¿Por qué te defendés si no te estoy atacando?

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Los ojos hinchados detrás del maquillaje. La angustia. El llanto con ruido. El llanto silencioso. Daniela era un mar de lágrimas desde que Thiago había intimado con Nacho.
—Yo sabía que iba a salir lastimada, pero no me hago caso — sostenía frente a la mirada bucólica de Julieta. 
—Boluda, yo te dije —señaló la rubia mordiéndose el labio.
—¡Ya sé que me lo dijiste! —gritó Daniela y actualizó su estado de llanto con nuevas lágrimas y pucheros. Julieta le acarició el pelo.

Mientras tanto, Thiago y Nacho hablaban en una solitaria habitación de varones.
—¡Eso que pasó fue una noche y nunca más, eh! — decía Thiago con una certidumbre cercana a la violencia—. Yo no soy puto, nada que ver, eh. Pintó, pero no te imaginés cualquiera, porque no va a volver a pasar.
—¿Por qué te defendés si no te estoy atacando? — respondió Nacho.
—¿Quién se está defendiendo? ¡Ves! Ya te estás mandando cualquiera — dijo y amagó con dejar la habitación.
—Dale, "Alfa". ¿Cuándo las cosas se complican amagás con irte?
Thiago se puso rojo de rabia.
—¿Qué me comparás, gil, con ese viejo? ¡Que me comparás! —dijo y se le fue encima en plan de pelea.
Nacho le puso las manos en el pecho para frenarlo. Al contacto piel con piel, Thiago sintió que las fuerzas lo abandonaban. Se tiró en la cama y lloró con rabia.
—¿Qué hice?—gritaba. ¿Con qué cara voy a volver al barrio, me querés decir?
Nacho se vio tentado de abrazarlo, pero no tuvo el coraje.
—¡La re cagué a Daniela, encima! ¡Soy cualquiera! —insistía en un rosario de reproches.
—¡Basta, Thiago! —ordenó Nacho. —No hiciste cualquiera, hiciste lo que te salió del corazón y nadie te puede decir nada por eso.
—No entendés, Nacho. Seguro que en tu barrio es así como decís vos, pero en el mío es distinto. Yo no voy a poder volver nunca, entendés.
Nacho lo miraba con desconcierto. No conocía el barrio de Thiago. No sabía si se estaba escudando o le estaba diciendo la verdad.
—Mirá, a mí tampoco me va a ser fácil, pero no me arrepiento. Yo tampoco soy puto, pero vos me gustás. Me encantaría que no me pasara, pero me pasa. Si pudiera evitarlo lo evitaría, pero me levanto pensando en vos, me acuesto pensando en vos...
No pudo completar la frase. Thiago lo besó con un amor que no había sentido nunca.

Argentina, País Paranormal. Edición Especial: Gran HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora