Respiraba con dificultad, las memorias desentrañadas se sentían como un agujero en su pecho, a carne viva.
Como si estuviera sufriendo dentro del ojo del huracán.
—Shen QingQiu, no, Shen Jiu —inquirió Sha Hualing mientras veía el espectáculo de almas danzar alrededor del cuerpo del hombre. —Espero que no te tomes las molestias de intentar algo contra mi señor. No tendría caso.
Los recuerdos eran pesados, cada alma que lo traspasaba, generaba un frío y calor abrumador y desesperante. Tuvo que usar a Xiu Ya para evitar que todo su cuerpo cayera al suelo.
Era tanta información. Su cabeza se sentía pesada, como si su cerebro se hubiera hinchado y estuviera a punto de quebrarse. Su pasado en los terrenos Qiu, su Qi Ge...
No. Ya no existía alguien llamado Qi Ge. Y no lo volvería a haber.
Yue QingYuan lo había dejado. Aún si había intentado volver y remendar sus errores, sólo terminó muerto bajo una tormenta de flechas.
Ya no había nadie a quien buscar.
Y esa bestia...
Shen Jiu podría reír. Era tan gracioso y miserable, pero sus orejas silbaban y los olores se mezclaban. Con dificultad intentó seguir respirando.
Escuchaba murmullos. Algunas veces la voz desconocida de alguien maldeciéndolo.
Podía sentir claramente la tibia taza de té que volcó el día en que Luo BingHe entró en la secta Cang Qiong.
Esa historia, era su historia.
QingHe temblaba ligeramente al ver que la energía espiritual de Shen Jiu se desequilibró. Aún con la mirada despiadada de Sha Hualing en su nuca, corrió hasta donde Shen Jiu sufría un desequilibrio de Qi y puso sus manos en su espalda.
Pero fue bruscamente rechazado por él.
Sus ojos llenos de desprecio parecían querer destruir al niño. Era una mezcla de confusión y odio lo que lanzaba, como dardos finos.
Pero no dijo nada.
El silencio fue interrumpido por una tos que en un inicio era fingida, pero que se transformó en tos de perro.
El hombre se disculpó.
—Aiyo, niño, si yo fuera tú no me acercaría.—¿No te han dicho que los hijos bastardos tienen prohibido el acceso a este lugar? —gruñó Sha Hualing.
Shen Jiu pudo reconocer el cuerpo robado de en manos de Tiang LangJun. Sin embargo, no quería tener nada que ver con él, ni con la raza demoníaca.
—Demonio —inquirió Shen Jiu a Sha Hualing. —¿Dónde están las otras almas Po?
—¿Ahora soy "Demonio"? —se burló, —Ya te lo dije, ese Qi Ge que buscas hace tiempo que....
La espada Xiu Ya cortó en su totalidad el largo cabello negro de la mujer quien, anodada no había reaccionado a tiempo para correr.
Su garganta pálida tambaleó
—En el calabozo de las escalera.
No necesitó más información.
A toda prisa, Shen Jiu caminó hacia la salida.—¿A dónde vas? —preguntó TiangLang-Jun con ánimo. —Sé que la invasión empieza en unas horas, pero no deberías marcharte tan pronto... Xiao-Jiu, escúchame...
—¡No me llames así! —escupió. Cada vello de su cuero erizándose. Estaba tan colérico que sentía que su sangre bullía y su garganta se cerraba.
![](https://img.wattpad.com/cover/316698179-288-k614977.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El pequeño villano escoria
FanficUn fanfic donde el alma de Shen Jiu es dañada, una de ellas tiene la forma y los recuerdos de él siendo un niño. Luo BingHe tiene que recolectarlas y, de paso, terminar de criar a su Shizun(? Después de una emboscada de unas concubinas de Luo Binghe...