Recuerdo a los chicos, que empezaron a dispersarse como niños de excursión en el momento en el que bajamos del bus frente a la universidad que se nos había cedido como alojo durante nuestra —esperábamos larga— estancia en Qatar. Escuchaba a Luis gritar nuestros nombres intentando reagruparnos y casi fallando en el intento, yo por mi parte no me alejaba casi de su costado, durante el camino desde el aeropuerto me había dormido y todavía estaba un poco atontado del sueño, lo único que me interesaba en ese momento era que todos se callasen para que se nos pudiesen asignar las habitaciones y poder dormir más, y es que no entendía como podía ser que yo hubiese sido el único con nula energía para chillar y cantar emocionado durante el vuelo.Habíamos tenido suerte, a todo el mundo le hizo gracia ver a la selección española y por eso no hubo quejas, aunque en ese momento las habría agradecido con tal de un poco de silencio. Por eso con las fuerzas que me quedaban del viaje me mantenía en pie con las manos en los bolsillos y los párpados prácticamente caídos.
Cuando entramos al recinto Luis estuvo de acuerdo en que lo mejor seria que descansásemos antes de ver las instalaciones, por eso nos hizo ir a la residencia, en el edificio solo había personal de limpieza, cocina y atención al cliente, mientras Luis esperaba callado a que hubiese un poco de silencio alguien se me acercó por detrás.
—Como siempre. ¿No?— Me preguntó Gavi, probablemente haciendo referencia a las habitaciones.
Yo aunque estaba agotado hice el esfuerzo de sonreírle. —Claro que sí, juntos.
—Pues mira, no, no va a hacer falta que compartáis habitación. —Dijo Luis Enrique uniéndose a la conversación, yo le miré curioso. —Las habitaciones son individuales.—Respondió a mi pregunta muda.
—¡¿Como?!—Chilló una voz detrás nuestro, todos se callaron repentinamente y se giraron a mirarle. — ¡Tios, tios, una habitación para cada uno!— Entonces los festejos exagerados empezaron otra vez, pero vamos, que no duraron mucho porque Luis los mandó a callar a todos.
— A ver, cómo iba a decir, gracias Ansu por adelantarte.—Dijo Luis sonriéndole sarcásticamente al 25, aunque parecía que él se lo tomaba totalmente enserio y le sonrió de vuelta. —Emmm, esto es muy importante, no quiero juerga, no quiero parloteo por la noche, ni chillidos que nos conocemos, por eso mejor una habitación para cada uno y todos separaditos.
—Joder mister, si lo dices así parece un castigo y todo.—Se quejó Ferran desde la otra punta del corrillo que se había formado.—Yo ya no quiero una habitación para mí solo.
—Que sí, me da igual.—Le respondió Luis sin mirarle siquiera mientras levantaba el portafolios que traía en mano para leerlo.—Digo números de habitación y reparto llaves así que calladitos todos.—Se puso al lado del muro de recepción y empezó a dictar teniéndole la mano a la recepcionista cada vez que decía un número para que ella le cediese la llave de la habitación que llevaba consigo un llavero de madera con el número de habitación.
—Emmm, Soler 21, Álvaro 22, Ferran 23, Pedri 24.— Cuando dijo mi nombre me acerqué con mucha calma hasta él y agarré la llave que me daba, salí del corrillo en dirección al ascensor, con la maleta rodando, por donde se habían marchado todos a las habitaciones pero recordé que a Gavi todavía no le habían dado su tarjeta así que me esperé apoyado en la pared.
—Ansu 25...—Después de decir el nombre en voz alta Luis se quedó con la mano extendida hacia el frente esperando a que Fati recogiese su llave pero al ver que pasados unos segundos el objeto seguía en su mano levantó la vista encontrándose al muchacho riendo y hablando animadamente con otros compañeros de equipo. —¡Ansu!—Casi gritó.
—Dime mister.—Respondió Fati saltando del susto.
—Tu llave...—Dijo Luis y Ansu se le acercó rápidamente pidiendo perdón con la mirada.—Habitación 25.
ESTÁS LEYENDO
Andromeda || Gavi & Pedri
Fiksi Penggemar𝗦𝗨𝗠𝗔𝗥𝗬 Ha llegado la hora de que las jóvenes promesas Pedri y Gavi enfrenten el mundial, y con esta nueva experiencia también llegan sentimientos que no eran conscientes que podían sentir y que no creen poder llegar a entender. Sentimientos q...