Atentamente Byun Baekhyun

Capitulo 27: "Los recuerdos"

"La gente es tan solo aburrida o encantadora. No buena o mala"

Oscar Wilde

TaeGon estaba demasiado ansioso como siempre en su asiento, rascando su rodilla, casi como en un tic, mientras la secretaria del consultorio parecía muy ocupada en su computadora, tecleando sin parar, o quizás no quería que hubiera un silencio incómodo y por eso le ayudaba un poco, así que el hombre trato de hacer lo mismo, mirando su teléfono o hojeando algunas de las revistas que estaban en la sala de espera, pero entonces el teléfono de la secretaria sonó.

"Dígale al señor Park que puede pasar" dijo la voz de su terapeuta y entonces se puso de pie sin problema, para poder acomodar su ropa un poco y entonces esperar la sonrisa de la secretaria.

-Ya puede entrar, señor Park- le dijo señalando el consultorio con su mano, entonces TaeGon hizo una reverencia antes de poder entrar ahí, como cada lunes, miércoles y viernes, estaba un poco nervioso, pero ya era usual ese pensamiento y entonces solo saludando, se sentó en el diván, donde tomaba todas sus sesiones y el terapeuta le sonrió, con su libreta en las manos.

-¿Cómo ha estado? ¿Tuvimos algún problema con lo que le deje?- preguntó el hombre y TaeGon se acomodó incomodo en su sitio, sacando una hoja de papel doblada en tres, de su bolsillo.

-Sí, ah...bueno, la verdad no sé si lo hice bien-

-¿Quiere leerla?- TaeGon suspiró, había tenido que hacer una lista sobre lo que le gustaba y lo que no de su hijo, nadie quiere escribir eso, en realidad se sentía incómodo haciendo eso, había sido más sencillo con Mina, solo había terminado diciendo que no le gustaba que llegará tarde a casa sin avisar, que se sacudiera las manos mojadas en el baño para que terminará salpicando el baño y demás, habían sido un montón de cosas tontas, que al final no le importaban porque amaba a su hija, pero cuando llegó el turno de Yeol, sintió nerviosismo, su hijo llevaba más tiempo fuera de casa, de los años que había ido al jardín de niños, era deprimente.

-Ah, bueno, solo puse que no me gustaba que mintiera, Yeol tenía mucho eso, no en nada cosas malas, sino, mentía solo para molestar, aunque no fuera verdad, pero lo hacía de manera inocente cuando era pequeño y luego comenzó a mentirme de verdad. Pero viéndolo en retrospectiva, creo que me mentía porque sabía que yo...podría golpearlo.- admitió avergonzado, mientras el terapeuta asentía, no parecía sorprendido por eso.

-¿Cree que merecía los golpes?-

-No...- respondió en un suspiró.

-¿Entonces porque lo hacía?- hubo un silencio incomodo en la habitación o quizás solo TaeGon lo sentía así.

-Creo que solo no quería que fallará, y no lo hizo, pero ahora, está lejos de mí, no pude verlo graduarse del instituto y quizás no lo vea graduarse de la universidad.-

-Ha pasado mucho tiempo, ¿verdad? Pero esto es bueno, está enfrentando lo que los separó, una vez que lo haga, todo será más fácil, debe verlo por ese lado. Ya pasamos la etapa de disculparnos, ¿por qué no hacerlo con su hijo? Es un adulto ahora, probablemente, si crece más, usted no podrá volver a hablarle.-

TaeGon quería reparar las cosas, pero sabía que una disculpa no iba a ser suficiente, nunca lo sería, no después de todo lo que había hecho y sentía nauseas de solo pensar en todo eso, estaba muy arrepentido, pero también, como las disculpas, sabía que sentirlo, no sería suficiente, necesitaba hacerlo más en grande, así que había buscado ayuda.

Su personalidad era fuerte, dura y explosiva, creía que posiblemente su hijo había heredado eso y eso debió ser un problema para su relación, porque ambos se gritaban, se insultaban, en algún momento se habían perdido el respeto que tenía esa relación padre e hijo, pero sabía que Yeol lo había aprendido de él, así que pensó, que tenía que solucionarlo él y estaba ahí para hacerlo, para poder volver a tener vínculos con su hijo, quería hacerlo bien y que la disculpa fuera completamente sincera y fuera la última vez que tuviera que disculparse, porque estaba seguro de que no iba a insultarlo de nuevo.