. Pero por lo contrario de su bonita figura, su mirada contaba otra historia.

—JunShang declaró toque de queda para todos ¡largo!

Shen Jiu realmente no estaba de humor ess noche.

—Sha Hualing. —inquirió como si le doliera notar su presencia —eres la cabeza del harem ¿correcto?

Sha Hualing infló su orgulloso pecho. Su cabello negro azabache se enredó en su dedo índice.

—Oh. —sonrió con astucia y tanteó un mechón de su cabello suelto. —¿Desde cuando el joven maestro es tan halagador?

—Solo me sorprende.

—¿Qué es lo que te sorprende?

—Traicionaste a tu padre por una miserable noche con esa bestia y ser un número más en su lista de esposas. Eso es lo que me sorprende. —declaró mordazmente mientras escondía su indiferente expresión en el abanico.

Al parecer, había dado en el blanco. El pálido rostro de Sha Hualing se había vuelto rojo de la ira y esas largas uñas amenazarln con cortarle un pedazo de mejilla.

—¡Mocoso bastardo! ¡Si no fuera por qué JunShang tiene una horrible fijación por ti, hace tiempo estarías colgado en los calabozos!

Shen Jiu vio como la mujer salía del pasillo hacia la oscuridad.

Caminó mientras analizaba.
Para estar tan enojada, quería decir que lo que acababa de decir era al menos más de la mitad cierto. Para ser un medio demonio, un harem de tres dígitos seguía siendo demasiado, teniendo en cuenta por obvias razones que debía de estar agregandole otros ceros en sus viajes de tres largos años...

Sus pestañas se entrecerraron pensando en ello, pero sus pies no vacilaron en continuar su caminata. Luego de tomar desvíos, decidió que era un buen momento para dar un paseo.

Había estado viajando en busca de nuevas formas de utilizar los talismanes y en los registros de An Ding se encontró con varios tomos de libros que hablaban sobre las matrices de teletransportación y de reducción.

Abrió un talismán mientras retiraba el sello y lentamente se fue transformando en una capa.

Solo cuando tuvo el rostro completamente cubierto, salió de los terrenos correspondientes a Luo BingHe.

Antes de continuar, fue al riachuelo cerca del bosque Bailu y depositó un talismán, que al contacto con el agua se transformó en una serpiente v
Ir a pie, evitando las trampas del bosque Bailu hasta encontrar el lugar donde la energía espiritual interfería con las señales recibidas por el palacio HuanHua era lo más difícil. Era bueno haber tenido ese favoritismo por parte de JunShang, de lo contrario, sería mucho más difícil encontrar tanto tiempo para lograrlo.

El pequeño villano escoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora